viernes, 5 de marzo de 2010

LA VIUDITA- CAPITULO 19 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 19


Cash entró en el salón y apenas había tomado una copa cuando un oficial pidió silencio a la orquesta para anunciar la llegada del gobernador y su esposa. Con ellos también entraron algunos hombres que Cash reconocía del encuentro en la asamblea esa mañana. Uno de ellos acompañaba una mujer menuda que lucía un vestido azul que, por la apariencia, debía haber costado una buena suma. No lograba despegar los ojos de esa bella mujer con espectacular escote y con cabellos cayendo en cascada por su espalda . El cuello estaba adornado con un bello collar de zafiros. No sabía por qué, pero esa mujer le era familiar.
Cash parpadeó , sin creer en lo que veían sus ojos , pero tuvo certeza de quien se trataba cuando la mujer lo saludó con una sonrisa. La humilde bibliotecaria, la terca y astuta texana , la viudita reprimida se había transformado en un bello cisne. Cómo había conseguido esas ropas y esas joyas? Seguramente no con trabajo honesto ... pero probablemente alguna de las damas de su grupo se había apiadado de ella y se los había prestado.
Mientras la admiraba, el gobernador se aproximó a Bonnie y,
tomándole el brazo, comenzó a presentarla a personas importantes. Los hombres hacían fila para conocerla y a Cash no le gustó ni un poco las miradas de lujuria de algunos de ellos.
Concluyó que ahora sería necesario combatir fuego con fuego. Solamente había un modo de lidiar con esa dama astuta; la estrategia que siempre usaba con las mujeres difíciles. Haría que Bonnie se enamorase, y con eso ella abandonaría su cruzada ridícula . A ponerse a trabajar, Cash, y cuanto antes, mejor!

Bonnie vio a Cash del otro lado del salón, cerca la mesa donde se servía el ponche. Borracho perdido, ella pensó . Se dio vuelta para conversar con la esposa de un diputado, pero se preguntó a quién ese patán podría conocer para que le permitiesen el acceso a esa fiesta . No era que eso fuese muy importante, pues ella ya había tenido la oportunidad , anteriormente, conversar con el gobernador y los diputados durante la cena . Las mujeres le aseguraron que sus maridos votarían en contra del espectáculo de boxeo y , de ese modo , no podría ser realizado en ninguna ciudad texana.
Cash la contemplaba boquiabierto. Si era por la sorpresa de verla allí o por verla elegantemente vestida, no tenía cómo saberlo. Bonnie sonrió cuando el diputado Farraday la sacó a bailar.
- Le molestaría bailar con un viejo, señora Purdy?
- Vamos , Josh, estás en tu plenitud y sos uno de los mejores partidos de este baile.
- Aparte de Cash McCalley. - él señaló a su amigo con la cabeza y la condujo por el salón.
- McCalley es un mercader de la violencia - Bonnie declaró, arrugando la nariz. - Alega haber sido vaquero, pero yo lo dudo.
- Pero es verdad. Cash creció en mi granja. Un excelente trabajador. Cambió de rubro para intentar ganar más dinero y comprarse sus propias tierras.
- Si ? - Bonnie notó que él la seguía con los ojos. Cash apoyó su copa en una mesa y atravesó el salón, yendo en su dirección. ?l no se atrevería...
Cash tocó el hombro del diputado.
- Puedo interrumpir, Josh?
- No creo que... - Bonnie intentó protestar, pero el diputado ya entregaba su mano a su amigo.
- Por supuesto , Cash. Creo que esta dama se sentirá mucho más contenta en tu compañía.
- No, yo ... - ella intentó eludirlo nuevamente, pero Cash ya la tomaba por los brazos. - Canalla atrevido ! - Bonnie dijo entre dientes .
- Cómo demonios conseguiste entrar en esta fiesta?
- Yo podría hacerte la misma pregunta. Estoy aquí para conseguir apoyo; no es lo que vos también estás haciendo? A propósito, estás deslumbrante, casi no te reconocí cuando entraste .
- No sé si sentirme halagada o insultada - Bonnie comentó mirando arriba. ?l era muy viril ; alto y fuerte, con un ligero perfume a colonia inglesa , mezclada con tabaco y whisky. Y también se revelaba como un excelente bailarín . Qué bueno que ya se había asegurado los votos durante la cena, o , con certeza, McCalley seduciría a las esposas de los diputados haciéndolas presionar a sus maridos para que votasen a su favor.
- Acabo de notar que no usas la alianza - él comentó.
- Eh ... decidí que ya había pasado bastante tiempo de luto.
- Tanto luto por un matrimonio que duró menos que un día?
- No seas impertinente. De cualquier modo, Herbert me dijo que se sentía incómodo con mi luto, y yo respeto los sentimientos de él.
- Claro. Y qué es de la vida del yanqui vendedor de alimentos de gallinas ?
- Y qué te importa eso?
- Sólo creo que te ves mejor cuando estás sin él ...
- No recuerdo haberte pedido tu opinión. - ella mantuvo el tono frío y pensó en una manera de librarse de ese canalla. Las personas a su alrededor ya comentaban, viéndolos bailar.
- Vas a casarte con el pelado ?
- Qué pregunta atrevida! Herbert es solamente mi enamorado.
- Eso me sonó como una negativa. - Cash sonrió y la hizo girar por el salón. - Bello colar. ? Es verdadero o una imitación de zafiros?
- No seas grosero. Los caballeros no hacen ese tipo de preguntas.
- Me parece demasiado caro para el sueldo de una bibliotecaria. Esos zafiros no fueron ganados con honra.
- Sos un maleducado . Y si quieres saberlo , las joyas son verdaderas y pertenecen a una hacendada rica.
- Una de las Damas de la Estrella Solitaria?
- Si, pero eso no tiene que interesarte .
- Estarías linda aún sin ninguna joya . Y deberías usar el color azul más seguido . Te Resalta los ojos.
- Gracias . - Bonnie mantuvo su voz distante. La música terminó y él la condujo hasta la mesa del ponche, donde se encontraba el diputado Farraday.
- Hacen una linda pareja .
- No lo creo - Bonnie dijo.
Un conocido hacendado, joven y rico, se aproximó a ella y la invitó a bailar.
- Me encantaría ! - Bonnie tomó el brazo que él ofrecía y fue hacia la pista de baile .
Cash los acompañó con la mirada, mientras ellos se movían suavemente. Le había gustado mucho la manera en que la bibliotecaria mojigata encajaba en sus brazos y deseaba volver a bailar con ella.
- Qué mujer! - exclamó para sí mismo. Josh concordó mientras la observaba bailar.
- Sabes quién es ella , no?
- Una bibliotecaria puritana de Shot Gun - Cash murmuró. - Terca y astuta como yo . Maldigo el día en que ella se cruzó en mi camino.
- Bibliotecaria ? - Josh sonrió . - Creo que vas a tener una gran sorpresa, muchacho .
- Por qué? - él preguntó con el ceño fruncido. No le gustaba la manera en que ese joven coqueteaba con Bonnie, sujetándola demasiado cerca.
- Dejémoslo ahí . No es nada importante. Bonnie es muy popular, no?
Cash vio a otro hombre interrumpiendo a la pareja y conduciendo a Bonnie por el resto de la pieza musical, dejando abandonado al primer caballero. Reconoció al sujeto, era un banquero de Dallas.
- Mierda , por qué todos quieren bailar con ella? - Cash murmuró. - Es la mujer más irritante que jamás haya conocido.
- Ah, ya sé! - Josh exclamó mientras se servía ponche. - Bonnie no se dejó derretir con tus palabras y encantos como las otras, verdad?
- En verdad , ni siquiera lo intenté - Cash respondió a la defensiva. - Podemos apostar lo que quieras, la tendré.
- Yo no lo intentaría. A la mitad de los hombres de este Estado les gustaría casarse con ella. Creo que es por eso que usó luto por tanto tiempo, para mantener lejos a los aprovechadores .
- Pero quién querría casarse con una pobre bibliotecaria? - Cash tomó un trago de su bebida. - Y encima siendo tan terca y puritana!
- Me doy cuenta que desconoces muchas cosa respecto a ella. - Josh le guiñó un ojos . - Bonnie realmente te tiene enganchado , verdad?
- Nada de eso! Ella es una mosca en mi sopa , una piedra en mi zapato , y un grano en mi culo desde el primer día que nos conocimos. Está obstaculizando mis negocios, pero no me va a vencer!
- Ah! - Josh exclamó, finalmente entendiendo la situación. - Por qué no me contaste eso esta mañana? Cash, creo que encontraste una oponente a tu altura.
- Eso ya lo veremos. - Cash depositó la copa sobre una mesa y cruzó el salón. Bonnie se reía con el pedazo de maricón que la acompañaba. - Es mi turno - Cash anunció, apostándose al lado de ellos.
- Creo que no - Bonnie retrucó.
- Escuchaste lo que la dama dijo ? Ella no... - El banquero enano intentó impedirle a Cash que....
- Te dije que es mi turno . - él se colocó entre los dos, tomándola en sus brazos y dejando el hombre atrás, todavía protestando.
- Sos un bruto !
- Soy un mercader de la violencia bruto e impertinente , o todavía no lo sabías?
- Estás llamando la atención de todos! - Bonnie protestó perturbada. - Nos están mirando.
- Que me miren ! - Cash la sujetó todavía más cerca.
- Ahora si , vas a provocar un montón de chismes - ella le dijo , intentando aflojar el abrazo.
- Y qué me importa ? - Bonnie encajaba perfectamente en sus brazos; era delicada , y el perfume que usaba lo hizo respirar profundamente varias veces. - No sé cómo comportarme en eventos sociales como este, pero quería bailar con vos otra vez.
- Podrías haber sido más educado. - ella no quería sentirse halagada, pero sabía que las otras mujeres en el salón la envidiaban por estar bailando con Cash.
- Hace calor aquí adentro, verdad? - él comentó, mirándola a los ojos y sonriendo.
- Si, podrían abrir las puertas de los balcones.
Cash estudió su boca carnosa .
- Por qué no vamos al balcón , donde está más fresco? Bonnie intentó protestar, pero él ya la conducía, bailando, hacia afuera.
Era una noche de luna llena y se olía el perfume a rosas del jardín.
- Aquí está mejor. - él suspiró y continuó bailando.

- Llévame de vuelta adentro en este mismo instante. Qué diría Herbert si se entera que estuve aquí afuera con un patán como vos ?
- ?l no confía en vos ?
- Por supuesto que si. Es en vos , en quien ni Herbert ni yo confiamos.
- Bonnie, sos una dama. Yo siempre trato a las damas con mucho respeto. - Cash dejó de bailar y la observó, pero sin soltarla.
- Ya vi con qué clase de mujer andas - ella dijo intentando librarse del abrazo. - No creo que conozcas a muchas damas.
- Es verdad. Las verdaderas damas parecen no querer hablar con un hombre como yo - él admitió.
- Vamos , no te hagas el modesto - Bonnie replicó. - Hasta la esposa del gobernador te mira como un perro hambriento delante de un buen bife. Apuesto a que ella espera que la saques a bailar.
- No me importa . Me gustaría hablar con vos sobre otra cosa.
- Sobre qué? - Bonnie lo miró con desconfianza. Se había olvidado cuan guapo era Cash . Su corazón comenzó a latir más fuerte, de una manera desconocida. - Creo que es mejor que entre No quiero que las personas hablen sobre mí .
- Bonnie, si cualquier hombre se atreviese a manchar tu nombre, yo sería capaz de golpearlo hasta desmayarlo.
- No intente parecer galante, eso me confunde. - ella intentó apartarse, pero él estrechó todavía más el abrazo. - Hasta quedaría impresionada si no conociese a su fama con las mujeres.
Gentilmente, Cash le quitó una mecha de cabello del rostro.
- Las personas hablan , no se puede cambiar eso .
- Se comenta que dejaste una colección de corazones rotos en Dallas.
- Tal vez todavía no haya encontrado la mujer adecuada - él murmuró y , en seguida, se calló , observándola de una manera que hacía que el corazón de Bonnie se acelerase. Súbitamente, ella se sintió muy acalorada. El aire parecía estar cargado de electricidad. El calor del cuerpo de Cash la envolvía. Sabía que, siendo una dama, debería desprenderse y correr adentro, pero las sensaciones eran más fuertes que ella.
- Bonnie... - con excitante lentitud , Cash aproximó los labios a los de ella.
Bonnie no intentó escapar. En vez de eso, levantó la cara y se dejó besar. Ningún hombre jamás la había besado de esa forma, con tal habilidad, haciéndola inclinarse y querer más . Bonnie abrió los labios, y la punta de la lengua de Cash delineó el contorno de su boca. Gimiendo, se aferró a él, haciendo que el beso se profundizase todavía más,. Cada fibra de su cuerpo deseaba más,, mucho más,. Sin embargo, se obligó a apartarse .
- Yo ... no debía haber permitido eso.
Cash parecía avergonzado y perplejo.
- Y yo siento haberme tomado este tipo de libertad con una dama, pero no pude resistirme.
- Esto no va a cambiar mi opinión en relación al boxeo . - Bonnie parpadeó confundida . - Por lo tanto, si crees que ...
l No te confundas Bonnie . Yo cambiaría un lugar en primera fila en el infierno por un beso tuyo. - Y la besó una vez más , estrechándola en sus brazos con más ardor.
Bonnie jadeó con la sensación de los labios pegados a los suyos. La lengua de Cash invadió a su boca . La mano subió hasta la curva de sus pechos. Jamás había sentido deseo, y eso a aterrorizaba, pero no lograba apartarse . Quería ser besada, tocada, acariciada hasta perder la razón y que Cash hiciese de ella lo que se le antojase. Si él la alzase en sus brazos, la llevase al jardín e hiciesen el amor, ella no estaba segura si intentaría impedírselo. Imaginó el calor de la boca de Cash sobre sus pechos y ella acostada en medio de las flores. Las manos grandes en sus muslos serían gentiles, pero exigentes, y , entonces. ..
La música que venía de adentro de la mansión cambió de un vals a una polca. Y eso rompió la magia, Bonnie se apartó de Cash con un empellón .
- Pero , por Dios, qué estoy haciendo aquí afuera con el enemigo? - ella salió corriendo y entró en el salón.
Cash se quedó parado observándola partir. Su cuerpo latía de deseo. Jamás había sido besado con semejante inocencia y , al mismo tiempo, con tanto ardor . Querría haber llevado a Bonnie a algún lugar en que pudiesen hacer el amor apasionadamente, sin interrupciones. Por la forma en que ella había respondido a sus besos le decía que ella se sentía de la misma manera. De repente, la bibliotecaria remilgada y recatada se había transformado en una mujer ardorosa .
- Carajo! - maldijo al apoyarse en un árbol y encender un cigarro. La señora Purdy continuaba sorprendiéndolo. Bien, probablemente estarían juntos en el tren de vuelta a Dallas al día siguiente. Tal vez pudiese verla a solas. Ella no solamente era deseable, sino también vulnerable. Seducir a su enemiga sería tan bajo como ser atrapado robando dinero de la sacristía de una iglesia . Y apenas podía esperar para cometer esa bajeza .

Bonnie estaba confundida e irritada al entrar al salón. Tenía la sensación de que todos la observaban. El gobernador la tomó por la mano antes que ella pudiese retirarse.
- Creo que este bailes es nuestra, señora Purdy.
- Con placer. - Bonnie intentó exhibir su mejor sonrisa mientras bailaban. De reojo , vio cuando Cash volvía al salón; él parecía contrariado. Se lo merece . No debía estar acostumbrado a que sus deseos le fuesen negados. Las personas tenían razón respecto a su talento para seducir mujeres. Casi se había dejado llevar, a pesar de saber que era un canalla . Si él la hubiese llevado al jardín e hubiese intentado hacerle el amor, no sabía si habría podido haberse negado, o si quería negarse . Se estaba volviendo loca? Aún sabiendo qué clase de hombre era, había deseado que él continuase.
- Estás muy callada - comentó o gobernador.
- Disculpa, sólo estoy cansada... El se rió mientras bailaban.
- La de hoy a la mañana fue una manifestación muy fuerte .
- Crees que los diputados puedan cambiar de opinión respecto a la pelea?
- Sin duda - él le aseguró. - Entre las esposas, muchas de ellas son miembros de las Damas de la Estrella Solitaria. Y también están los ministros y sacerdotes, que tienen el poder de influenciar votos. Ese empresario no tiene ni la mas mínima posiblidad.
- Perfecto. - ella sonrió satisfecha. Observó a Cash dirigirse cabizbajo a la mesa do ponche, y casi sintió pena.
Cash estaba de mal humor mientras tomaba un ponche con Josh y otros tres hombres.
- Qué sucedió? Parece que fuiste atropellado por un carro - quiso saber Josh.
- Es ella. - Cash señaló a Bonnie con la copa . - No sé bien qué hacer con esa mujer.
Josh lo observó de manera crítica.
- Estás enamorado? Si es verdad, quiero ser el padrino.
- Estás loco? Ella es mi mayor enemiga. Casarme ? Ah! Mierda , Josh, sé franco, cómo crees que los diputados votarán ?
Su antiguo patrón suspiró y sacudió la cabeza.
- Tienes mi voto, Cash, pero no creo que tenga muchos mas . Creo que la señora Purdy ganó una vez más .
- No entiendo - Cash se quejó . - Ella es muy astuta, incluso más que muchos hombres. Es demasiado mujer para ser una simple bibliotecaria.
- Ah, si supieses... - Josh murmuró.
- Qué cosa ?
- Nada. Sólo que Bonnie Purdy es muy astuta.
- Lo es ... nadie más que yo sabe eso. - Cash tuvo que admitir al acordarse de los besos que habían intercambiado . Frunció la frente al ver que otro hombre la sacaba a bailar.
El gobernador se aproximó a ellos para servirse ponche.
- Gobernador, déjeme presentarle a Cash McCalley - Josh dijo.
Los dos hombres se saludaron.
- Ah, si , el hombre de la pelea de boxeo . Lamento que el evento no vaya a a suceder, muchacho. Las damas y los religiosos tiene más influencia que vos.
Cash maldijo por lo bajo. Qué mujer! Dulce y tierna en sus brazos, pero dura cuando precisaba serlo .
- Gobernador, puedo pedirle entonces, que me ayude a entrar en contacto con el presidente Cleveland? Pienso que tal vez se pueda realizar la pelea en territorio indígena. No queda muy lejos .
- Por supuesto . El territorio indígena puede ser un buen lugar para eso.
Cash volvió a sonreír. Bonnie creía que había vencido, y tal vez lo hubiese hecho en Texas, pero podría sorprenderla con ese as en la manga.

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