sábado, 6 de marzo de 2010

LA VIUDITA - CAPITULO 20 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 20


A la tarde siguiente, Cash entró en el tren sin que Bonnie lo viese. Ella observaba la estación como si lo buscase. Estaba satisfecho. Planeaba seducirla esa noche, tal vez hasta en la cabina pagada por las Damas de la Estrella Solitaria. Por todas las dificultades que estaba teniendo , eso sería lo mas justo.
Bonnie abordó el tren rezando para que Cash no estuviese allí . El se creía muy astuto pidiéndole al gobernador que lo ayudase a organizar la pelea en territorio indígena. El gobernador le había contado todo, y ella lo había persuadido de hablar con el presidente Cleveland, para convencerlo y evitar que el evento se realizase en terreno controlado por la Federación. Y todo indicaba que el presidente concordaría con ellos.
De cierta forma, no estaba tan contenta como se imaginaba que estaría al derrotar al empresario canalla otra vez. Se acordó de los besos y
se estremeció . Cómo Cash se había atrevido a tanto ? Ese sátiro se animaba a pensar que podría poseerla fácilmente como hacía con tantas otras mujeres. Pero con ella sería diferente; si pensaba que caería de rodillas seducida por sus encantos , estaba muy pero muy equivocado. Las palabras de Clint dichas poco después del casamiento la habían herido al punto de haberse jurado nunca mas volver a amar . Amor implicaba confianza, y ella ya no confiaba en los hombres, principalmente en los texanos.
Se dirigió a la cabina y suspiró, aliviada, al oír el pitido del tren. Observó el paisaje que se desplegaba por la ventanilla , se acomodó y pensó en las tantas tareas que las Damas de la Estrella Solitaria todavía tenían que realizar para hacer que ese Estado fuese un lugar decente.
Pero no lograba concentrarse, pensando en el mercader de la violencia . Tal vez él no se encontrase en el tren. No sabía si sentía alivio o decepción . Cómo podía sentirse
así ? Después de todo , ese hombre era una amenaza para su vida serena y organizada. Herbert, si, representaba un futuro seguro y confiable. Y aburrido. Intentó imaginarse los besos de Herbert y sintió ganas de bostezar. Cash era completamente diferente, la hacía sentirse una... una cualquiera. Eso la asustaba y la excitaba al mismo tiempo.
Oyó la primer llamada para la cena. No tenía hambre, pero estaba tan aburrida que deseó encontrarse con alguna dama para conversar.
En el vagón restaurante, el camarero la llevó a una mesa y le dijo que no había más lugares disponibles, por eso ella se ofreció a acompañar alguna otra mujer. El camarero entonces le extendió el menú. Después pensar un poco, ella pidió:
- Voy a querer un bife a punto, espárragos frescos, papas asadas, pan y una porción de torta de chocolate. Para beber, me gustaría una copa de leche.
- Lo mismo para mí, excepto por la leche - Cash informó sentándose en frente de ella.
El camarero asintió y partió.
- Señor McCalley! - ella lo encaró furiosa. - Pensé haberle dejado en claro al camarero que compartiría la mesa con otra dama.
- El te entendió perfectamente bien , pero no hay nada como un dólar de plata como para cambiar de opinión - Cash explicó sonriendo.
- Sos un corrupto !
- No sé lo que eso significa, pero estoy seguro que debe ser un comentario elogioso.
- Nunca dudes de eso.
- Bien, tenemos un largo viaje por delante , sólo nos queda aprovecharlo .
- No veo manera de aprovecharlo . - Ella puso la servilleta sobre su regazo. - Te agradecería si me dejases sola . No sos el tipo de hombre con quien yo suelo relacionarme . Jamás te habría conocido si no fuese por esa estúpida pelea de box .
- Prefieres a los hombres insípidos y respetables como el vendedor de alimentos de gallinas ?
- Por supuesto . No me gustan los hombres peligrosos e imprevisibles.
- Y eso te asusta? - Cash la miraba sin sonreír.
-Señor McCalley, mis antepasados lucharon contra los yanquis, contra los indios y contra los mexicanos por ganarse esta tierra. Siendo texana, no le tengo miedo a nada que se arrastre , camina, vuele o nade.
- Entonces, a qué le tienes miedo? Vos prácticamente huyes cada vez que me aproximo.
Bonnie se sintió ruborizar porque era verdad. Cuando él se aproximaba, algo dentro de ella se disparaba, y eso la amedrentaba.
- No tienes mi permiso para ser tan personal. Estás siendo impertinente.
- Siempre me olvido que sos una bibliotecaria. Tendrás de explicarme lo significado esa palabra.
- Es un insulto. Consulta un diccionario , no muerde .
Cash solamente sonrió .
Qué sería necesario hacer para que él se cambiase de mesa?
El camarero trajo los pedidos, y Bonnie se concentró en comer, observada por Cash. El a duras penas podía pagar por esa comida, pero se sentía optimista. Si pudiese convencerla de desistir de su oposición , la pelea sería un negocio altamente rentable. Esa noche planeaba seducirla y , sonriendo, pensó que la tarea no sería para nada desagradable .
Terminaron de comer la deliciosa cena en silencio.
- Si no te importa - Bonnie dijo de modo distante al levantarse -, voy a volver a mi cabina.
Cash se levantó y se curvó .
- El placer fue mío , señora Purdy.
Ella empinó la nariz y dejó el restaurante. Una vez en la cabina, intentó concentrarse en los papeles de trabajo, pero su mente siempre se desviaba hacia el encantador de serpientes . Sabía qué clase de persona él era, pero aún así no lograba sacarlo de sus pensamientos. Eso la enervaba. Escuchó el sonido de botas por el pasillo y suspiró aliviada. McCalley ya debía haber vuelto a su lugar .
El ambiente en la cabina era muy opresivo. Al consultar el reloj, verificó que había pasado una hora desde la cena. Miró por la ventanilla y vio que la noche ya había caído. Con el cretino de vuelta en su asiento , ella podría arriesgarse a salir a respirar un poco de aire fresco.
El vagón restaurante ya estaba desierto, aparentemente todos en el tren ya se habían retirado a descansar . Bonnie abrió la última puerta y pisó la plataforma casi chocándose con un hombre que estaba saliendo de allí .
- Discúlpeme - ella dijo , pero entonces se dio que se trataba de Cash. - Oh, pensé que estaría jugando en el bar o de vuelta en tu asiento.
- Era allí mismo donde me dirigía - él dijo lentamente , mirándola desde arriba. - Pero puedo quedarme a hacerte compañía.
- Prefiero que no lo hagas - Bonnie retrucó y pasó por al lado de Cash, yendo a apoyarse en la barandilla .
- Estoy intentando ser educado.
- Está intentando ablandarme . Buenas noches, señor McCalley.
Cash fingió no entender la orden de retirarse. Y en vez de eso, se aproximó .
- Casi no te reconocí en el baile, Bonnie . Estabas hermosa.
Bonnie intentaba no dejarse llevar por su galanteo .
- Y antes de eso, yo era... demasiado sencilla ... demasiado básica?
- No, solo... una mujer común. Quiero decir, no esperaba encontrarte en el baile. - Cash tomó un cigarro y preguntó : - Te importa si fumo?
- De ninguna manera - ella respondió sin pensar. - Me gusta el olor a tabaco, lo encuentro muy viril...
El encendió el cigarro y admiró el paisaje por la cual pasaban.
- Bonito, no? No hay otro lugar como Texas; el paraíso tal vez.
- Ese es un lugar que jamás verás - Bonnie comentó.
- No me importa . Ya vi Texas, y con eso me considero un hombre de suerte.
- Parece estar demasiado contento para ser alguien que acaba de ser vencido en Austin.
- Estás segura que conseguirás los votos para evitar la pelea? - Si.
- Sabes que estás a punto de arruinarme ? Económicamente, quiero decir.
- Lamento eso, pero es una cuestión de principios.
Cash observó su perfil. Cómo había podido pensar que ella era una mujer común y corriente ?
- En verdad , no lo lamentas. Has hecho de esto algo personal.
- Puede ser. A propósito, tiene un bello garañón. Si de hecho llegas a la bancarrota , conozco al dueño de una granja que puede interesarse en comprártelo.
Cash negó con la cabeza.
- Creo que nunca voy a estar tan desesperado. Dusty es hijo del famoso Dust Devil. Pero, cuéntame , quién es el granjero a quien le gustaría comprar mi caballo?
- El propietario da Lazy S. Oíste hablar de esa granja?
- Y quién no ha oído hablar de ella ? Dicen que es muy grande. Conoces al dueño?
- El es muy conocido en Shot Gun.
- Siempre quise tener mis propias tierras, pero nunca mucha suerte. Me quedé sin dinero en 1893. - Arrojó el cigarro afuera . - Si no puedo organizar esta pelea, perderé el resto de mis ahorros.
- Podrías volver a trabajar como vaquero.
- Podría, pero entonces tendría que desistir de mi sueño. Detestaría tener que vivir como mis padres, que trabajaron toda la vida para otras personas. Ni siquiera poseían la tierra en que fueron enterrados . La vida nunca fue fácil para los escoceses.

La sinceridad de Cash conmovió a Bonnie.
- Ni para los irlandeses - ella admitió. - Nosotros éramos doce hermanos. Papá perdió una pierna en la guerra y acabó involucrándose en el contrabando para mantenernos . - Se detuvo por un instante, nunca había mencionado a Danny a otras personas. No había nadie en quien pudiese confiar. - Siento mucho tener que oponerme de esa manera. No era mi intención causarte problemas económicos. No soy una persona cruel. - sin reflexionar, colocó la mano en el brazo de Cash.
- Si las cosas fuesen diferentes - él dijo suavemente -, y nos hubiésemos conocido bajo otras circunstancias , qué podría haber sucedido ?
Bonnie se sintió un poco culpable .
- Creo que no frecuentamos exactamente los mismo círculos sociales . Si no fuese por la pelea, tal vez nunca nos habríamos conocido.
- Aún así, me alegra que haya sucedido - él susurró, mirándola de cerca.
Bonnie debía apartarse , estaba suficientemente cerca como para sentir la colonia , el olor a cigarro y el olor de su piel bronceada.
- Deberíamos entrar ahora - ella murmuró, con el corazón latiendo frenéticamente.
- Deberíamos.
Ella intentó dar un paso atrás, pero la barandilla de protección estaba a
su espalda . A la luz de la luna, vio los ojos grises, tan grises como una tormenta que se aproximaba. La boca de Cash parecía suave y tierna, y ella recordaba su gusto.
- Realmente debo irme. - ella jadeó cuando sintió la mano de él sujetando su mentón e inclinándole la cabeza.
- Puedes irte - Cash susurró y la besó. Bonnie casi perdió el equilibrio. - Cuidado. - Cash la sujetó con firmeza en sus brazos.
Sin tener intención, Bonnie colocó las manos sobre su pecho y se dejó besar nuevamente.
- Debo irme - ella dijo una vez más , pero sin moverse.
- Si, es cierto - él murmuró mientras su lengua acariciaba su boca, pidiendo permiso para entrar.
Ella no consiguió evitar abrir la boca y dejar que la lengua de Cash tocase la suya. Debía detener todo aquello, pero era demasiado bueno , especialmente ahora que los dedos ágiles se movían debajo de la blusa, justo encima del corset . Sabía que debería protestar, abofetearlo, y huir, pero , era como si estuviese hipnotizada. No podía moverse, sólo apoyarse en el cuerpo masculino y permitir que la abrazase más fuerte.
- Cash... no...
- Qué quieres? - él no dejó de hacer lo que hacía con las manos. Un largo momento pasó ; ella cerró los ojos, sabiendo que debería oponerse . Era lo que el decoro y las buenas costumbres mandaban.
- Cash, no... para ... - Bonnie gimió al sentir que él sujetaba sus pechos, jugando con los pezones.
El paisaje pasaba por la vista de ellos, pero Bonnie sólo estaba consciente de esa boca, de esas manos y de su propio deseo, un deseo que ningún otro hombre jamás había despertado en ella .
Estaba siendo besada en las mejillas, detrás de las orejas, en el cuello. Instintivamente, arqueó el cuerpo deseando que él le besase los pechos, pero eso sería difícil sin desvestirla .
- No voy a traicionar a las Damas de la Estrella Solitaria - ella murmuró.
- No te estoy pidiendo que lo hagas , querida - Cash susurró y volvió a besarla. - Sólo quiero amarte . Y vos también lo quieres, lo sé .
La mano ahora levantaba la falda y lentamente se movía por los muslos hasta llegar a la ropa interior .
Bonnie sintió un calor creciendo , quería que él la tocase, que la estimulase, quería... Estaba fuera de si. Cómo podía ser la presidente de las Damas de la Estrella Solitaria y permitir que ese mujeriego la tocase de esa forma, al aire libre, a la vista de todos ?
Necesitó de toda la determinación que poseía para separarse de él.
- No! - Bonnie protestó, empujó los brazos de él, abrió a puerta y salió corriendo hacia su cabina .

No hay comentarios: