sábado, 27 de marzo de 2010

TREINTA DIAS - CAPITULO 15 - MELISSA MAYHUE

CAPÍTULO 15


Cate se despertó pensando , no por primera vez desde que había llegado aquí, que gustosamente pagaría unos cuantos miles de dólares por una taza de café. O una barra de chocolate. O incluso una taza de un buen té escocés para el desayuno. El problema era que los escoceses no tendrían té para el desayuno por otros cien años . O alguna otra forma de cafeína que ella pudiese encontrar.

Frunció el ceño. Los dolores de cabeza producidos por falta de cafeína eran los peores. La próxima vez que fuera a quedarse varada en la Edad Media, se acordaría de llevar consigo algunos comestibles. En el mismo momento en que ella llegase a su casa, iba a ir directamente a al Starbucks de la esquina y se compraría un café grande - no, Cappuccino . Con doble porción de crema. A la mierda con las malditas calorías .
Desperezándose , tocó con el pie a su fiel compañero de cama, Bestia. Él chupó los dedos del pie, luego se dio vuelta para continuar durmiendo . El perro había pasado todas las noches en su cama desde que había llegado aquí, y también pasaba todo el día con ella . En una de las raras ocasiones en las que Connor le hablaba , él murmuraba que estaba malcriando al perro, que lo "había ablandado" convirtiéndolo en un perro faldero y que ya no sería un compañero adecuado para un guerrero.
Anabella decía cosas mucho peores. Por supuesto, la aversión de Anabella hacia el perro era solamente una de las razones por las cuales Cate dormía con Bestia todas las noches. Había algo muy reconfortante en el hecho que tu perro guardián que sea del tamaño de un pequeño caballo - un caballito con dientes muy grandes.
Mientras se vestía , pensó en su estadía aquí. En las últimas dos semanas se habían acomodado a la rutina medianamente previsible del castillo . Las comidas se realizaban en el gran salón con toda la familia , la cual - Cate rápidamente había aprendido - incluía a todos los soldados y los criados que habitaban el castillo y otros miembros de la nobleza.
Siempre podía contar con lo que secretamente denominaba como el "Comentario Odioso del Día " de Anabella . ese comentario era proferido en algún momento de la comida, usualmente cuando el número de observadores era más grande. Ella siempre tenía algo venenoso que decir. La mujer estaba poniendo a prueba la paciencia de Cate .
Blane todavía la hacía sentirse incómoda. Pero no hablaba mucho con ella , pero Cate frecuentemente tenía la sensación de puntada molesta en la nuca , y cuando se daba vuelta lo encontraba observándola.

Artair la ignoraba completamente. Cate creía que después de su apreciación sobre su inconveniencia hecha en la primera noche , él no la consideraba digna de su atención.
Connor, cuando él estaba por ahí, era educado pero distante. Cate asumía que el beso rápido dado en las escaleras lo había perturbado más de lo que ella había pensado. El parecía esforzarse por mantener la distancia y pasaba muchas horas en el campo de entrenamiento practicando con la espada. Eso simplificaba las cosas para Cate. Ella no podía explicarse a sí misma por qué se sentía así al estar cerca de él, y realmente no quería hacer el intento de explicárselo.
Cate pasaba los días con Rosalyn o Mairi, la primera ayudándola para no meterse en problemas y la segunda ayudándola a meterse en nuevos problemas. Habiendo crecido sin una madre o una mejor amiga, Mairi disfrutaba su compañía inmensamente, a pesar de las dificultades formaban parte de la vida de todos los días.
Mairi rápidamente se había convertido en su compañera favorita.


Un día habían paseado por el bosque con el pretexto de recoger hierbas, pero realmente habían pasado todo el tiempo nadando en un pequeño arroyo y jugando como niñas. Cate le había contado a Mairi que las mujeres de donde ella venían frecuentemente andaban sin zapatos, que adornaban las uñas de los pies con pintura y joyas. Mairi estaba tan fascinada con la idea que Cate le había dado el anillo de sello que traía puesto para que la muchacha se lo probase en un dedo del pie. Le calzaba perfectamente. Decidieron que Mairi se quedaría con el anillo y que debía lucirlo orgullosamente. Después de todo, Anabella seguramente lo notaría y se sentiría molesta.
Las aventuras más excitantes eran cuando ella y Mairi se metían subrepticiamente detrás de lo los árboles alrededor del campo de entrenamiento para espiar la práctica de Connor con la espada. Dios mío, ese hombre era asombroso.
Ninguno de sus compañeros de gimnasio podría equipararlo . Y cuando Connor se había quitado su camisa, Cate se sintió convencida de que su corazón realmente había dejado funcionar . Mairi se había reído en voz alta ,y Cate tuvo miedo de ser atrapadas, pero habían logrado escapar inadvertidas.
Todos los días, cuando estaban seguras que Connor estaba ocupado en el campo de entrenamiento , ella y Mairi se escabullían para la lección de equitación .Cate había hecho un gran progreso. Bueno, al menos un gran progreso para ella. Ahora Podía estar sentada sobre el caballo sin tener un ataque de pánico , y ayer incluso había logrado avanzar unos pasos.
Al ver que los hombres iban al campo de entrenamiento, Cate corrió a la cocina para agarrar y volvió a tiempo para encontrar a Mairi para la lección del día.
"Vamos, muchacho." Ella palmeó a Bestia mientras se dirigían a través del gran salón hacia la cocina . "Apuesto a que encontraremos algo para vos ."
"Entonces ahora hablas con un animal."



Qué mala suerte! Anabella estaba sentada en una mesa con varias damas.
" No se puede esperar mucho más de ella , entienden ? " La mujer le habló a las damas a su alrededor , pero obviamente que Cate la escuchase.
La platea esperaba ansiosamente ver su reacción, ninguna se molestó en disimular sus risitas nerviosas.
"Ella viene de una tierra de paganos y no ha conocido otra cosa mas que eso . Incluso le permite a ese animal inmundo acostarse con ella ... en su cama."
"Me pregunto si vos duermes con algo mejor , " Cate murmuró para a sí misma.
"¿Qué dijiste ?" Anabella preguntó agudamente.
"Sólo "buenos días" . Siento no poder quedarme a charlas . Solamente voy a la cocina por un poco de comida." Como si tuviese algún interés en charlar con ella....
"Si no te quedases holgazaneando en la cama hasta tan tarde , entonces podría tomar el desayuno con todos nosotros ." Otra vez las risitas amortiguada.
Cate había bajado temprano ese día. Y Anabella no estaba la vista . En su mayor parte eran hombres, preparándose para ir a entrenar o a trabajar en el campo . No le había parecido particularmente cómoda su compañía .
"Y esa bestia inmunda no va a entrar a mi cocina."
"Muy bien." Cate llevó de regreso a Bestia a la entrada y abrió la puerta, esperando que él saliese . "Solamente espera aquí , muchacho. Te traeré algo rico." Ella acarició su pelaje y volvió a ingresar al gran salón . Había hecho la mitad del trayecto cuando Anabella habló nuevamente.
"Las criaturas inmundas no deben estar en la cocina … pero al menos el perro se quedó fuera." La risitas no fueron amortiguadas esta vez.
Cate se detuvo en la puerta, su espalda rígida, su cara, enrojecida . No le daría a Anabella el gusto de admitir que la había escuchado. Pero cuando ella quiso agarrar una de las hogazas duras de la canasta, se dio cuenta que ya no tenía apetito.
Salió por la puerta trasera de la cocina. No quería volver a ver a esas mujeres. Iría a buscar a Mairi y confrontaría su temor a los caballos En vez de eso. Incluso enfrentar un caballo era preferible que enfrentar a Anabella.
Con la mente todavía estaba fijada en la vergüenza que acababa de pasar, Cate estaba determinada a encontrar a Mairi así podrían empezar con la lección del día. Se detuvo abruptamente cuando vio a Blane esperando en los establos en vez de la Mairi, quien llegó poco después que ella. Mairi no parecía muy feliz de ver a su primo.
" Qué haces aquí? Viniste a espiarnos?" Mairi lo acusó .
"Oh, Mairi. Siempre la rebelde de la familia . Has empezado a corromper la pequeña Caitlyn ?" Él le dio una mirada desdeñosa a su prima , comiendo un bocado de la manzana que tenía en la mano que antes de tirarla descuidadamente. "Y estoy aquí para ayudarte , muchacha."
" Y qué clase de ayuda estás ofreciendo, Blane?" Mairi
plantó sus manos en sus caderas, con una mirada escéptica en la cara.
"Papé ha enviado a Lyall a hacer un recado. Y antes que partiese, me pidió que venga en su lugar para que no te sientas decepcionado." Él le habló a Mairi, pero su mirada fija estaba en Cate.
Mairi hizo una pausa, tuvo un momento de indecisión. "Muy bien, Blane, pero no debes decírselo a nadie. A nadie . Lo prometes ?"
"Prometido." Él hizo una reverencia profunda. "Estoy al servicio ustedes, bellas muchachas ."
Mairi suspiró. "Debes estar sorprendida , Cate. Tenía intención de que Lyall viniese a ayudarnos, pero ahora tendremos que arreglarnos con él." Mairi arrugó la nariz. "Pensé que podríamos practicar en el prado hoy. Puedes ganar confianza allí con una cabalgata larga y lenta."
Cuando Cate comenzó a negar con la cabeza, Mairi alzó una mano para detenerla. " No aprenderás a cabalgar adentro de este establo. Debemos hacerlo al aire libre . Blane puede llevar los caballos y lo encontraremos allí. No te queda mucho . Si verdaderamente quieres hacer esto, entonces debemos hacerlo ahora. "
"Bien , lo haremos a tu manera." Cate suspiró.
Mairi tenía razón . Solamente poder estar sentado sobre un caballo no iba a ser suficiente. Pero deseaba no tener que hacer esto con Blane cerca.

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