viernes, 12 de marzo de 2010

LA VIUDITA - CAPITULO 30 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 30

Bonnie respiró profundamente y apartó la cortina de la entrada de la taberna . Estaba oscuro y repleto de hombres, todos bebiendo y fumando. Había vaqueros y soldados. A medida que Bonnie se movía, los hombres se daban vuelta para mirarla. Un sujeto de bigotes con un chaleco rojo apareció en el escenario y levantó las manos pidiendo silencio.
- Caballeros, lo que ustedes esperaban : la señorita Fifi LaFemme, estrella en Nueva York y en Kansas City, bailando el can can !
Bonnie vio a Cash y a Bat sentados en una mesa cerca del escenario. En otra mesa, había una figura familiar. Ella parpadeó varias veces y forzó la vista.
En ese momento Fifi entró y comenzó a bailar. Levantaba las piernas y se subía la falda dejando sus muslos a la vista ; las bailarinas que la acompañaban hacían los mismos movimientos. Los hombres gritaban excitados. Las muchachas se dieron vuelta , se inclinaron y levantaron las faldas, mostrando sus traseros.
Dios Bendito ! Bonnie jadeó horrorizada. Escandalizada, se dio vuelta para salir cuando oyó una voz familiar:
- Más, Fifi, más! Quítate el...!
Bonnie se aproximó al hombre que estaba con sus manos llenas de billetes para colocárselos a las bailarinas. No podía ser! Era Herbert! Fifi bailaba muy cerca de él, y Herbert le metió una billete entre los pechos.
Bonnie jamás se había sentido tan traicionada en toda su vida. Sin pensar en lo que hacía, empujó a los hombres para confrontar al vendedor de alimentos de gallinas .
- Herbert! - ella gritó y comenzó a golpearlo con la carterita de tela que traía colgada de la muñeca .
- Bonnie querida, yo te puedo explicar... - Herbert levantó las manos para intentar protegerse.


El pianista vio la escena y dejó de tocar; las bailarinas también pararon. Súbitamente , los espectadores fueron acallándose ante el espectáculo promovido por la respetable dama. Bonnie vio cuando Cash la reconoció y sorprendido , comenzó a venir en su dirección. Todos miraban absolutamente azorados.
Había actuado como una idiota. Amargada y furiosa, se dio vuelta y se dirigió a la salida con lágrimas en los ojos, pero con la cabeza erguida. Detrás de ella Herbert decía:
- Bonnie! Espera! Todo fue un error !
Cuando ella logró salir, él la alcanzó y la sujetó por el brazo.
- Es un error , te lo juro!
- Error? Yo vi todo, Herbert! Vos estaba babeándote como un cretino y hasta le pusiste dinero en los pechos de esa rubia!
- Yo te puedo explicar! - él la sujetó y los dos forcejaron .
- Suéltame con esas manos asquerosas !
Cash salió de la taberna en ese instante.
- Ya oíste , suéltala !
- Y quién te dio permiso para meterte ? - Herbert parecía histérico. - Ella es mi prometida.
- Ya no lo soy ,! - Bonnie sollozó y lo golpeó una vez más , intentando soltarse.
- Te dije que la soltases! - Cash gritó y le asestó un golpe a Herbert, haciéndolo caer hacia atrás. El vendedor de alimentos de gallinas se quedó caído en el suelo , lamentándose y limpiándose la sangre de la boca.
- No te hagas el héroe , McCalley! - Bonnie sollozaba. - No sos mejor que él. - Las lágrimas la cegaban mientras intentaba llegar al carruaje.
- Bonnie, espera! - Cash corrió, la tomó por el brazo y la hizo girar.
- Déjame en paz! Apuesto a que le vas a contar todo esto a tu amigo Bat, y mañana, cuando lean los periódicos , todos se van a reír de mí .
Cash la observaba; Bonnie nunca le había parecido tan pequeña y vulnerable como en ese momento.
- No se lo voy a contar para nadie, lo prometo.
- Lo prometes? No puedo confiar en vos, no sos un caballero.
- Nunca dijo que lo fuera. - él quería tomarla en sus brazos, sujetarla, protegerla. - Déjame acompañarte hasta el hotel. - Tomó el brazo de Bonnie, pero ella se soltó.
- No! - medio a ciegas, levantó su falda e intentó subir al carruaje.
- Si me dejases ayudarte ...
- Aléjate de mí, bastardo! No vales más que Herbert.
- Al menos no soy un hipócrita - Cash alegó, mientras Bonnie luchaba por subirse al carruaje.
- Y para tu información, yo no soy un bagayo! - Ella ya estaba en el carruaje y sujetaba las riendas.
- Qué? - Cash se rascó la cabeza confundido.
- Vamos hipócrita , no te hagas el inocente! Y puedes olvidarte de la almohada en mi cabeza, porque nunca tendrás esa posibilidad!
- Posibilidad de qué?
- Ya sabes lo que quiero decir! Ahora presta mucha atención, Cash McCalley: me verás en el infierno antes que te deje realizar esa maldita pelea de boxeo !
- Dijiste que era una cuestión de principios - él protestó.
- Olvídate de lo que dijo. Ahora esto se convirtió en algo personal! - Bonnie golpeó con la fusta la mano de Cash.
- Si al menos me dejases hablar...
- Haré cualquier cosa para derrotarte , bandido escocés! - ella lo golpeó de nuevo.
- Bonnie, te puedo explicar... - esa vez era Herbert que intentaba hablar con ella.
- Váyanse todos a la mierda ! hombres! - Todavía llorando, tiró de la rienda y el caballo salió al galope.
Cash se quedó parado en la calle, viéndola apartarse . Había visto dolor en los ojos azules y había querido protegerla, abrazarla, amarla. y todo lo que Bonnie quería hacer era arruinarlo.
Herbert se levantó, todavía limpiándose la sangre que se escurría por su boca.
- No hice nada que ningún otro hombre haga .
- No con Bonnie - Cash lo tomó por el cuello . - No con ella!
- Bonnie es mi prometida. - Herbert dio un paso atrás.
- Ya no lo es . Si te acercas a ella otra vez, voy a acabar con vos !
- Sólo estaba intentando hacerlo bien .
- Los dos la amargamos - Cash admitió. - Pero Bonnie esperaba más de vos.
- No vas a conseguir quedarte con ella. Bonnie te odia. - Herbert afirmó.
- Lo sé. ahora desaparece de mi vista , antes que acabe con vos. Escupiendo sangre, Herbert se apartó en la oscuridad.
Qué habría querido decir con eso de " intentar hacerlo bien" ? Fifi salió de la taberna.
- Qué diablos está sucediendo aquí?
- Nada. - ella era la última persona que Cash quería ver.
- Las damas respetables no deberían venir aquí ; acaban quitándose la venda de los ojos y viendo cosas que no quieren ver. Herbert no es el primer hombre en ser atrapado en una taberna mirando mujeres - Fifi dijo con las manos plantadas en las caderas.
- Eso es verdad. - Cash se encogió de hombros . - Siento pena por la señora Purdy.
- Ella está intentando arruinar tu vida y sientes pena? Te volviste loco?
El rió con amargura y se frotó los dedos doloridos.
- Lo golpeaste por ella? Eso parece cosa seria.
- No, siempre quise golpear a Herbert .
- Sólo eso?
- Qué más podría ser? - Cash pasó las manos por sus cabellos y tomó su sombrero del suelo.
- Llegué a pensar que te estabas ablandando. - Fifi sonrió .
- Por ella? - él burló . - La señora Purdy no me va a molestar más.
- Amorcito, por qué no vienes conmigo? Yo te cuidaré . Fifi sabía que él no estaba prestándole atención . Cash continuaba mirando la oscuridad en la dirección en que el carruaje de Bonnie había desaparecido.
- Disculpa, Fifi, pero tengo algunas cosas que resolver todavía.
- Cash, hay muchos hombres allá dentro que adorarían recibir esta oferta - la rubia dijo muy molesta, pero él no respondió. - Quizás mañana, entonces.
- John L. Sullivan llega a Dallas mañana. - Cash retiró la mano de Fifi. - Espero que la gente se entusiasme de nuevo con la pelea.
Sólo había dos cosas preocupando a Cash en ese momento. La pelea de boxeo era una de ellas; desgraciadamente para Fifi, la otra no era ella. Pero no había problema, Fifi LaFemme era una especialista en sobrevivir .

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