martes, 9 de marzo de 2010

LA VIUDITA - CAPITULO 24 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 24

Era casi de noche cuando Bonnie llegó a la estación. Un hombre más viejo estaba en la boletería .
- Dónde está Wilbur? - Bonnie preguntó .
- Salió para entregar un telegrama al señor McCalley. En qué puedo ayudarla?
- Necesito enviar un telegrama a Arkansas.
Con el papel en las manos, intentaba acordarse quién era la presidente de la sede de allá. Gertrude Potts. Ya se habían conocido antes. Bonnie escribió :
Estimada Gertrude. Como presidente de las Damas de la Estrella Solitaria por la Decencia y el Decoro, me siento en la obligación de alertarte sobre una posible degradación que está por suceder en tu ciudad. El ministro de tu iglesia te lo contará en detalle . Es posible que yo misma viaje allá para darles apoyo moral. Atentamente, Bonnie Purdy.
Entregó el mensaje al empleado de telégrafo, quien lo leyó .
- Degradación ? - él preguntó , un poco demasiado interesado .
Hombres! Todos eran iguales.
- Si llega alguna respuesta, estaré en el hotel Cattlemen. - Bonnie se dio vuelta y salió de la estación.
Mas tarde, mientras leía, sentada cómodamente en una poltrona, oyó la llave en la puerta de la lado. Fue hasta la puerta comunicante y espió. Cash parecía muy contento , tarareando una canción de taberna, que la perturbó por su contenido .
Era obvio el por qué del buen humor de él ; ya debía haber recibido noticias de Hot Springs y tal vez hubiese estado celebrando en la cama de Fifi. Eso la irritó . Colocó el pañuelo de vuelta en el agujero. Precisaba pensar en qué hacer. Debía volver a su casa, pero , por otro lado, detestaría ver que ese hombre ganase.
Pasó una noche durmiendo mal y había acabado de dormirse cuando oyó un golpe en la puerta avisando , que era el servicio de cuarto. Más tarde, Wilbur llegó con un telegrama.
- Puedo supone que ya le dejaste leer mi telegrama al señor McCalley ? - ella preguntó . El muchacho se puso rojo y comenzó a balbucear. - Dejémoslo ahí . - Bonnie tomó el papel y cerró la puerta con un golpe.
Estimada señora Purdy. Acabamos de ser avisadas por los ministros sobre ese terrible evento pecaminoso planeado para Hot Springs. Necesitamos de la ayuda de alguien que sepa organizar. Podría acompañar al reverendo Tubbs? Atentamente, Gertrude Potts, presidente de las Damas por la Decencia y por el Decoro de Arkansas.
Bonnie no quería ir hasta allá y ser obligada a continuar relacionándose con McCalley. Terminó de arreglarse y fue a hablar con el reverendo Tubbs.
- Yo también recibí un telegrama - él le dijo, haciéndola entrar. - Tendremos que trasladarnos a Hot Springs para ayudar nuestros hermanos y hermanas a combatir el pecado.
- No tengo mucha ganas de ir. - En verdad , ya no quería viajar en tren junto a Cash.
- Pero es nuestro deber! - El reverendo se levantó y comenzó a caminar inquietamente . - Hot Springs es la nueva Sodoma y Gomorra.
Bonnie le dirigió una mirada cuestionadora.
- Por lo menos es lo que la gente me dice - él agregó rápidamente.
- Muy bien, si usted cree que debo ir... Es que estoy muy cansada de tener que lidiar con el señor McCalley.
- No la culpo, pues es un personaje siniestro . Esa mujer con quien se lo ve baila de manera escandalosa, mostrando la ropa interior. Por lo menos eso es lo que las pobres almas perdidas que frecuentan la taberna me cuentan.
Hombres! Sería que , a excepción de Herbert, no habría un solo ejemplar del sexo masculino que se resistía al alcohol , las mujeres y la música pecaminosa ?
- El señor McCalley también irá a Hot Springs? - Bonnie preguntó .
- Si, pero estaremos allá para organizar la oposición. - El reverendo se frotaba las manos en anticipación. - Hot Springs, allá vamos ! Hay un tren que parte para allá mañana temprano.
- El señor McCalley probablemente estará en él - ella concluyó .
- Entonces podremos rezar por ese hombre durante a viaje. Voy a invitar a algunas Damas de nuestra iglesia para que nos acompañen .
Por lo menos con la presencia de las Damas, ella no correría el riesgo de verse acorralada y seducida por sus besos.
l Está bien, nos encontramos en el tren, entonces.
Fue al hotel para arreglar el equipaje. Sonrió al pensar en la reacción del patán al descubrir que el reverendo, ella y otras mujeres estarían en la ciudad para impedir sus planes otra vez.

Cash se puso furioso cuando Wilbur le contó sobre los telegramas. Hot Springs tenía fama de ser un lugar muy poco civilizado, perfecto para la pelea de boxeo. Y ahora el ministro y la viudita irían allá para entrometerse de nuevo en sus negocios.
Esa noche fue a la taberna intentando disfrutar la actuación de Fifi, pero estaba con la cabeza metida solamente en su problema. Se preguntó si Bonnie sabía que Herbert se encontraba en primera fila, babeando como un perro en celo. Si él le contase, ella no le creería . Después de su número , Fifi se sentó a su lado.

- Pareces triste. Cuál es el problema?
- Me voy a a Hot Springs mañana para intentar organizar la pelea allá.
- Puedo ir con vos ? Podríamos divertirnos un poco en una de las cabinas del tren .
- Fifi, con mi actual situación financiera, tendré suerte si consigo pagar un pasaje en el vagón de carga.
- Pero yo pagaría ...
- No creo que sea una buena idea. tengo muchas cosas que resolver y vos serías una distracción.
- Me acuerdo que antes te gustaba esa distracción - la rubia habló apretando los labios .
- Sabes que tengo mucho que perder, Fifi, y todavía debo ablandar a la señora Purdy. - Cuando acabó de hablar, se dio cuenta que había metido la pata .
- Ella va a estar allá? - Fifi preguntó furiosa.
- No tengo certeza, pero es probable. Las Damas deben tener una sede allá también .
- No me gusta , Cash. Ya vi como ella te mira. - Fifi se puso todavía más nerviosa.
- Estás malinterpretando todo . Mierda, Fifi, esa mujer y yo no nos soportamos.
- Entonces, por qué veo chispas volando toda vez que ustedes se encuentran?
- Estás celosa, Fifi. Esa es la mujer más púdica que he conocido en toda mi vida, y , además, me odia.
- Esta sería tu primera vez, verdad? La primera vez que una mujer no se rinde a tus pies? Sé que tienes un encanto especial para las mujeres, Cash.
El suspiró cansado. Cada día estaba más harto de la rubia.
- Debo marcharme para preparar el equipaje. EL tren parte muy temprano.
- Por qué no vamos a mi casa? - Fifi sonrió como para disculparse. - Puedo ofrecerte algo para que te acuerdes de mí en los próximos días. - Y guiñó el ojo sensualmente .
Por algún motivo, Cash no estaba interesado en ese recuerdo . Fifi era vulgar y grosera. Y sabía que si él no estuviese en la cama de ella, algún otro hombre estaría. Se levantó para salir.
- Debo irme . Cuando vuelva, podemos encontrarnos y...
- Si me encuentras libre ...!! Hay por lo menos unos diez hombres que saltarían de felicidad si yo les diese una posibilidad, y todo lo que vos haces es pensar en esa viuda puritana, arrogante, creída, reprimida y ...
- Fifi, detesto a esa mujer. Ella sólo me trajo problemas desde el primer día en que la vi. Estoy luchando con todas mis fuerzas y si no consigo nada en Hot Springs, no sé que más puedo hacer. Te buscaré cuando vuelva.
- Acuérdate de lo que te puedo ofrecer y que vos rechazaste! - ella gritó. - Yo soy mucha más que esa mosquita muerta .
Cash se puso el sombrero y salió. Con un poco de suerte, Bonnie no estaría en el tren no día siguiente; pero , si estuviese, sólo habría una cosa que hacer: seducirla para que no se opusiese más a la pelea. La última vez él casi lo había logrado . Esta vez no fallaría.

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