CAPITULO 19
“La envidia se percibe en la sensación de sentirse sola rodeada por las sonrisas de los enemigos. “
Elizabeth E. Bowen
- Me gustaría de proponer un brindis - dijo Dodo, golpeando su copa con un cuchillo . Se puso de pie , medio desequilibrada, sujetando la copa de vino tinto en un ángulo peligroso - ya había tomado demasiado vino y inhalado más cocaína de lo que había planeado - y estaba sintiéndose dopada. - Por el más nuevo miembro de nuestra familia. Janey Wilcox, sé bienvenida.
-Si, si !
Janey tomó un trago de su vino y volvió a recostarse en la silla , obligándose a sonreír. Nunca sería un miembro de esa “pequeña familia”, ella pensó , por más que se esforzase. Era una extraña que no hablaba el lenguaje de ellos, y , mirando a las otras personas en la mesa, se sintió completa e irremediablemente sola.
Esa Dodo era una loca, pensó . Antes de la cena, había insistido en mostrarle la casa a Janey y , en medio de la recorrida , se ocupó de enfatizar que podrían vivir en la ciudad, pero que por cinco millones de dólares tenían más espacio en Greenwich.. . Y entonces había llevado a Janey a su suite y le ofrecido cocaína, que Janey había rechazado. A pesar de eso, Dodo había capturado a Janey en el baño durante unos buenos 15 minutos, contándole sobre su técnica para evitar el embarazo, que consistía en hacer un test de ovulación y evitar tener sexo en los días que estaba fértil.
- Puedes imaginarme embarazada? - Dodo preguntaba todo el tiempo . - Pero es lo que ellos quieren, todos los hombres. Quieren mujeres sólo para fornicar y hacerles hijos - como si las mujeres no trabajásemos suficiente! Tengo que manejar esta casa enorme, y a Mark, Dios sabe que él no hace nada...
Y después estaba a Carolina. Ella poseía el tipo de rostro anguloso y aristocrático que debería haber sido considerado el auge de belleza doscientos años atrás. Pero por debajo de la superficie, tenía el aire vigilante de una mujer que sabe que su marido la está engañando, aunque todavía no tenía pruebas. Lo que no sería difícil, pensó Janey, ya que Dodo derretía con Paul, el marido de Carolina, susurrando palabras al oído de él y apretando su pierna contra la de él. ..
Y finalmente, la callada Constance. Era tan delgada que Janey pensó que ella estaba a punto de desmayarse por falta de alimentación, y todos la ignoraban, como si ella fuese una muñeca que alguien había traído a la mesa y había sentado en una silla .
Y todos era tan snobs y seguros de sí mismos...
- Te digo que los republicanos van a acabar con a economía - le afirmó Ross, muy convencido, a Selden.
- Qué pasa, Ross? Eso es una exageración, y sabes de eso - retrucó Selden. - La economía determina su propio curso - El hecho que el presidente sea republicano o demócrata es irrelevante...
- Como la única persona en este grupo que trabaja en la televisión, les digo que el mercado de acciones se va a recuperar - dijo Dodo.
- Ross, mi querido, te olvidaste de Reagan - dijo Carolina.
Janey nada dijo mientras comía el carnero. La carne estaba demasiado cocida para su gusto, y se preguntó si el carnero quemado podía causar una intoxicación .
- Tienes dinero invertido en acciones? - Ross le preguntó de repente.
- Una pequeña cantidad - respondió Janey.
- Janey probablemente tiene un agente que se ocupa de sus inversiones . No es lo que todas la modelos hacen? Para no necesitar saber nada sobre el mercado - dijo Dodo.
- A decir verdad, varias modelos invierten su propio dinero - dijo Janey.
- El otro día estaba conversando con una persona que está en la industria de la moda y él me dijo que el secreto de gran parte de las modelos es que son inteligentes - dijo Paul. - Necesitan serlo , para poder triunfar en la vida.
- Vamos , convengamos, Paul - intervino Carolina, contrariada. - Inteligentes en comparación con quién ?
Y ante el silencio que se hizo, ella rápidamente agregó : - no me refería a vos, Janey.
Entonces alguien rápidamente cambió de tema, hablando de la excursión de alpinismo que todos habían hecho en la India el año anterior.
Janey halló imposible concentrarse en esa conversación. Detestaba los deportes, y nunca había estado en la India. Consultando de reojo y disimuladamente el reloj, vio que sólo eran nueve y media. Qué grupo extraño eran ellos , Janey pensó . Si no se supiese quién estaba casado con quién, jamás conseguiría descubrir las parejas con certeza, pues no parecía haber ninguna profundidad real detrás del afecto entre los miembros de cada pareja. Parecían adolescentes bromeando sobre ser adultos...
- Qué podríamos hacer este año? - preguntó Caroline.
- Todavía creo que deberíamos mandar las Ferraris en avión a Montana y participar de una carrera - dijo Michael.
- Tienes una Ferrari, verdad, Selden ?
- Tengo algo mejor - dijo Selden. - un Jaguar XK 120.
- Que velocidad puede alcanzar?
Selden se encogió de hombros.
- Unos ciento ochenta, ciento noventa por hora, tal vez ?
- Vamos a dejarte mordiendo el polvo - dijo Dodo.
- Por qué en Montana? - preguntó Janey, de repente, intentando entrar en la conversación.
- Por qué allá no hay límite de velocidad, tal vez ? - informó Carolina, con una voz apenas sutilmente áspera, para que los hombres no notasen su grosería.
- Sólo trabajas como modelo, Janey? -- preguntó Dodo. en seguida, mirando a los otros invitados como si hubiese dado un paso en falso, y se enmendó rápidamente : - Dicen que muchas modelos acostumbran tener otras actividades, verdad? Como esa muchacha tan elegante, que tiene un rostro increíblemente bello... cómo es el nombre de ella? - Dodo preguntó, volviéndose hacia Carolina.
- Estás hablando de Christy Turlington - respondió a otra. - Tiene su propia empresa y línea de ropa - creo que hasta produce videos de yoga...
- Eso, Janey - dijo Paul, lanzándole la mirada maliciosa de un borracho. - Cuéntanos sobre vos.
Todos se quedaron mirándola fijamente . Janey comenzó a sentir un pánico cada vez mayor - estaba casi atontada. De repente se sintió sofocada; ya no podía sentir su cuerpo; ni el vestido , que normalmente le habría dado una sensación de identidad. No podía hacer nada... Si no respondiese algo, todos pensarían que era una idiota, y no iba a darles esa satisfacción de ningún modo .
Tomando un trago de vino, ella dijo, con la mayor tranquilidad :
- A decir verdad, soy productora de cine...
- Si ? - dijo Dodo, impresionada.
- No estás trabajando? - preguntó Carolina, sacando un cigarrillo de su cartera.
- Ay, Carolina, no fumes , por favor - pidió Paul.
- No me hinches las pelotas - respondió Carolina, encendiendo el cigarrillo.
- Escribí un guión el verano pasado - dijo Janey, descubriendo, como siempre, que una vez que comenzase a mentir, cada vez se hacía más fácil. - En este exacto momento estoy iniciando un proceso de producción de una película.
Tomó un trago más de vino , sin atreverse a mirar a Selden. Ella podía ver por el rabillo del ojo que Selden tenía una expresión perpleja. Como si no creyese que ella era capaz de armar una mentira así. Pero , cuál era la alternativa?
- Cuál es el tema de la película? - preguntó Carolina.
- Es sobre una modelo y de como todos intentan usarla - reveló Janey.
- Una Historia muy vista - dijo Selden, descartando la idea.
- Selden está enojado porque yo todavía no se lo he contado a él - le dijo Janey a Carolina y a Dodo. Volviéndose hacia Selden, agregó : - No te lo conté, mi amor, porque quería que fuese sorpresa. De qué otro modo pensabas que paso las tardes?
Eso causó un acceso de risa en todos.
- No creerías que ella estaba haciendo compras, verdad? - preguntó Dodo.
- Jamás seré capaz de adivinar lo que ustedes, las mujeres, hacen - respondió Selden. Y cambiando de tema muy rápidamente , le preguntó a Ross: - Y el Viejito , cómo va? - El Viejito era el apodo que ellos usaban para Victor Maticé, el anciano CEO de Splatch Verner.
- Cada vez más loco - dijo Ross.
- Me habían dicho que se compró un avión - informó Mark.
- Avión? - se burló Paul. - De qué están hablando? Es un avión del tipo jumbo 727...
- Alguien tiene idea de donde están yendo a parar esas ganancias? - preguntó Selden.
Inclinándose , Dodo le murmuró a Janey:
- Sabes, yo fui modelo también.
- Si ? - preguntó Janey, fingiendo interés.
- Durante dos meses - dijo Carolina desdeñosamente. - Yo lo fui durante un año entero.
- Qué fue lo que dijiste ? No es tan así - contestó Dodo. - Fui modelo de Tropicana durante dos años...
- Lo que sea. De cualquier forma, fue un horror - replicó Carolina.
- No sé cómo mierda aguantas ese trabajo - dijo Dodo. - Es muy aburrido. Sin mencionar el hecho que todos los fotógrafos te quieren llevar a la cama...
- Tienes razón - dijo Janey. - Es aburrido Pero lo más extraño - dijo ella, saboreando el vino - es que, a pesar de eso, casi todas las muchachas bonitas que conozco ya intentaron o están intentando ser modelos.
“Nunca te vayas a la cama enojado. Quédate despierto y pelea! “ Phyllis Dille
- Fin de la opereta - dijo Janey, irónicamente, cuando ellos habían llegado al automóvil. - La vecina me cayó simpática ...
- Todos ellos son simpáticos. Son gente muy buena - retrucó Selden.
Janey se recostó en el asiento . De repente se sintió enojada, aunque no supiese por qué, y presintió que iban a pelear.
- Esa Constance es un amor de persona, siempre tan calladita - dijo Janey. -Pero me preocupa, me parece que hay algo malo en ella. Será que sufre algún tipo de problema alimentario?
- Ella es una persona interesante, si la gente se toma el trabajo de conversar con ella -observó Selden.
- Ah, bien - dijo Janey. Miró por la ventana, preguntándose se iban a lograrr llegar al hotel antes de que la pelea comenzara. Se lograsen, tal vez pudiesen evitarla.
Entendiendo la respuesta de ella como un retiro estratégico, Selden dijo :
- Y la mujer de Mark, Dodo, es muy divertida.
- Puede ser - dijo Janey vagamente. - Pero no cocina muy bien . Crees que carnero quemado puede producir problemas de digestión ?
- Es una mujer muy exitosa , una de las jóvenes más exitosas en el rubro de los noticieros - dijo Selden. Miró a Janey, preguntándose qué habría de malo en ella. Su primera esposa, Sheila, siempre había tenido muchas amigas, y se había esforzado en hacer amistad con las esposas de sus colegas de trabajo. - Janey, ni siquiera les diste una oportunidad a ellas.
Janey se dio vuelta hacia él, atónita.
- Yo ? - ella preguntó, pensando en como los hombres son de tontos. - Ellas me detestaron desde el principio. No viste la cara da Dodo cuando yo entré? Y oíste los comentarios de ellas sobre las modelos?
- Vamos, tal vez no deberías haberte puesto ese vestido! - replicó Selden. Listo, ya había dicho la frase fatal. Probablemente no debería, mas por lo menos había logrado descargar...
Janey sacudió la cabeza, amargada.
- A tus colegas parece que les gustó el vestido - ella dijo sarcásticamente.
Eso también era demasiado, pensó él. Por qué vivían peleando? Cada vez que él intentaba tener una conversación civilizada con ella, la cosa se transformaba en una disputa ridícula entre voluntades. Janey había sido exactamente así en aquella primera noche en que se habían conocido. Y a pesar de que él siempre había creído que la conversación entre ellos en esa ocasión no había sido mas que un excitante intercambio de opiniones antagónicas, estaba comenzando a preguntarse si esa animosidad no representaría una diferencia irreconciliable de valores entre los dos. Y como si eso no bastase, ella había mentido diciendo que era una productora...
- Creo que necesitamos tener una conversación muy seria - dijo él.
- Lo crees ? - preguntó ella. - Sobre qué , puedo saber? No puedes esperar que me queda callada , aceptando los insultos de todos sin defenderme...
-Tienes razón - dijo él. - no puedo hacer nada respecto a a la forma en que ellos se sienten. Pero por qué diablos les dijo que estabas produciendo películas?
- Por qué no debería haberles dicho eso ? - indagó ella, los ojos fusilando a su marido.
- Porque es mentira - dijo él casi gritando.
Como siempre, cada vez que él perdía la paciencia, ella adquiría ventaja.
Cruzando los brazos, Janey replicó :
- No voy a a aceptar esa bronca y ese reto como si fuese una niña . Ni siquiera de vos, Selden Rose.
Ahora él se puso a la defensiva.
- Tienes razón. Pero no es bronca. Yo sólo quería saber por qué. Mierda! Sos mi esposa después de todo...
- Y por eso esperas que yo te cuente todo? - preguntó ella, cambiando hábilmente el tema de discusión.
A esa altura, él ya conocía esa artimaña.
- Janey - dijo. - No eres una productora. Y qué es esa idea loca de decir que escribiste un guión?
El guión! La puta madre que lo parió! Cómo había llegado tan cerca de revelar su secreto? En un movimiento ofensivo, ella respondió rápidamente :
- Tal vez yo no haya producido - ni escrito - nada todavía. Pero deberías saber que es una cosa que estoy planeando hacer en el futuro, y es una resolución muy seria . Por lo tanto , si no aceptas eso, es mejor resolvemos esa diferencia aquí y ahora.
Por un momento, Selden se quedó dividido entre las ganas de sacudirla, como si ella fuese una niña - arrancándole la verdad - y un deseo cruel de lanzar una carcajada . La pura verdad era que ella no tenía la menor idea de lo que era ser una productora, ni tenía la menor noción de lo que era necesario para hacer un película - después de unos días fantaseando con ser productora, probablemente iba a cansarse y volver a las compras. Y entonces respondió :
- Haz lo que quieras, entonces.
- Gracias - dijo ella. Se metió un dedo en la boca y desvió la mirada . Hasta ese momento, no tenía la menor intención de llevar adelante esos planes; habría desistido si Selden no hubiese tocado más el asunto. Pero estaba comenzando a creer que tal vez fuese una buena idea; las reacciones de Dodo y Carolina le habían demostrado que hacer eso le daría el respeto que ella tanto ansiaba. Naturalmente, no había tenido a intención de mentir, pero ahora que ya lo había decidido, ya no era una mentira, independientemente de lo que Selden estuviese pensando...
“Cuando puedes pensar en el pasado sin arrepentimientos , y en el futuro si miedos estás muy cerca de la felicidad.”
Le dio una mirada de reojo por la ventana. Estaban en el camino ahora, volviendo a la ciudad, pasando por puestos de gasolina y casas mas modestas - qué cosa más deprimente sería vivir allí, Janey pensó , de repente sintiéndose aliviada porque la noche ya había terminado.
- Querido - dijo ella, tocando la mano de él en un gesto conciliador. - No vamos pelear, verdad ? Menos por causa de un grupo de personas que yo probablemente nunca más vuelva a ver nuevamente. ..
Selden retiró la mano, enojado. Será posible que no pudiesen encontrar nada en común?
- Claro que vas a volver a verlas - dijo él. - Principalmente si nos mudarnos a Greenwich. Vamos
verlos todo el tiempo ...
- Mudarnos a Greenwich? - gritó ella horrorizada.
- Si - dijo él, fingiendo paciencia. - Esa era la idea, desde el principio .
- Era? - preguntó ella aterrorizada. no conseguía recordar haber conversado sobre Greenwich antes, a no ser en relación a la visita de esa noche. Si ellos se mudasen a Greenwich, moriría, ella pensó , sólo sería un ama de casa - Tal vez terminase como Dodo...
- Mark dijo que hay una casa maravillosa en venta en la misma calle de ellos, un poco mas adelante, con vista al lago. Podríamos tener un barco allá. Recuerdas cómo nos divertimos ese verano?
Ella lo miró de reojo ; su rostro estaba impasible, y había en sus ojos una dureza, como si él quisiese desafiarla a pelear otra vez. Pero su sexto sentido le avisó que ese no era el momento para arriesgarse a una nueva pelea y entonces ella cedió.
- Recuerdo - ella dijo, vagamente. - Sería igual.
Selden inmediatamente se relajó y , pensando que la crisis ya había terminado, tomó la mano de ella. - No sé si la casa tiene un muelle, pero podemos construir uno, por supuesto. La casa tiene espacio suficiente para todo lo que queramos hacer. Incluso Podemos construir un gimnasio , si quisieras ...
Hacer ejercicios era su pasatiempo menos predilecto, pero ella murmuró :
- Tal vez fuese interesante...
- Voy a llamar a Mark mañana y tomar el nombre de la inmobiliaria .
Ella bostezó , fingiendo estar somnolienta. Aproximándose a él, apoyó a cabeza en su hombro; y él pronto comenzó a acariciarle los cabellos.
Janey cerró os ojos, aunque no estuviese cansada. Su cabeza giraba velozmente , intentando buscar varias formas de fuga, y de repente entendió que casarse con Selden Rose tal vez hubiese sido un error terrible. Inevitablemente, sus pensamientos volvieron a George y a su apartamento. ella le había dicho que no podría vivir en ese lugar, pero ahora, ante la posibilidad de mudarse a Greenwich, veía que había intentado tapar el sol con un dedo . De repente, nada le parecía mejor que vivir en el apartamento más grandioso de New York , y si tuviese algo de juicio, habría buscado a George hace mucho tiempo y se habría casado con él, en vez de con Selden.
George, ella pensó , sobresaltada. George - con todo su poder y su dinero -, ese si , era el tipo de hombre con quien ella debería haberse casado
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