CAPITULO 27
"No importa cuan pobre sea un hombre, si tiene una familia, es rico".
En la mañana del sábado , después del desfile de Victoria Secret, Mimi estaba en su apartamento, sentada en una de las cabeceras de la mesa de más de cuatro metros. Con la cabeza gacha, miraba fijamente el omelette en su plato. Estaba descompuesta. Había algo que estaba mal en ella, Mimi pensó . Tenía un hambre terrible, pero , en los últimos días, desde que Zizi había roto la relación entre ellos, la imagen y particularmente el olor a comida le causaban nauseas. Tomó el tenedor, pinchó un poquito de omelette con la esperanza de lograr tragarlo, pero el color la descompuso , y desistió, secándose la boca con la punta de un servilleta de lino en vez de intentar comerlo. Los huevos, sin duda, eran culpables de esa descompostura ...
Con la ilusión de ser una familia, George había insistido en que él y Mimi desayunasen con los niños. Entonces, huevos revueltos, cereales y jamón se encontraban colocados en las bandejas , acompañados por jugo de naranja, gelatinas variadas y frutas. George Junior se quedó parado delante del aparador con la comida, disimuladamente metiéndose fetas de jamón casi enteras en la boca. George levantó los ojos y lo descubrió , llamándolo de vuelta a la mesa con un "Georgie" en tono de advertencia.
-Pero quiero una más ... - protestó Georgie .
- Ya comiste demasiado - dijo George, frunciendo la frente al desdoblar la servilleta. últimamente parecía que George finalmente había logrado darse cuenta que Junior , necesitaba perder peso con urgencia, y eso estaba comenzando a incomodarlo. Sin embargo, todavía insistía en creer en una especie de fantasía según la cual, en Aspen, Georgie iba a adelgazar milagrosamente debido a la cantidad de ejercicio que iba a hacer. Pero Mimi ya sabía que no era sería así. Durante las últimas dos Navidades, ellos habían contratado un instructor de esquí para estar a cargo de los niños todo el día , pero Georgie siempre conseguía escabullirse, y en más de una ocasión fue a esconderse al supermercado local...
- Si no puedo comer, qué debo hacer entonces? - quiso saber Georgie, dirigiendose a su padre.
- Puedes quedarte sentado y vernos comer - dijo George. Qué crueldad , pensó Mimi, pero no dijo nada .
Miró de reojo al aparador, donde Jack cortaba meticulosamente una feta de jamón de en seis minúsculos pedazos. en general nadie tocaba la gelatina de naranja, pero esa mañana específicamente, Jack parecía haberla considerado tentadora, porque untó el dulce pegajoso en uno de los pedazos de jamón.
- Cuándo vamos viajar a Aspen? - cuestionó Georgie, como si apenas pudiese esperar para llegar allí.
- Ya sabes cuando vamos, Georgie? - dijo George. - Mañana a la mañana.
- Vamos en el Lear? - preguntó Georgie.
- Vamos - respondió Mimi.
- Por qué no podemos ir en el G5? - preguntó Georgie.
- Porque es demasiado grande como para aterrizar en Aspen - dijo George. - Sabes eso.
- Lo sé? - preguntó Georgie.
"No puedo creer que esta sea mi vida", Mimi casi dijo en voz alta.
Jack se sentó a la mesa, trepándose a una silla Chippendale del siglo XVIII (que valía más o menos 15 mil dólares, pensó Mimi, incapaz de contenerse ), y cruzó las piernas. Mordisqueó una tostada con mermelada , masticó pensativamente unos segundos , después su rostro se apretó con asco , y escupió la tostada masticada en el plato de porcelana de Sevres delante suyo.
Mimi miró a George, pidiéndole socorro.
- Jack! - rugió George. Jack saltó como si hubiese sido alcanzado por una bala de cañón y cayó de la silla .
- Siéntate , Jack - insistió George. Jack lo miró , desafiante .
- No... - dijo.
- Entonces ve a tu cuarto.
- Gerda - llamó Mimi. Gerda surgió en la puerta y Mimi hizo unas señas para que se llevase el plato de Jack .
- Odio mi cuarto! - protestó Jack. - Es demasiado pequeño...
Pendejo de mierda , pensó Mimi, rezando para que él no comportarse de ese modo en Aspen. Caso contrario, tenía la sensación de que finalmente iba a perder la paciencia...
- Entonces, la próxima vez que vengas a New York , vas a tener un cuarto mas grande - dijo George, como si eso resolviese todos los problemas. - Mamá y papá compraron un apartamento nuevo...
- Vos y mamá resolvieron vivir juntos de nuevo? - preguntó Georgie, sorprendido. Miró a George y a Mimi con una expresión diabólica en la cara .
- Esta mamá de aquí - le explicó George. - Mamá Mimi. Jack comenzó a sacudir a cabeza, protestando entre dientes .
- Cuántas veces necesito decirte ? - él habló con una voz extraña que casi sonaba como si estuviese intentando imitar a un adulto. - Cuántas veces debo decirte... que ella no es nuestra mamá !
Mimi lo miró espantada, y de repente se puso a llorar desconsoladamente.
Tu peor enemigo puede ser tu amigo, y tu mejor amigo puede ser tu peor enemigo. Bob Marley
Cinco horas después , exactamente a la una y media, Mimi muy nerviosa estaba sentada en el mejor reservado de Dingo's, esperando a que Janey llegase. Los eventos matinales la habían dejado arrasada; la preocupaba inmensamente cuando se mostraba débil y vulnerable delante de los hijos de George. Naturalmente, George había obligado a los dos pendejos a pedirle disculpas, pero con ese modo malicioso de que los niños son capaces, consiguieron pedir Perdón sin parecer ni un poco arrepentidos...
Mimi tomó un trago de agua , mirando la multitud de reojo . Había un editor de una famosa revista de moda en el reservado a su lado , comiendo un bife mal cocinado; del otro lado, un locutor famoso de un noticiero . Pero ya estaba saturada, porque esa gente era elenco repetido . Durante cuánto tiempo se vería obligada a hacer aquello? se preguntaba. Nunca iba a suceder algo nueva en su vida ? O sería así por el resto de su vida, las mismas maratones de fiestas monótonas y comités, la misma vida social, los mismos rostros envejeciendo o quedando cada vez más estirados por las cirugías...?
Mimi tomó el menú , a falta de cosa mejor que hacer, intentando alejar esos pensamientos negativos. Todo estaba bien, todo estaba normal, e ella tenía una vida maravillosa, se tranquilizó Mimi. Pero desde que Zizi había roto el affair entre ellos, ella se sentí ridículamente sensible. Cositas que nunca la habían preocupado antes, de repente le parecían inmensamente importantes, causándole una reacción emocional totalmente inadecuada - como la bronca que le había dado Gerda se había olvidado un trapo de limpieza detrás de una de las cortinas de la sala. Gerda la había mirado como si estuviese dolida, y naturalmente ella le había pedido disculpas, pero después Gerda había tenido el atrevimiento de insinuar que tal vez estuviese "en un momento hormonal de su vida".
Mimi se cubrió el rostro con las manos. Realmente era posible que estuviese comenzando con la menopausia? Sólo tenía 42 años, pero todos sabían que esas cosas podían suceder, y si fuese verdad, ciertamente sería un final adecuado para su romance con Zizi. Ella quedaría “oficialmente seca” , y ningún otro hombre iba a querer estar con ella; la ventaja sería que jamás tendría que preocuparse por estar de nuevo en una situación como en que la había estado con Zizi...
Un camarero le preguntó si quería algo para beber, y Mimi pidió una copa de champagne. Se acordó que, desde un principio, sabía que esa relación se iba a acabar algún día; sólo que no esperaba estar tan abatida cuando se terminase . Tal vez fuese el hecho que Zizi hubiese roto tan súbitamente. Si no hubiese sentido que se desmayaba , tal vez podría haber inventado alguna excusa alejarse de George e ir a buscar a Zizi; y si George no hubiese insistido en llamar o médico, que le había dado un sedante tan fuerte que ella había dormido hasta las cinco de la tarde del día siguiente, ella probablemente habría ido hasta el apartamento de Zizi... . Pero cuando se había despertado, ya era demasiado tarde - se imaginaba que él ya estaría en el avión, camino a Europa - y se sintió como si hubiese sido castrada...
Hasta ese momento, ella no había percibido cuanto representaba Zizi en el sentido de mejorar la calidad de su vida . Él era una válvula de escape, una salida que le permitía continuar llevando adelante su matrimonio , que le permitía fingir que no le faltaba nada en su vida. Zizi le había proporcionado amor y afecto puros, destituidos de fingimiento, ese amor tan maravilloso para los jóvenes que lo experimentan por primera vez . Y ella había estado enamorada de él - justo en un momento en que pensaba que jamás iba a enamorarse de nuevo, cuando creía que esos sentimientos nunca más volverían.
El camarero puso una copa de champagne delante de ella , y Mimi tomó un trago , deseando sentirse mejor. Pero las burbujas le arañaron el fondo de la garganta, y de repente sintió una nueva oleada de náuseas. Colocó la copa en la mesa y llevó la servilleta a los labios, rezando para no vomitar. Pero hasta ese momento, esos ataques de náuseas nunca habían acabado en vómitos... necesitaba se recomponerse, Mimi pensó enojada. Aspen iba a ayudarla Su madre no decía siempre que un cambio de aire era la mejor cosa para un corazón partido?
Se sentó mas derecha contra el respaldo del asiento, sintiéndose tentada de sumergir la servilleta en el vaso de agua y ponerse el paño mojado en la frente ; pero sabiendo que sería un gesto demasiado obvio y excesivamente dramático, prefirió consultar el reloj. Janey estaba diez minutos atrasada - normalmente se pondría ligeramente irritada por estar plantada, pero ese día sabía que iba a tener que dejar pasar eso . Sus pensamientos recientes sobre Janey habían sido demasiado severos . Después de todo , no era culpa de Janey que Zizi hubiese roto con ella, y la cuestión del apartamento había sido pura coincidencia . Patty estaba con Digger en la gira por Europa, y cómo Janey iba a saber que ellos se habían reconciliado?
Mimi había llegado a esas conclusiones esa mañana, mientras estaba sentada sollozando en el cuarto de vestir. Finalmente había aceptado que necesitaba desesperadamente conversar con alguien sobre su situación, y esa persona probablemente era Janey. Mimi comenzó a acordarse de su buen amiga. Aunque Janey a veces fuese arrogante y engreída , eso podía ser el resultado de que fuera joven - tenía 33 años y sentía como si tuviese toda la vida por delante... Mimi estaba segura que ella no había sido mejor a la edad de Janey, y creía que Janey poseía un buen corazón... podía confiar en Janey. Ella había estado presente al principio del affair entre Zizi y ella ; había sido leal y había mantenido la boca cerrada. Y Janey ciertamente ya había tenido sus malas experiencias con hombres... Janey entendería... Y entonces había decido llamar a Janey e invitarla a almorzar, y francamente se había sentido aliviada cuando Janey aceptó su invitación amistosamente ...
- Hola , querida - ronroneó Janey, agachándose para besarla. Mimi estaba espantada - debía estar tan concentrada en sus propios pensamientos que ni siquiera había notado la llegada de ella.
Janey parecía particularmente bonita ese día, notó Mimi, su rostro brillaba con tanto entusiasmo , como si estuviese iluminado desde adentro hacia afuera. Janey siempre parecía linda, pensó Mimi, pero como la mayoría de las mujeres, era aún más linda cuando estaba feliz.
- Estás de buen humor hoy - arriesgó Mimi.
- Ah, sólo por el desfile - dijo Janey tranquilamente, sentándose en el asiento . Se había sentido aliviada porque Mimi la había llamado esa mañana; no hablaba con ella hacia días, y de repente se dio cuenta que había extrañado mucho a su amiga. Pero Mimi parecía tan ... tristona, pensó Janey, inmediatamente deseando que Mimi se animase. El día siguiente sería sábado , estaban en la semana de Navidad, y todos iban a viajar, por lo tanto ese almuerzo en Dingo's era la última oportunidad de ver gente y ser vista - y ella la quería aprovechar al máximo.
- El desfile tuvo una cobertura fantástica - dijo Janey, en una voz alta , lo suficientemente alta como para llamar la atención de otras personas, - Y como fue medio escandaloso, todos están comentando, ...
- Escandaloso? - indagó Mimi, arqueando las cejas.
- Ya Sabes - dijo Janey. - un desfile de ropa interior que fue transmitido por la red nacional de televisión, y la derecha republicana está por armar un revuelo con eso . Quieren controlar la forma en que todos pensamos ... -Janey se dio cuenta de la expresión en la cara de Mimi y agregó : - No son nuestros padre, por supuesto. ..
- Claro que no - dijo Mimi. Su padre acababa de ser designado ministro de Comercio del gobierno republicano.
- Ah, Mimi... cómo estás ? - preguntó Janey, después decidir que a esa altura todos en el restaurante ya sabían que ella había llegado, y por fin podía concentrarse en su amiga.
Mimi se encogió de hombros y jugó con el vaso de agua .
- Ya sabes a dónde Selden va a llevarte en Navidad?
Janey negó on la cabeza y pidió un vodka con hielo y una rodaja de limón. Esa ligera incomodidad entre ella y Mimi todavía estaba presente, pero allí tenía una oportunidad de hablar del origen del malestar entre las dos.
- Selden y sus sorpresas! - exclamó Janey , como si estuviese indignada. - Está comenzando a volverme loca... Sabes que él ni siquiera me contó que iba a contratar un detective particular?
- Selden contrató un detective? - preguntó Mimi.
- No sabías ? - dijo Janey. - Contrató un detective para investigar a Maribelle Dubrovsky, o sea , el supuesto nombre de esa mujer, el detective descubrió que ella está casada. Fue por eso que Patty y Digger han hecho las paces...
- Pero ellos habían llegado a separarse? - preguntó Mimi.
- Patty dijo que las cosas no estaban muy bien en la gira, y que ella iba a dejarlo cuando volviesen - explicó Janey, acomodando sus cabellos largos sobre el hombro. Naturalmente, Patty jamás le había dicho eso, pero Janey sabía que Mimi jamás iba a cuestionarla .
- Y después - dijo Janey, melodramáticamente, como si para realzar la veracidad de su historia - Patty recibió la llamada de Selden. - esa parte por lo menos era verdad, y Janey sonrió inocentemente. - Siento mucho no haberte contado antes, pero cada vez que yo llamaba, estabas ocupada con los niños ...
- Lo sé - dijo Mimi, enfáticamente, sintiéndose ligeramente culpable . Después de oír toda la historia ,se daba cuenta que había sido una tonta al imaginar que Janey había pensado en amargarla a propósito .
- Es que la casa es un caos cuando los niños están allí ...
- Naturalmente, ahora que Patty está con Digger, Zizi va a poder continuar en el apartamento... - dijo Janey. Al decir el nombre de Zizi tuvo la impresión de que estaba comiendo una cuchara con excremento , esperaba que Mimi no hubiese notado...
- Ah, eso ya no tiene importancia - dijo Mimi, encogiendo los hombros . Tomó un trago de agua , sin atreverse a beber el champagne. - Zizi y yo terminamos - le contó. Y con una carcajada corta y ronca, agregó : - O , a decir verdad, él me pateó a mí.
Janey volvió al Hotel Lowell dos horas después , todavía azorada con la noticia del fin del romance. Naturalmente, mientras Mimi le contaba su historia triste, revelando cuanto amaba a Zizi y cuan insoportable era estar sin él, Janey se mostró como un modelo de comprensión. Delicadamente comentó que Zizi iba a terminar la relación más tarde o más temprano , porque ella había escuchado el rumor de que él salía con otras mujeres (más jóvenes ), y obviamente sólo estaba detrás del dinero de ella, e que había intentado usarla para “trepar socialmente y económicamente” , y que era mejor que todo terminase así . Pues a Mimi todavía le quedaba un poco de dignidad ...
Pero en el fondo , sus pensamientos eran mucho menos caritativos. No sería humana si no se le pasase por la mente que Mimi tenía merecido eso, por haberle robado a Zizi el verano anterior... y que ella había tenido razón respecto a Zizi todo el tiempo . Y quién podría culparla por pensar que - de alguna forma - la pelea de ella con Zizi había causado la ruptura, y que había sido muy astuta por armar ese plan . Por un momento, Janey pensó en contarle a Mimi que Zizi había intentado seducirla , pero después lo pensó mejor. No podía dejar que pensase que era posible que Zizi hubiese roto con Mimi porque secretamente quería estar con ella...
- Hola , Selden, mi amor, ya estás en casa - exclamó Janey, al entrar en la suite y encontrar a Selden haciendo las maletas en la sala de estar. - Qué estás haciendo en casa tan temprano, amor? - Janey preguntó, besándolo en los labios.
- Las maletas - dijo él. Janey estaba de buen humor , era obvio , y eso lo ponía feliz.
- Pero nos vamos mañana a la mañana - protestó ella.
- A las siete de la mañana - recordó él. Entró en el cuarto para buscar medias; ella lo siguió.
- Odio despertarme tan temprano - comentó ella, con la petulancia de una niña .
- Pero vamos a estar en la playa al mediodía - afirmó Selden. - No es genial?
- Creo que si - dijo ella con esa vocecita infantil que él adoraba.
- Es mejor que empieces a arreglar tus maletas también - sugirió él. - Quieres que te ayude ?
- Ah, si , Selden, por favor - pidió ella. - Voy a llevar el bolso Louis Vuitton y mi maletín de maquillaje también, claro.
- Claro - dijo él, sonriendo. Al abrir el armario y estirar el brazo para tomar el juego maletas , ella fue por detrás y lo abrazó por la cintura, mordisqueándole la oreja.
- A dónde vamos, amor? - preguntó ella. - Debes decirme. Ahora...
El se rió y retrocedió algunos pasos, empujándola sobre la cama . Tal vez pudiesen comenzar las vacaciones con un poco de sexo, pensó contento.
- Está bien, te lo digo - concordó él. - Si me prometes no contárselo a nadie ...
- Te lo Prometo - dijo ella, en el mismo tono de voz que él.
- Vamos a Mustique!
- Mustique? - exclamó ella. Se sentó , alarmada, mordiéndose el dedo. Mustique era considerada un lugar glamoroso, pero parte del encanto provenía de estar allí con las personas adecuadas. Y ella no conocía nadie que fuese allá ese año. - Pero... qué vamos a hacer mientras estemos allá? No vamos a encontrar nadie conocido...
- Pero ahí te equivocas ! - dijo él, todavía pensando que a ella iba a gustarle la idea . - Vas a conocer a las personas, si . Vamos a pasar Navidad con toda la familia Rose. No es fantástico?
Janey quedó boquiabierta, y saltó de la cama.
- Pero nunca me presentaste a ninguno de ellos - ella gritó.
- Pues lo haré - dijo él. - Ya es hora que ustedes se conozcan .
- Ay , Selden - dijo ella, enojada. Sabía que iba a necesitar conocer a la familia de él algún día, pero había asumido que Selden iba a avisarle con anticipación. Y , convengamos, pasar la Navidad con la familia de él era todavía menos glamoroso que pasarlo a solas con Selden...
Janey entró al baño y cerró firmemente la puerta detrás de sí. Selden oyó la cerradura girando, y al caer de nuevo en la cama, tuvo la incómoda sensación de que ellos no iban a tener sexo antes de las vacaciones.
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