Nadie ama al mensajero que trae malas noticias.
Sófocles
Janey se puso de pie y lo siguió como en un sueño, a través del halla de entrada del Hotel Ritz, entrando en el ascensor. Era como si ella hubiese vuelto atrás en el tiempo hasta el momento fatídico en que había cruzado por ese hall por primera vez , y ahora, Janey pensó desorientada, el destino le daba una oportunidad para volver al pasado, para arreglar lo que había hecho mal. El ascensor se detuvo en el tercer piso, y Zizi la empujó por el corredor como a una niña . Pero ella ya no era una niña , pensó Janey; estaba renovada, y ahora, con Zizi a su lado, iba a a volver a comenzar su vida , todo de nuevo, pero bien...
Y entonces el sueño se convirtió pesadilla.
Entraron en una suite de un cuarto. En el instante en que pasaron por la puerta, esa idea loca de que ella y Zizi iban estar juntos desapareció cuando ella notó la presencia de Harold Vane. Qué estaría haciendo él allí ?, Janey pensó irritada . Y entonces él se dio vuelta . Y entonces vio por la expresión de su rostro que algo estaba terriblemente mal .
- Te vi por la ventana - dijo Harold. - Mandé a Zizi buscarte...
- Pero... por qué? Qué pasa ? - preguntó Janey, desconfiada.
- Todos están buscándote - explicó Zizi.
- Buscándome ? - dijo Janey en voz alta. Frunció la frente enojada. - No entiendo.
Harold se aproximó de ella con as manos abiertas.
- Janey - comenzó. - Vos y yo ya somos amigos hace mucho tiempo. Entonces creo que yo que debo contarte... - Y entonces ella soltó un grito de susto.
- Alguien murió? Fue Selden...? - Y cuando esas palabras salieron de la boca de Janey, una vocecita pérfida, venida de lo profundo le dijo que, si fuese Selden, si él hubiese muerto, todos sus problemas estarían resueltos. Ella iba a quedar rica y soltera; iba a poder hacer todo lo que quisiese...
- No fue Selden - dijo Harold.
- Muy bien - dijo ella, ligeramente decepcionada. - entonces, qué estoy haciendo aquí ? - Harold abrió la boca, para hablar, pero nada salió , y ella miró de Harold a Zizi con una sensación cada vez mayor de pánico. Notó que había una marca extraña en Zizi, como una mancha grande de hollín negro , y de repente se dio cuenta que había visto esa marca en las frentes de todas las personas toda esa mañana . Un terror inexplicable se apoderó de ella. El fin del mundo había llegado, y ella había sido escogida para ir para o infierno... Soltó un nuevo grito, señalando la mancha en la cara de Zizi...
- Es miércoles de cenizas - le explicó Zizi, con delicadeza, tomando su mano.
Periodismo sin una posición moral es imposible. Cada periodista es un moralista. Es imposible de evitar.
Marguerite Duras
Eran apenas un poco de las siete de la mañana en New York , y Selden Rose estaba en la ducha.
El pasó un jabón por su cuerpo, pensando, como siempre, en su esposa. Ella estaba de viaje hacia tres días, y era exactamente la gente decía: la ausencia realmente hace aumentar la pasión. En los últimos dos días, había llegado a la conclusión de que tal vez hubiese exagerado con ella. Todavía no quería que ella produjese la película de Craig, pero ciertamente podría haber sido un poco más delicado al expresarlo , no debería haberla denigrado... Y con una puntada de culpa, se dio cuenta que lo que ella había dicho sobre los celos que él sentía del talento de Craig no era completamente errado. Cerró la canilla y salió de la ducha , pensando que, si ella realmente quería convertirse productora, debería ayudarla... Conocía mucha gente en el negocio - tal vez podría encontrar a alguien que le diese un empleo de asistente.
Pasó una toalla por sus cabellos, y mientras los secaba, o teléfono sonó.
Debe ser ella, Selden pensó , feliz porque Janey también estaba pensando en él. Iba a decirle que la extrañaba , y pedirle que volviese antes de lo acordado. Enrollando la toalla alrededor de la cintura, entró al baño y tomó el teléfono.
- Hola , querida - dijo Selden con expectativa.
- Rose? - respondió una voz masculina.
- George! - reconoció Selden, ligeramente decepcionado. Sabía que George era madrugador, pero no podía imaginar qué lo haría llamar tan temprano.
- Selden - dijo George. Su voz era fúnebre, y Selden inmediatamente se preguntó si algo le habría sucedido a Mimi. - Ha sucedido algo , Selden - prosiguió él. - Y desgraciadamente tiene que ver con tu mujer.
Después de algunos instantes más de esa conversación perturbadora, Selden se puso cualquier ropa y corrió a la portería.
- El Post - le pidió al recepcionista. Quiero el periódico Post.
Con una cara preocupada el recepcionista extendió el brazo y tomó el periódico , entregándoselo a Selden con reticencia.
El titular casi lo hizo caerse de rodillas, y él dobló el periódico rápidamente, esperando no haber visto lo que pensaba que había visto.
Con el corazón latiendo apresuradamente por el miedo, Selden volvió al ascensor (quería salir corriendo, pero el recepcionista estaba mirándolo ) y apretó el botón. El ascensor llegó finalmente; cuando él entró y vio que estaba solo, abrió el periódico . Las tres horribles palabras lo alcanzaron como tres golpes poderosos en la cabeza, y se tambaleó hacia atrás , perdiendo el equilibrio y golpeando el hombro contra la pared . Pero las palabras todavía estaban allí , azotándolo , en letras inmensas y negras encima de una foto a color de Janey, sacada del desfile de Victoria Secret. Ella estaba con el conjunto de corpiño y bragas de lentejuelas azules, e inclinada hacia la cámara, con las manos en las caderas, los labios haciendo apretados como quien arroja un beso.
"MODELO GUIONISTA Y MERETRIZ ?" - decía el titular, como un populacho exaltado que exige una ejecución.
Selden bajó el periódico , perplejo. No conseguía comprender ... no conseguía entender... Pero las palabras pasaban marchando por su cabeza como un versos que los niños repiten para burlarse de otros niños en la escuela: MODELO GUIONISTA Y MERETRIZ ... Cuando él volvió a levantar el periódico , se sintió dividido; su cerebro gritaba que aquello era simplemente imposible, mientras que el temblor en el cuerpo le decía que era posible, si ...
Debajo se leía, en letras menores: "Comstock Dibble Sorprendido en Escándalo Sexual por causa de un guión".
Qué ? - pensó él. - Y además eso , cómo?
La puerta del ascensor se abrió cuando él giró la página y leyó : "Comstock Dibble es un..." Canalla! Selden pensó , completando el resto de la frase cuando la puerta del ascensor comenzó a cerrarse.
No logró poner la llave en la cerradura. se dio vuelta y se apoyó en la puerta, frustrado, haciendo una mueca en un silencioso pedido de ayuda. Después miró el número y vio que estaba delante de la puerta equivocada - había ido hacia la izquierda cuando debería haber ido a la derecha.
Necesitaba controlarse, pensó , corriendo por el corredor y entrando en su apartamento. Se acordó de que su especialidad era resolver problemas. Por más terrible que aquello pareciese, probablemente no era tan malo como parecía. Fuese lo que fuese, iba a conseguir enfrentarlo...
Dejó el periódico sobre el sofá y comenzó a examinar las hojas, intentando encontrar la nota. Giró página tras página , pasó por la sección deportes , después economía, más tres páginas sobre guías de comida y restaurantes... finalmente, allá en la última pagina, encontró lo que temía. Había otra foto de Janey, y otra de Comstock Dibble, sentado en primera fila. Estaba con una cara de sinvergüenza.
Volvió a la lectura. La vida exigía esas cosas; él necesitaba leer aquello más tarde o mas temprano, y dejar de leerlo no iba a hacer que el problema desapareciese. "Comstock Dibble es un genio del cine a quien le gusta la diversión . Y le gusta de usar el dinero de su empresa para pagar por esa diversión", así comenzaba la nota.
En una inesperada investigación, Dibble fue sorprendido extendiéndole cheques de la empresa a diversas mujeres - incluyendo a la modelo top Janey Wilcox . El dinero se entregaba a cambio de sexo, mientras que a la empresa se le alegaba que el dinero era usado para pago de los "servicios de redacción de guiones cinematográficos". El problema es que ninguna de las mujeres que recibieron los cheques es guionista.
En los últimos tres años, Dibble le ha pagado a 15 mujeres 30 mil dólares por escribir guiones que jamás fueron entregados. Un portavoz de la empresa alegó estar perplejo con el hecho que Dibble, un profesional muy conocido en el circuito de fiestas de Manhattan, recientemente homenajeado por el alcalde por sus iniciativas de beneficencia , habría entregado el dinero a mujeres a cambio de sexo. "El nunca tuvo dificultad para conquistar mujeres", dijo él. "Puede haber sido sólo una acto de generosidad”.
El gusto de Dibble iba desde cronistas de programas de noticias a acompañantes profesionales hasta aspirantes a actrices novatas y modelos top. Hace dos veranos Janey Wilcox, 33 años, la deslumbrante modelo que brilló en la pasarela del desfile de Victoria Secret del mes de diciembre, le contaba a sus amigos que estaba escribiendo un guión de cine para Dibble pero secretamente se divertía con él en el exclusivo barrio de Hamptons. Toda su diversión financiada por él. El verano pasado, Wilcox, a quienes sus colegas califican de "ambiciosa y trepadora ", conquistó al magnate de la industria do cine, el millonario Selden Rose, de 45 años, CEO del canal de TV de cable Movie Time, intempestivamente casándose con él en septiembre. Por otro lado, Dibble, está novio con...
Selden Rose retrocedió un paso . No podía continuar leyendo, no podía... Entonces ella se había acostado con él, él pensó , golpeando frenéticamente lo alto de su cabeza, como para colocar los hechos en orden a la fuerza. Ella se había acostado con él. Qué había hecho con él ? Selden pensó desvariando. Se la había chupado ? Se había metido el miembro de él. .. dentro de ella, donde él ..., Selden ... también había estado ? Sólo imaginar semejante escena ya lo dejaba revuelto - eso y el hecho que ella se lo hubiese negado . Janey específicamente le había asegurado que no había hecho eso, y era una mentira... esa era tal vez lo más insoportable. .. Janey le había mentido , y había hecho eso deliberadamente, con una expresión totalmente inocente en su cara , como si él fuese algún tipo de imbécil!
Dios del cielo, Selden pensó. Su madre tenía razón ...
El no sabía a donde correr, qué hacer, a quién llamar. Fue hasta la ventana y la abrió ; una correntada de aire helado lo alcanzó como una bofetada. Del otro lado de la calle habían dos hombres vestidos como si fuesen a un combate, con pantalones camuflados y camperas pesadas y con enormes bolsos , en un segundo, vio que habían enormes cámaras fotográficas colgadas de sus hombros como ametralladoras. Entonces los chacales ya estaban acechando; a esa altura el tema debía estar siendo comentado por todo New York ; todos debían estar leyendo la nota y riéndose de él ; su madre iba a descubrirlo , y también su ex esposa, y si algún día tuviesen hijos, ellos descubrirían la historia en algún archivo de Internet... Y allí de pie , mirando horrorizado la calle, vio un taxi pararse y otro fotógrafo salió de adentro . Le dio la espalda a la ventana. Fue hasta la cocina e se quedó mirando la cafetera.
Qué debía hacer? Selden pensaba.
Y entonces, una voz esperanzada y débil, en el fondo de su corazón , le susurró que tal vez no fuese verdad, que tal vez todo aquello fuese una calumnia. Los medios de comunicación vivían trajiversando los hechos ; todos sabían que se inventaban cosas. O tal vez sólo hubiesen cometido un error , y el nombre de Janey no debería estar entre los de esas personas. Si fuese verdad, Selden pensó , ellos tendrían que presentar pruebas, y, corriendo a la sala, miró el pequeño escritorio francesa y se acordó del cajón llena de papeles de su esposa...
Lo abrió violentamente. “La República” de Platón estaba encima de todo. Janey no había tocado los papeles desde esa noche con Craig Edgers - o simplemente había decidido mantener el libro allí para preservarlo? Selden arrojó el libro sobre la silla , sacó y cajón y volcó su contenido en el piso . Arrodillado , comenzó a revolver ese desorden. Si fuese verdad, si ella fuese culpable, sería tan estúpida como para guardar las pruebas? Pero en general las personas culpables guardaban ese tipo de cosas, si, porque alimentaban la idea errónea de que eran lo suficientemente astutos como para esconder la verdad . Y entonces su ojo captó la carta con apariencia oficial que había visto en el cajón esa noche en que Craig había venido . Tomando la carta, miró el remitente y, con el corazón en la boca, leyó "Paramaount Pictures".
Sacó la carta del sobre, La fecha era 15 de octubre de 2000. Con el rostro transformado en una rígida máscara, Selden comenzó a leer;
Estimada Señorita Wilcox:
En el último día 15 de junio de 2000 estuvimos intentando entrar en contacto con la señorita en representación de Comstock Dibble. Esta es la cuarta tentativa...
Entonces era verdad, cada palabra de todo aquello ... y Janey lo había sabido todo el tiempo , aún antes que ellos se casasen. Lo había engañado a propósito, desde el principio , y volviendo a mirar la cantidad que ella debía, se quedó asombrado. Por qué no había venido a pedirle ayuda, o por qué no había pagado la cantidad sin contarle nada? él sabía que ella era un poco tacaña, pero lo asombraba que ella fuese tan avarienta al punto de arriesgarse a arruinar su propia vida... y también la vida de él,.
Y ahora lo había logrado .
Pero tal vez , Selden pensó desvariando... tal vez ella no tuviese esa suma. Y si ella hubiese enviado el dinero a... una abuela enferma... o estuviese pagando los estudios de una sobrina o sobrino? Quizás estuviese en bancarrota y tuviese vergüenza de contarle ?...
En un frenesí ciego, pasó a mirar página por página, buscando un extracto bancario. Encontrando una hoja aparentemente impresa en una computadora, miró el saldo.
Ella tenía 400 mil dólares en una cuenta de ahorro .
Janey tenía el dinero!, pensó Selden , sacudiendo los puños en el aire. Tenía el dinero ... todo ese tiempo ...
Pero de repente su rabia desapareció, y se sintió dominado por la desesperación. Llevó sus manos a la cabeza y, en seguida, como no acordaba de haber hecho en años, comenzó a llorar.
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