CAPITULO 25
“La belleza es un signo de inteligencia”- Andy Warhol
ERA mediados de diciembre , y - descontando el incidente con Zizi - el mes estaba siendo maravilloso para Janey.
Mientras el resto del país no hablaba de otra cosa que no fuese escándalo de la elección presidencial, un cierto segmento de la sociedad de New York tenía cosas más importantes en su cabeza: especialmente, el Desfile de Modas de Victoria Secret. Por primera vez en la historia, el desfile iba a ser transmitido por la televisión; en la semana anterior al desfile , todos los periódicos de la ciudad publicaron fotos y notas sobre las modelos, y hasta en el New York Times salió un artículo especial discutiendo si sería desvergonzado o no mostrar mujeres semi desnudas en la red nacional de televisión. en consecuencia de eso, Janey era reconocida en casi todos los lugares donde iba, y aunque su "fama" no fuese del tipo que motivase a las personas a pedirle autógrafos, era lo suficientemente glamorosa como para asegurarle el mejor reservado de Dingo's, el nuevo restaurante que era “lo más” del momento y que se había sido inaugurado a finales de noviembre.
Por motivos semejantes a ese por el cual las abejas deciden formar un enjambre y salir de la colmena, Dingo's se había convertido en el punto obligado para almorzar en la ciudad, sosteniendo una jerarquía tan estricta como la de un gallinero. Por dos horas, todos los días, entre las 12h30 y las 14h30, Dingo's funcionaba en base a un régimen feudal, repleto de intrigas, amenazas veladas y disputas de poder, tan emocionantes para sus clientes habituales cuanto atemorizantes para los pocos que ocasionalmente entraban allí sin saber nada, y descubrían que no podían ocupar una cierta mesa, o que la espera iba a ser de por lo menos dos horas.
El desfile da Victoria Secret sería el viernes.
Antes del desfile, Janey estaba almorzando en Dingo's por la tercera vez en una semana. La primera había sido con Selden, la segunda con su hermana, ya de vuelta de Europa y demostrando tanta lealtad a su marido que llegó casi a descomponer el estomago de Janey, y ahora, almorzaba con Craig Edgers. El maitre, un escocés prematuramente canoso llamado Wesley, le había hecho señal desde atrás de los tapados de pieles y sobretodos y la condujo a través de un mar de clientes hasta uno de los cinco confortables reservados destinados a las celebridades y personalidades más poderosas de la ciudad. Esa atención jamás dejaba de agradarla , haciéndola recordar que la belleza realmente tenía su propia recompensa - y durante esos momentos placenteros, se le pasaba por la cabeza a Janey el pensamiento de que ni necesitaba hacer nada y aún así ya se merecía la mejor mesa del más exclusivo restaurante de Manhattan.
Y la emoción fue redoblada por estar en compañía de Craig Edgers. Él ahora era una luminaria literaria indiscutible en Manhattan, la prueba viva de que un autor podía, una vez más, producir una novelal que fuese al mismo tiempo intelectual y funcionase comercialmente , poniendo fin a la discusión que venía incomodando al mundo editorial durante los últimos 25 años: una obra literaria podía vender tantos ejemplares cuanto las que eran consideradas normalmente un "best seller de playa "? Craig había respondido esa pregunta con su éxito, y en casi todos los lugares frecuentados por Janey alguien mencionaba el libro de él. La mayoría de las personas adoraba el libro, pero admitía tener apenas un respeto reticente por el autor, de quien se decía era arrogante y engreído, llegando incluso a hablarse de “ perverso”.
- Lo que es exactamente lo que se podría esperar - le dijo Janey a Craig, por el teléfono, al relatarle una de esas conversaciones. - Después de todo , vos cambiaste la cara del mundo editorial americano; naturalmente las personas van a sentir envidia.
Sin embargo , la envidia no ejercía efecto alguno sobre el nuevo status de Craig, y Janey se quedó más que satisfecha al ver las miradas sorprendidas y curiosas que los dos causaban al atravesar el salón hasta la mesa destinada. Craig tenía una barba de cuatro días, que cinco años atrás había sido moda entre ciertos actores, pero Janey podía afirmar con certeza que las personas lo habían reconocido. Craig era una nueva estrella arisca, y el hecho que Janey fuese amiga de él - un verdadero intelectual - le confería a la modelo un status intelectual que jamás se le había atribuido antes. Eso era , pensaba ella sintiéndose bastante gratificada, un intercambio justo : el glamour de ella por el intelecto de él.
Ellos se sentaron en el reservado, y Craig la miró de un modo malicioso, que Janey ya conocía, a esa altura, era una defensa de él que utilizada cuando se sentía inseguro o descolocado. Él abrió la servilleta y la colocó en su regazo, mirando al salón a su alrededor con una curiosidad indisimulada.
- Entonces, es así - dijo él - así es ser Janey Wilcox día a día.
- O estar con Janey Wilcox - retrucó ella. Su rostro mostraba esa animación particularmente intensa que era su segunda naturaleza cuando estaba en público - estaba destinada a atraer miradas y aún así parecer indiferente a ellas. En un tono de voz provocativo , agregó : - Ah, admítelo, Craig. Vas a decirme que nunca estuviste aquí antes? Después de todo , sólo sos el autor más importante de New York de los últimos veinte años.
Para un hombre que se enorgullecía de su intelecto, Craig era ridículamente susceptible a los elogios gratuitos, e inmediatamente se sintió cómodo , inclinándose para revelar que, en verdad, él ya había estado en Dingo's antes, con su agente, pero ellos habían sido relegados a una de las mesitas cuadradas localizadas en el fondo del salón. Janey sabía exactamente la reacción que debía tener: indignación absoluta ante la "falsedad " con la él había sido tratado antes de convertirse en famoso. Ese era un motivo frecuente de protesta de Craig - junto con la superficialidad y la frivolidad de la sociedad de New York . Janey no era, por naturaleza, particularmente contraria a la frivolidad o la superficialidad, pero inmediatamente entendió que ese era un tema que podía ser usado para generar una relación más profunda entre ella y el escritor, e incentivaba ese resentimiento, inclusive poniendo más leña a la hoguera: le contó como la trataban mal antes de convertirse en modelo de Victoria Secret, y hasta hizo alusión a sus problemas con Comstock Dibble - "cosas" que ella juraba que jamás le contaría a Selden.
El resultado era que Craig Edgers ahora estaba locamente enamorado de ella.
La seducción había sido perfectamente calculada por Janey, y se justificaba por su creencia reciente e incontestable de que los hombres como Craig Edgers - artistas intelectuales, que "comprendían" el alma humana - eran sus verdaderas almas gemelas, tipos perfectos convertirse en sus compañeros. Para ella, seducir a Craig era algo totalmente diferente de, por ejemplo, seducir a un hombre como George. Los hombres como George sólo eran interesantes porque tenían dinero, mientras que los hombres como Craig no necesitaban dinero para ser interesantes.
Ella inició la aproximación de manera sutil, al principio buscando profundizar la amistad por teléfono, usando como excusa la posibilidad de que produjese una película basado en su libro. Eso había llevado a un almuerzo en un restaurante mexicano común y corriente en la Segunda Avenida, cerca del apartamento de él, y otro día, a una visita vespertina a su apartamento en si, un lugar deprimente de fines de la década de 1950. Estaba mal conservado y amueblado con muebles baratos que probablemente habían sido comprados en la década de 1980. Fotos de él y de su esposa, Lorraine, durante varias etapas del matrimonio, decoraban un aparador, y una pared estaba repleta de libros. Janey examinó las fotos, genuinamente interesada en el tipo de mujer con la que Craig se había casado, y no se decepcionó; Lorraine era una mujer atlética, de una belleza común, más o menos de la edad de él, que había conservado el mismo peinado durante varios años - cabellos crespos, cortados hasta los hombros, le sobresalían de los laterales de la cabeza como alas. Janey había comentado, con voz falsa, destinada a pasar un sutil desdén, que Lorraine parecía "simpática".
La excusa para su visita había sido examinar la colección de Craig de libros clásicos que, según ella explicó, eran una de sus pasiones secretas, y la hora siguiente transcurrió con una tensión sexual casi insoportable. Janey no tenía la menor intención de acostarse con Craig, pero no iba a descartar a posibilidad, si pintase un clima y la situación fuese redituable para ella.
Mientras contemplaba el ejemplar premiado de “El Gran Gatsby” - una edición autografiada, con tapa original mostrando los ojos de una mujer flotando en un cielo nocturno - se acordó cuan emocionante era ejercer poder sobre un hombre, e inmediatamente elaboró un plan. El poco tiempo que había pasado con Craig fue una especie de revelación , y de repente ella entendió lo que estaba faltando en su vida, aquello que le había impedido ser realmente feliz : prestigio intelectual. Su plan no sólo justificaría sus acciones, sino que también cambiaría la opinión de todos respecto a ella. Sabía que las personas la consideraban bonita, pero ahora iban a enterarse que también era inteligente.
La idea era simple : producir la versión cinematográfica de “Los obstáculos”. Parecía casi una locura al principio, pero cuanto más pensaba en el asunto, más tenía sentido. Hasta allí, Craig se había resistido a la idea de vender los derechos de del libro a Comstock Dibble, quien se rehusaba a dejarlo escribir el guión, pero Craig no necesitaba necesariamente de Dibble, ni de ningún estudio. Ella conocía muchos ricachones que tal vez estuviesen dispuestos a invertir en el libro y que tal vez gozasen frustrando a un tipo como Comstock Dibble. Ella podía hasta convencer a George Paxton a hacer esa inversión - y entonces Craig escribiría el guión y ella escogería los actores y el director, tal vez hasta desempeñando uno de los papeles femeninos. Y cual sería ;a sorpresa de Selden ante todo eso!
Y ahora, durante el almuerzo con Craig, ella planeaba exponerle sutilmente su plan . Los camareros pasaban volando por la mesa de ellos, como moscas, la clientela de Dingo's los miraba disimuladamente a los dos - y , según Janey se imaginó, estarían especulando incansablemente sobre esa extraña pareja . Arrojando sus cabellos sobre un hombro, Janey se inclinó sobre la mesa, aproximándose a Craig y , con una risita, dijo :
- Nadie se atrevería a hacerte sentar en el fondo del salón ahora.
Craig le dio una sonrisa triunfante y respondió :
- Principalmente ahora. Te conté que la revista Team quiere hacer una nota conmigo? - Y revoleando los ojos, como si hiciera mucho tiempo que esperase esa aprobación , agregó : - Finalmente.
- Ay, Craig! - exclamó Janey, sintiendo una nueva oleada de excitación. El comportamiento de la gente de New York en generalmente funcionaba así ; cuanto más famosos eran sus amigos, mas mejoran tu imagen, y ella no podía dejar de imaginar como el artículo en esa revista Craig podía mejorar su vida. - Van a publicar tu foto en la tapa?
- Ya hablaron en eso. Pero, naturalmente, tengo mis dudas. - él la miró , de un modo significativo. - Sabes como son esas cosas, Janey. La gente no controla lo que escriben, ni el tipo de ángulo por el cual van a abordar la entrevista, y no quiero manchar mi reputación literaria apareciendo en una revista destinada a las masas.
- Pero necesitas hacer eso - dijo Janey, frunciendo el ceño . - necesita entender por qué es tan importante.
- Entonces dilo - sugirió él. Y Janey no pudo dejar de maravillarse nuevamente, ante el hecho que Craig Edgers, el famoso Craig Edgers, la estrella literaria, estuviera pidiéndole un consejo!
- Piense en todas las personas que vas a alcanzar - ella explicó con fervor, como si el tema hubiese sido importantísimo . - Gente que probablemente jamás leyó un gran libro en toda su vida, gente que cree que "literatura" es aburrido! - ella miró de reojo su plato. - Mi Dios, Craig - ella dijo . - Tener la oportunidad de influenciar a tanta gente . .. Vamos , es simplemente un honor. Es el tipo de cosa que me gustaría hacer algún día. Tener ... tener un significado auténtico.
Craig le sonrió de un modo complaciente.
- Vas a necesitar abrir perder parte del control sobre tu imagen, pero piensa en las ventajas.
El se recostó en el respaldo del banco y la miró pensativamente.
- Sos la única persona con quien puedo conversar sobre estas cosas . Mi mujer no quieres oír hablar...
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- Es sólo porque ella se siente amenazada. Por tu éxito. De repente su vida cambió, y ella no sabe qué hacer con la relación entre ustedes .
- Pero cuál es el sentido de tener una esposa, si ella deliberadamente se rehusa a entenderte ? - preguntó Craig .
Janey le lanzó una sonrisa misteriosa, pero no dijo nada . La mayoría de las mujeres habrían entendido ese comentario de Craig sobre su esposa como una oportunidad para mostrarse superior a Lorraine en comprensión y solidaridad. Pero Janey sabía que esa técnica no solía funcionar - hacía que el hombre pensara que la mujer estaba loca de ganas de estar con él. Y, para controlar a un hombre, era necesito dejarlo que él te convenza a vos - no al revés.
En unos segundos, Craig se aproximó a ella y le dijo lo que Janey consideró ser una revelación atípica en él :
- Estuve pensando en vos.
- Yo También pienso mucho en vos - dijo ella, dandose cuenta que esa sería la oportunidad perfecta para presentar su plan .
- Esto va a parecerte locura, pero estuve pensando... voy a hacer de vos un personaje en mi próximo libro. -El se recostó en el respaldo del banco y tomó un trago de agua , mientras la contemplaba pensativamente.
- Ay, Craig - dijo Janey. Había sido tomada de sorpresa, y le llevó un momento reorganizar su estrategia, Janey de repente lo vio como él debía ser para alguien que no lo conociese y no supiese nada de sus obras. La impresión general, mas allá de la camisa leñadora, era la de un hombre que no muy limpio, que sin duda a veces pasaba días sin cepillarse los dientes, tenía caspa y curvada la espalda .
Y entonces, en un gesto que le chocó, debido al lugar en que se encontraban, él se sentó en el borde del banco y puso su mano sobre la de ella . Por un momento, Janey se quedó paralizada, pero entendió rápidamente que, si él descubriese que ella lo consideraba repulsivo, retrocedería, y ella lo perdería. En vez de eso, ella puso su otra mano sobre la de él y dijo :
- Sé que debería sentirme halagada, pero francamente, Craig ... La forma en que presentas algunos de los personajes de tus libros... bien, es definitivamente maquiavélica. Tienes un modo cínico de expresarte , y no consigo imaginar como podrías describirme ... probablemente como una de las prostitutas?
Y Craig se rió, diciendo:
- Pensé que era obvio el modo en que te describiría, Janey. Sabes que sos mi obsesión.
- Lo sé , Craig? - preguntó ella - con inocencia suficiente, pero con sólo con una puntita de advertencia en su voz.
Craig no captó la advertencia.
- Si no estuvieses casada con mi mejor amigo - prosiguió - te pediría que pasaras el fin de semana conmigo ahora mismo.
- Pero Craig - gritó ella, fingiendo estar perpleja. - Y tu esposa?
- Le mentiría y le diría que fui a Chicago. A Visitar viejos amigos.
El era tan diferente, y al mismo tiempo atemorizantemente serio, pensó Janey. Era casi... encantador.
- Podríamos decirle a Selden que estás escribiendo un libro sobre mí - dijo ella, preguntándose hasta donde él llegaría. - Podríamos decirle que necesitamos pasar algún tiempo juntos, para que vos puedas... estudiarme.
Ahí él llegó al punto donde ella quería que llegase.
-Pero yo jamás podría hacerle eso a Selden. - El Tomó un trago de agua , y agregó : - Además, Selden nunca me creería. No es tan idiota . Sabe lo que siento por vos y ese miserable probablemente se esté riendo de mí a mis espaldas !
Janey hizo una mueca .
- Tienes razón, claro - concordó ella. - Pero si pudiésemos pensar en una forma... de pasar más tiempo juntos de manera legítima... - ella sabía que necesitaba evitar prometerle sexo, permitiendo al mismo tiempo que él pensase que tenía una posibilidad de obtenerlo en el futuro...
- Estoy teniendo unas ideas medio locas - dijo ella. - Demasiado estúpidas como para contarlas, A decir verdad. Te vas a reír de mí.
- Reírme de vos sería a última cosa que haría - aseguró él.
Janey lo encaró , su expresión súbitamente fue seria.
- Y si ... yo produjese la versión cinematográfica de “Los obstáculos” ?
Por un instante, él simplemente se quedó mirándola , como alguien que no entendió. Obviamente, era la última cosa que estaba esperando, y antes que pudiese protestar ella se apresuró a explicar:
- Ah, ves ? Estropeé todo. sabía que ibas a reírte de mí - ella miró a otro lado.
- No, no. Es una idea... interesante.
- Bien, lo sería, si vos te tomases el trabajo de pensar un poco en ella - sugirió Janey , con una voz suave como la seda. - Vos quieres escribir el guión y entrar a Hollywood, y yo puedo ayudarte . Sólo necesitamos el dinero , alguien para invertir en el proyecto. Y es ahí donde yo entro. George Paxton es uno de los mejores amigos de Selden, gran amigo mío también. Ya invirtió en películas antes. George va a ... , George hace todo lo que yo le pido . Incluso me dijo que si le pudiese encontrar un proyecto para él. .. - Janey mintió descaradamente . Los ojos de Craig se semi cerraron.
- Pero... y Selden? - él indagó.
- Ah, Selden! - exclamó Janey frívolamente. - El va a tener que ser buenito , Selden podría comprar los derechos del libro... pero ambos sabemos que él no está dispuesto a hacer eso. No tiene la sensibilidad suficiente para entenderlo. Sólo piensa en como va a quedar de sorprendido cuando descubra el plan . Va a ser una buena forma de darle una lección.
- Janey - dijo Craig, pacientemente, - Sos muy linda, y yo jamás insinuaría que no eres inteligente. Pero careces de experiencia . Hollywood es una máquina de picar carne . Todos saben eso. Pueden... no tomarte en serio.
- Porque soy modelo de Victoria Secret? - preguntó Janey, mordiéndose el labio. - Bueno ... si ser una modelo es el problema, bien, yo renuncio a todo por la oportunidad de hacer algo importante! - Janey gritó. - Especialmente si es algo en lo que creo .
Ella se dio vuelta hacia él, con los ojos brillantes, sabiendo que no había nada más atractivo para un hombre que la pasión, y soltó un grito:
- Ah, Craig! Si no me dejas trabajar con vos, no sé qué voy a hacer!
Y de repente él se vio a su lado , dándole palmaditas consoladoras en su mano, y murmurándole palabras de incentivo.
- Bien ... entonces está bien, Janey. Si quieres hacer eso... Si es así como lo sientes... Claro que puedes...
Los ruídos del bullicio en bastidores producidos por una centena de seres humanos enloquecidos, concentrados en la tarea de producir el Desfile de Moda de Victoria Secret, no fue suficiente para tapar la voz infantil y aguda que se levantó por encima de ese tumulto y declaró : "Y no es suficiente ser bonita y tener tu propio dinero hoy en día. Hoy por hoy una mujer necesita estar informada de todo y ser una fiera en la cama. Yo le pregunté: - Exactamente qué quieres decir con "fiera"?' Y entonces él me dijo : “Sexo anal, por lo menos una vez por semana', y después comenzó a describirme ..."
La voz de repente fue tapada por la música que venía del otro lado de la delgada pared divisoria que escondía la pasarela, cuando Janey se dio vuelta con una sonrisa de superioridad hacia quien estaba hablando. Seraphina, una bella morena conocida por ese único nombre, se encontraba sentada dos sillas mas adelante de ella, delante de un espejo , sus ojos castaños bien abiertos.
La breve evaluación que Janey había hecho de ella, en dos ensayos vespertinos, fue a de que era una muchacha bastante tonta y bocona. Con poco más de 21 años, hablaba casi exclusivamente del os hombres que habían / tenían intentado llevarla a la cama , y de su familia que había dejado en una granja en Brasil . Por un momento, Janey se preguntó si ella parecía tan ridícula como Seraphina cuando tenía la misma edad, pero después , resolviendo que no era así , dejó de prestarle atención, aunque fuese difícil ignorarla cuando se estaba en la misma sala que ella. Silenciada ahora por los gestos de su maquilladora, quien intentaba delinear con un lápiz sus labios oscuros y tan gruesos que recordaban a una vagina, Seraphina continuó gesticulando histéricamente.
Detrás de Janey, su propia maquilladora, Contadine, estaba de pie mezclando una variedad de bases líquidas sobre su mano. Los ojos de ellas se encontraron en el espejo, cuando Contadine, quien tenía una opinión respecto a cada tema sobre la faz de la tierra, y sentía una necesidad compulsiva de expresar su sabiduría, señaló a Seraphina con la cabeza.
- No es verdad ?- ella dijo, dando un paso hacia adelante y pasando suavemente con los dedos la base en la cara de Janey. - Yo puedo contarte cada historia, mi querida... - ella continuó . - Por más que la gente se queje de los hombres, ellos siempre controlan todo. Cada vez que adquirimos un poco de libertad o independencia, ellos redoblan las apuestas. Mierda . la culpa la tiene esa cosa Internet, entiendes ? La pornografía que está en todos lados y al alcance de todos . Antiguamente ellos tenían suerte si lograban que una mujer se las chupara de vez en cuando . Ahora quieren tres muchachas y un mono en la cama , y todos ellos arrodillados, haciéndoles reverencia al pene ...
Contadine se rió con ganas ante esa creatividad , mientras Janey apretaba los labios, con una sonrisa distante. Había tenido millones de conversaciones como esta durante varios años, y la supuesta amistad sumada a la necesaria falsa alegría para un desfile siempre la cansaban. Janey entendía por qué las estrellas de cine exigían que los maquilladores y los estilistas se quedasen con la boca cerrada. Pero si ella exigiese silencio, iban a pasar a llamarla “ prima dona” . Sólo podía quedarse callada y rezar para Contadine entendiese la indirecta.
“Atrapar un marido es un arte, mantenerlo, un trabajo.”
Simone de Beauvoir
Cerró los ojos un momento, y Contadine preguntó:
- No estás nerviosa, verdad ?
Janey le lanzó una mirada incrédulo por el espejo, y Contadine le acarició el hombro.
- Nunca creería que lo estás. Vos, no.
Ella se acercó , bajando la voz y mirando de reojo a la hilera de sillas donde las 11 modelos de Victoria Secret se encontraban en diversas etapas de arreglo de cabellos y aplicación da maquillaje.
- Diablos, sos una de las pocas auténticas profesionales por aquí. La mitad de esas muchachas nunca han estado en una pasarela digna de nombrar antes, y van a presentarlas al público así nomás ....
Como ese comentario no exigía una respuesta, Janey simplemente se encogió de hombros , pero no había como hacer callar a Contadine .
- Bien - continuó ella. - ya oí decir que vos por lo menos lograste acomodarte . Leí en algún lugar que te casaste muy bien ?
- Me casé, si - dijo Janey, - con Selden Rose. - ella se movió en la silla y se miró en el espejo críticamente. Aunque fuese la más vieja de todas las modelos (sólo la alemana, Evie, de treinta años, tenía más o menos su edad ), su evaluación profesional era que se encontraba más bella de lo que jamás había estado . Su belleza estaba más exuberante, y emanaba una confianza y algo más - una inteligencia, como si tuviese una vida real fuera de las pasarelas -, al contrario de los rostros de las modelos más jóvenes y en formación . Y aún así , después de apenas 15 minutos en ese ambiente, ella había empezado a sentir el mismo tedio que amenazaba con tragarla lentamente.
- Ah, si - dijo Contadine, chasqueando los dedos. - Selden Rose. Es el nombre de él. - ella sacudió la cabeza como si finalmente entendiese la solución de un problema de matemática. - él es ... fotógrafo, verdad ?
- No - dijo Janey, con una irritación momentánea. Era típico de la gente de ese rubro pensar que conocían todo y a todos, lo que era una ironía, dado lo limitado de ese mundito . - Es un directivo de la Movie Time.
- Pero qué bien!. Todavía mejor - dijo Contadine. - un hombre de negocios. mi madre siempre decía, cásate con un hombre de negocios. Ellos son estables.
Janey miró firmemente a Contadine, preguntándose si debía dejar pasar esa información errada sobre la profesión de Selden . Después de todo , qué diferencia hacía?
- Naturalmente, el problema de algunos de esos directivos son aburridos - continuó Contadine. - Yo tenía una amiga, que resolvió que no aguantaba más a los actores pobres y entonces conoció a un consultor de inversiones...
Janey se hartó de eso , y le lanzó a Contadine una sonrisa de superioridad.
- Selden no es exactamente un hombre de negocios. Él es el presidente de Columbia Pictures.
Contadine hizo una pausa, y mordió la punta de la brocha de maquillaje .
- Ahhhh - dijo ella asintiendo con la cabeza. - Es por eso que conozco ese nombre. creo que tuve una amiga que fue novia de él.
Janey cerró los ojos para que Contadine pudiese aplicar la sombra en sus párpados, evitando demostrar el susto que llevó. En los bastidores de un desfile de moda circulaban sin parar chismes e insinuaciones maliciosas, tanto repetidas como inventadas . Si demostraba mucho interés al día siguiente Contadine iba a estar repitiendo esa historia por toda la ciudad .
- Lo dudo - dijo Janey, con una carcajada breve destinada a desmoronar especulaciones. - Selden sólo está en New York hace seis meses, y llevamos casados tres meses. Y antes de eso, estuvo casado durante 12 años. Entonces sería muy difícil...
- No, te lo puedo asegurar - dijo Contadine, con voz suave. - ahora que mencionas la Columbia Pictures, estoy acordándome. Fue mi amiga Estie. Es cantante - o ella dice que es cantante, - secorrigió Contadine, con una sonrisa burlona. - Pero estoy siendo injusta. Estie tiene talento, sabes? Y es muy divertida. Pero su apariencia es lo mejor que tiene .
- Sorprendente - observó Janey.
- Sabe, ella es el tipo de mujer por la cual los hombres se idiotizan . - Contadine se agachó , continuando en un tono conspirador. - Uno de los príncipes ingleses - no recuerdo cual - le echó el ojo . La llevó a St. Barts. Todo a escondidas . La prensa no debía enterarse. Pero ella logró llamarme desde allá , me dijo que tenía un pene minúsculo. - Contadine notó la mirada de desdé;n de Janey, pero prosiguió . - Ah, a vos te encantaría ella , te lo aseguro. Y estoy casi 90% segura de que ella me dijo que, después de esa aventura, se enamoró ese tal de Selden Rose. Sólo lo recordé porque Selden es un nombre raro. Quiero decir, no quiero ofenderte , pero parece el nombre de un dentista.
Janey se dio vuelta en la silla y soltó una carcajada corta y enojada.
- Esa es la prueba de que ella no conoce a Selden. La última cosa que alguien haría sería llamarlo dentista...
- Pero yo no dije que ella lo llama dentista - prosiguió Contadine, con una persistencia irritante. - Sólo que su nombre me hace acordar a un dentista. Ella me dijo que él estaba mismo dispuesto a quedarse con ella - pero ella no estaba tan interesada . Sabes como es ese tipo de mujer, ella quieres casarse con Tom Cruise . Mi amiga descubrió que él iba a separarse de su esposa para casarse con ella, hasta que sucedió un problema con un collar...
- Un collar! - exclamó Janey.
- Si . Estie es una de esas mujeres... no podrías creer las joyas y los regalos que los hombres le dan. Un tipo le dio una Ferrari sólo por salir con él. Y pensar que Estie es demasiado baja para ser modelo ...sabe cantar, pero n tiene talento para ser actriz...
- Bien , ella no me parece el tipo de mujer de Selden, eso puedo afirmártelo con certeza - dijo Janey, con una autoestima indestructible. - Conozco a mi marido, y él no soporta a ese tipo de mujer. Por otro lado, si esa Estie estuviese interesado en él. ..
- Ah, pero Estie nunca necesitó correr detrás de un hombre en su vida - retrucó Contadine con calma, sacando un poquito de polvo marrón de la mejilla de Janey con un pincel. - De cualquier forma, yo no me preocuparía por eso . Después de todo , vos te casaste con él, no a Estie.
Janey no dijo nada más, mientras estaba masticando odio con esa información. Era probable que ni una palabra de esa historia fuese verdad, y que Contadine estuviese confundiendo a Selden con alguna otra persona, pero , por otro lado, podía haber algo de verdad en aquello . Janey jamás había conversado con Selden sobre el motivo de su divorcio; en las pocas ocasiones en que había tocado el tema , él sólo había sonreído , como si estuviese apenado , y había dicho que el motivo había sido el de siempre, un distanciamiento entre marido y mujer.
Pero ahora no tenía tiempo para pensar en eso, porque en el momento siguiente, Contadine avanzó e dijo :
- Listo. puedes irte , estás perfecta.
Y Janey inmediatamente fue abordada por una ayudante que quería verificar como le quedaba su primer "traje" - un corpiño azul con lentejuelas. Janey la siguió por el salón, pasando por al lado de una multitud de estilistas, modelos, reporteros y cámaras. Mientras iba a hasta los cambiadores ropas, de los cual pendía un inmenso cartel blanco con su nombre escrito en tinta negra, un hombre bajo corrió hacia ella.
- Querida! - gritó . - Soy de E! Entertainment Televisión , quiero entrevistarte en este momento!
- Dentro de un minuto, Walter - respondió ella serenamente . - Diles que entrevisten a Evie antes. Ella ya está lista.
- No lo está, no - retrucó Walter.- ella acaba de pelearse con un maquillador al que dijo que cara parecía demasiado redonda . Como si eso fuese culpa de él....
Janey pasó los brazos por las tiras del corpiño azul con y se dio vuelta hacia un espejo; su ayudante, Marie, le dio un par de almohadillas de siliconas para realzar sus pechos.
- Ni pensarlo - recusó Janey. - Mi busto ya es grande.
- Todas usan esto - afirmó ella.
- Mis pechos ya son voluminosos - observó Janey. - no necesito aumentarlos.
- Pero todas quieren mas, no vas a querer ser la mas plana de la pasarela, verdad ?
- Marie - dijo Janey, bromeando. - Crees que hay una correlación directa entre la elevación de los precios de las acciones en el mercado y el tamaño de los pechos de las mujeres? - Era la pregunta que Craig había hecho durante el almuerzo, y que generó una discusión de 15 minutos sobre hombres, mujeres y dinero. Mientras Janey expresaba sus opiniones, Craig le había prestado una atención increíble, cosa que Selden nunca hacía últimamente. Pero, qué esperaba ella ? Craig era un verdadero intelectual , y los auténticos intelectuales comprendían que todas las personas eran inteligentes y que tenían una opinión válida, si al menos alguien os escuchase. Pero Selden... bien, como Craig había dicho, Selden estaba muy comprometido con el sistema, aunque Janey no supiese si concordaba completamente con eso.
Marie levantó las manos en alto, frustrada.
- Qué puedo entender yo de la bolsa de valores? - ella preguntó. - Crees que tengo dinero ponerlo allí ? - Se aproximó con una almohadilla en cada mano, y Janey permitió que insertase las siliconas frías debajo sus pechos, empujándolos hacia arriba y hacia afuera del corpiño azul en un ángulo alarmante.
- Ahora parezco un personaje de dibujo animado - protestó Janey. se dio vuelta hacia Marie y , con una sonrisa maléfico dijo : - Estoy pensando en sacarme los implantes de siliconas. Qué crees de eso, Marie?
Marie puso cara de quien está por dar su último suspiro de vida.
- No puedes hacer eso ! - la retó ella. - Vas a arruinar tu carrera. Y qué tipo de inspiración será eso para las otras mujeres?
- Janey? Ahora podemos ? - preguntó Walter Speck, surgiendo detrás de ella . Janey miró a Marie, quien hizo una mueca y sacudió la cabeza .
- Ya sabes como es - dijo Walter, entregándole una bata de seda rosa. - Debes decir que adoras Victoria Secret, patatin, patatán. Victoria Secret hace que las mujeres se sientan bien consigo mismas...
- Ah, si ? - preguntó Janey.
- No vas a empezar a hacer problemas ahora ? - preguntó Walter, empujándola hacia un rincón de la sala donde había una equipo de filmación. -Igual Evie... Siempre ustedes , las más antiguas... Después que cumplen treinta años, piensan que les creció el cerebro.
- Y tal vez es así - dijo Janey, riendo. Se sentó en la silla indicada e inclinó a cabeza hacia atrás , para permitir que un maquillador le pasase polvo compacto en la cara . - Pero no necesitas preocuparte , Walter. Estoy pensando en retirarme . En hacer otras cosas.
- Ai, mi Dios, no me vengas con esa - murmuró Walter.
- Ese es un anuncio oficial? - preguntó alguien .
- Claro que no - retrucó Walter.
- Janey, por favor - dijo a entrevistadora. Era una rubia ordinaria, de más o menos 25 años, que sólo tenía de original el hecho de trabajar en un programa de TV . - En 15 minutos vas a subir a una pasarela, vas a estar delante de millares de personas... prácticamente desnuda!
- Si - dijo ella, como si considerase esa perspectiva ligeramente aburrida.
- Eso no te pone... nerviosa? - preguntó la muchacha. - Yo jamás sería capaz de hacer una cosa así, por más que me pagasen!
Janey le lanzó una ligera sonrisa desdeñosa, pensando que el problema era justamente ese: nadie jamás le pagaría por mostrar un cuerpo así... Pero en voz alta, respondió :
- Yo considero mi cuerpo una obra de arte. Para una modelo, nuestro arte es nuestro cuerpo, así como una pintura es el arte del pintor.
- Madre del cielo! - exclamó la muchacha. - Nunca había pensado en las modelos como artistas. De ahora en adelante, voy a tratar a las modelos con más respeto !
Janey le dio una sonrisa bien amplia y falsa.
- Ahora, una pregunta que nos estamos haciendo todos - continuó ella. - Hiciste algo especial hoy para prepararte para el desfile?
- No, nada en especial - respondió Janey, encogiendo los hombros . Ciertamente esa idiota no necesitaba saber de las inyecciones de colágeno que se había aplicado en los labios dos días atrás ni de la depilación del pubis que se había hecho el día anterior. - Francamente, hice lo que acostumbro hacer. Por la mañana tuve unas reuniones de negocios con mi agente, y después almorcé con mi buen amigo Craig Edgers.
El nombre surtió el efecto deseado.
- Craig Edgers? - exclamó la muchacha, toda excitada. - El autor del bestseller? Y sobre qué conversaron ?
- Ah, sobre la correlación entre el mercado de acciones y como eso influencia nuestra percepción del cuerpo perfecto de una mujer - dijo Janey, con toda naturalidad.
Por un momento, la muchacha la miró sin comprender, y después disimuló rápidamente, diciendo:
- Bien, ciertamente a vamos ver cuerpos perfectos aquí hoy! Muchas gracias, Janey. Y gracias también por ser una modelo inteligente y una inspiración para las mujeres de hoy en día .
- Perfecto. - dijo Walter, tomando el brazo de Janey y llevándola a un lado dijo - Adoré esa parte sobre el almuerzo con Craig Edgers. - Después él se detuvo y la miró , frunciendo ligeramente la frente . - No inventaste eso, verdad ? Es el tipo de cosa que cualquier columnista social va a tratar de investigar...
- No seas ridículo - retrucó Janey, con voz tranquilizadora. La falta de precisión sobre la fecha no la incomodaba . Después de todo ella había mismo almorzado con Craig, y todos sabían que la prensa siempre entendía todo mal .
- Una amistad entre vos y Craig Edgers - dijo Walter, muy satisfecho. - Es bueno que sean "vistos juntos por ahí". Hablando de eso, a dónde almorzaron ?
- En Dingo's - respondió Janey. - Dónde mas?
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