domingo, 11 de abril de 2010

TREINTADIAS - EPILOGO - MELISSA MAYHE

EPÍLOGO

Rancho Seun Fardach, al norte del Gran Lago , Colorado
Cinco años más Tarde


Cate se balanceaba lentamente en la mecedora en el porche bastante , observando al pequeño Dougal andando en su triciclo . Él era muy coordinado para ser un niño de cuatro años , pero considerando quien era su padre , no le parecía tan sorprendente.
"Dougal, ten cuidado con Bestia, querido . Él sólo es un bebé." Bestia era la última adquisición , una perrito que la había salvado .
Su hijo dejó el triciclo para jugar con el perrito retozón. Habían entablado amistad rápidamente .
Unas grandes manos calientes tocaron sus hombros y ella sonrió mirando hacia arriba. Era Connor. Él se agachó para besarle la mejilla, acariciando con su nariz la oreja de ella. El estómago de Cate instantáneamente se lleno de mariposas.
Nunca se cansaría de sus caricias .
"Huelo a chocolate. Ya atacaste los brownies ?"
"No es mi culpa . Los dejaste cerca del teléfono. Qué puede hacer un hombre para resisitirse ?" Sus ojos brillaron.
Connor era adicto al chocolate.
" Pudiste llamar entonces ?"
"Sí. Era Gordon MacAlister de Dun Ard. Me dijo que tienen todas las reservas hechas y que el alojamiento para el mes que viene está asegurado . Será magnifico volver aquí y ver como progresa el trabajo en el viejo castillo ." Él se sentó en la silla a su lado , levantando sus pies enfundados en botas de vaquero sobre la baranda del porche.
La hacía sonreír el hecho que él todavía se refiriese a eso como el viejo castillo . Habían comprado las tierras y estaban reconstruyendo el castillo de Sithean Fardach. Considerando el conocimiento personal del castillo original, no deberían tener problema en lograr una réplica exacta. Bien , no tan exacta , porque tendría electricidad y plomería moderna . Cate no estaba dispuesta a pasar l veranos en un verdadero castillo del siglo XIII . Una vez que le había resultado mas que suficiente.
Gordon MacAlister había resultado ser un descendiente de Duncan MacAlister. En aquel asombroso primer día de Connor en la Escocia del siglo XXI, Gordon había sido el primero en acercarse a ellos una vez que había escuchado el apellido de Connor. Entonces había ido corriendo a buscar a su esposa y una vieja caja que había heredado de su familia y que tenido bajo custodia hasta el día en que Connor y Cate MacKiernan habían aparecido en Dun Ard. Dentro de la caja estaban la gargantilla de esmeraldas y el broche de esmeralda , junto con una nota igualmente antigua . La mujer que había escrito la nota decía que en honor al quinto cumpleaños de su hijo, había resuelto guardar esos artículos en esa caja para asegurarse que pasara de generación en generación en su familia .
Ella proseguía deseándoles a esas generaciones una vida larga y el encuentro con el amor verdadero tal como le había sucedido ella. La nota estaba firmada por Rosalyn MacKiernan MacAlister. Cate se había alegrado mucho al sabe que Rosalyn finalmente había logrado que Duncan la reconociese como su amor verdadero .


Ella y Connor habían usado el collar y el broche de esmeraldas cuando se habían casado por segunda vez en la presencia de la familia de Cate en una bella capilla del pintoresco valle de Colorado Springs.
Connor y Robert se habían adaptado bien y trabajaban con los hermanos de Cate en la empresa Coryell. Ahora Había varios empleados más , entonces Connor podía ser muy selectivo respecto a cuales misiones aceptaba . No le gustaba ausentarse de la casa por mucho tiempo . En el rancho Connor criaba... oh qué sorpresa ... caballos. Caballos enormes, bellos y exóticos .Los amaba .
Pero Cate todavía no cabalgaba.

Robert había comprado una tierras vecinas a las suyas y criaba ganado . Era un apasionado de las máquinas e inventos del siglo XXI y poseía muchas de esas máquinas . Nunca sabían si el vendría a la práctica diaria de esgrima manejando un coche o un tractor . Su última pasión era una camioneta Hummer. Modelo militar, no la versión para ciudadanos civiles . Afortunadamente ganaba un buen sueldo y Robert nunca rechazaba una misión. Todavía era un auténtico guerrero .
" Qué es lo que viene por el camino ?" Connor señaló una nube de polvo acercándose al rancho.
Cate levantó una mano para resguardarse los ojos. "Probablemente sea Jesse." En la moto más rápida, más grande y mas llamativa que haya podido encontrar. "Él dijo que traería a Mairi de Boulder hoy."
"Por Dios! " Connor murmuró, levantándose y recostándose sobre una columna del porche mientras lanzaba improperios. " No la habrá subido a esa máquina del demonio otra vez, verdad ?"



Cate se rió. "Sabes que Mairi ama las motos. Ella le ruega que vengan en moto cada vez que debe traerla. Le encanta que las muchachas la vean subida a la moto, toda vestida de cuero. Le gusta que se pongan celosa de verla colgada del brazo de un verdadero chico malo ."
"Sí, claro . Todo bien si lo que único que hace es colgarse del brazo ."

Connor siempre sería un cien por ciento " hermano mayor" . Enloquecía a Mairi ahora como lo había hecho en el pasado. Mairi había sobresalido en sus estudios. Cate a menudo se preguntó si era por la sangre Fae. Mairi se especializaba en estudios Medievales en la Universidad de Colorado. Su profesores decían que ella tenían un don para ese terreno de estudio , como si ella hubiese vivido en la Edad Media en otra vida. Si supiesen ... Ella tenía intención de lograr un master en el área . A Mairi le gustaba la vida en Boulder y pensaba podría enseñar allí cuando terminase los estudios.
Connor salió del porche para tomar a su hijo en sus brazos y lo lanzó al aire, haciéndolo reír incontrolablemente.
"Ven con tu padre, pequeño Dougal Pol. Vamos al portón para ver que sucede allá ."
"Jess ." El niñito reconoció el sonido de la motocicleta de su tío, felizmente anticipando las horas juego que vendrían .
Cate suspiró complacida . Continuó meciéndose lentamente , pues no quería despertar a la niñita que dormía en su regazo . Pronto la casa estaría llena de actividad y ella sería despertada . Rose había cumplido dos años la semana pasada.
La habían llamado Rose por Rosalyn, y desde el nacimiento de Rose, Cate a menudo pensaba en esa mujer que había sido tan buena con ella y sin quién no tendría esa familia perfecta.
Esa vida perfecta.
Jesse y Mairi tomaron el camino de entrada . Dougal ya le imploraba a su tío dar un paseo, y Mairi se reía de los intentos de su hermano de disuadir a su hijo de montar esa máquina del demonio .

Rose se movió en el regazo de Cate, despertándose como siempre con una sonrisa bella. Le sonrió a Cate con sus grandes ojos color esmeralda. La vida iba a ser muy interesante para esa niñita curiosa y feliz. Quizá algún día Cate la llevaría al valle de las hadas y la presentaría a sus peculiares parientes .
Cate acarició el hombro desnuda de la bebé, disfrutando la sensación de su piel suave, y sonrió al ver la oscura marca de nacimiento que había allí. Se preguntó - y no por primera vez - qué habría dicho Rosalyn sobre ese beso de hada.
Pues la marca no parecía una flor sino un ramillete de flores.



FIN

No hay comentarios: