CAPITULO 17
Pregunta: Si estoy en una isla desierta con un abogada y se aparece un león y un tigre , y tengo un revolver con sólo dos balas. A quién le disparo primero?
Respuesta: Dispárale dos veces al abogado para asegurarte de eliminarlo.
"Querida Señora Wilcox:
En el día 15 de junio de 2000, estuvimos intentando entrar en contacto con usted para tratar el asunto concerniente al guión sin título destinado a la Paramaount Pictures. Esta es nuestra cuarta tentativa.
Sabemos que usted tenía un acuerdo verbal con Comstock Dibble para entregar un guión original. En relación a ese guión (lo llamaremos "Guión sin Título"), nuestros registros indican que usted recibió un cheque de 30.000 dólares el 23 de mayo de 1999. De acuerdo con los estatutos de la Asociación de Escritores de los Estados Unidos, un acuerdo verbal seguido de un adelanto de dinero debe ser considerado equivalente a un acuerdo de esta Asociación para un guión sin Título y regulado segundo sus patrones y normas vigentes - tanto respecto a la entrega del material como a su respectivo pago.
Tales normas exigen la entrega del Guión sin titulo dentro de 90 (noventa) días. Si tal Guión no fuese entregado dentro de ese plazo, el contrato será considerado cancelado. En este caso, el Escritor deberá indemnizar al Estudio (Paramaount Pictures) dentro de 30 (treinta) días a partir de la fecha de la quiebra del contrato, con el monto del dinero recibido .
Segundo consta en nuestros registros, usted no entregó ni hizo ninguna tentativa de entregar dicho Guión . Como ya se pasaron 18 meses desde que recibió el pago por este trabajo, debemos solicitar que devuelva la cantidad recibida - específicamente un cheque a nombre de la Paramount Pictures por el valor de 30 mil dólares.
Si tuviera alguna duda favor entre en contacto con nosotros.
Atentamente ...
George sonrió, doblando la carta y colocándola detrás de él, sobre el borde de la ventana. Obviamente había mucho más cosas detrás de la historia revelada por esa carta, y al examinar el rostro de Janey, él se preguntó hasta que punto ella le habría contado la verdad.
- Bien - comenzó él. - Qué Selden piensa de esto ?
- Selden? - dijo ella, incapaz de evitar una dejo de exasperación en la voz. Janey se contuvo; estaba claramente preparándose para hacer una representación. Bajando los ojos y mirándolo , como una niña que sabe que hizo tontería, ella dijo : - A decir a verdad, no le pude contar a Selden todavía ...
- Pero puedes contármelo a mí, pero no a tu marido - dijo George .
Janey se sentó al lado de él en el radiador, forzándolo a correrse al borde.
- Si Selden lo descubre ... - comenzó ella, y después desvió la mirada rápidamente.
- Pero Selden conoce muy bien estos contratos - explicó George, en tono de quien defiende un argumento razonable. - él probablemente ya debe haber enviado cientos de cartas así.
- Ese es exactamente el problema - dijo ella, cubriendo su rostro graciosamente con sus manos. - Si Selden descubre ... - Janey volvió a decir, posicionando su cuerpo de forma que prácticamente le suplicaba que la consolase.
Los ojos castaños de George brillaron con interés.
- Ah, ya entendí - se adelantó él. - No es un asunto estrictamente profesional.
_ Eso ... - confirmó ella, con alivio. Janey bajó las manos y miró a George a los ojos con sinceridad. - El único problema es que ... puedo confiar en vos, George? Debes prometerme que no le vas a contar a nadie , ni siquiera a Selden.
_ Lo Juro por lo más sagrado - dijo George, en tono tranquilizador.
“Una mujer luce sus lágrimas como si fuesen joyas.”
_ Fui muy ... burra - dijo ella, su mirada, perdida.
- No tenía dinero y no sabía lo que estaba haciendo ... y Comstock Dibble se aprovechó de mí!
Por un momento, George se sorprendió . No tenía idea de que ella había estado involucrada -sexualmente - con Comstock Dibble, pero por otro lado todo aquello tenía sentido.
La gente vivía diciendo que ella se había acostado con medio mundo. Disimulando, George prosiguió :
- Continua.
_ Lo conocí en una fiesta - continuó ella. - ya hace algún tiempo , y, bien, vamos a decir que yo estaba muy mal . Comstock se aproximó a mí ...
_ Como siempre hace con todas - completó George, solidariamente.
_ Y fue muy persistente - dijo Janey, confirmando. - Hasta llegó a gustarme en ese momento. Yo no estaba con nadie ... y pensé que él tampoco estaba saliendo con alguien.
_ Y no te importó la reputación de él ?- preguntó George, levantando las cejas.
_ Yo acepto a las personas como son, George. Nunca me dejo llevar por "reputaciones" - dijo Janey, su voz asumiendo un tono ligeramente amargado. - Entonces, cuando él me dijo que me amaba, le creí .
- él te dijo todo eso ...
_ Y más - gritó ella. - Me dijo que quería ... casarse conmigo.
A esa altura, George ya estaba seguro que ella estaba mintiendo. Sin embargo, le siguió dando cuerda para ver hasta donde llegaba:
- Y vos qué le respondiste ?
_ Bien, le dije que era imposible, claro. Yo acababa de conocerlo. Y apenas sabía e que ...
- Que él estaba novio con otra mujer.
_ Eso - dijo Janey, desviando los ojos, pues acordarse de eso renovó su amargura.
George casi se rió, pero respetaba el principio de jamás ser cruel, a menos que fuese necesario. En vez de eso, preguntó, con tanta neutralidad como fue capaz de mantener:
- Entonces vos ... fuiste a la cama con él ?
- George! - dijo Janey fingiendo estar perpleja.
Su rostro se puso serio.
- Quieres que te ayude, Janey. Entonces necesito saber la verdad.
- Claro que si - dijo Janey, lanzándole una mirada osada y seductora, al punto de que George pensó que ella iba a abrirle la bragueta y a meter la mano allí dentro. - No tenía motivo para no hacerlo . Creí que estábamos enamorándonos . Creí que él hablaba serio. Y entonces , él debe haber comenzado a sentirse inseguro. No hay nada peor que un hombre que se siente inseguro...
- Principalmente si se trata de Comstock Dibble - dijo George.
- él se ofreció a ayudarme - contó Janey. - Fue idea de él que escribiese un guión. Entonces ... me dio 30 mil dólares para alquilar una casa de veraneo. - De repente Janey se llevó la mano a la boca y se inclinó hacia adelante , como si fuese vomitar.
- Acabo de darme cuenta de cuan horrible es esto. Debes estar pensando ... que yo soy ... que yo acepté ...
George se apoyó contra la pared, sacudiendo la cabeza comprensivamente.
- Treinta mil dólares es mucho dinero, bajo cualquier aspecto.
- Pero yo no tuve la culpa ! - protestó Janey. - No tenía la menor idea ... Creí de verdad que él quería ayudarme.
- Y escribiste ese guión ? - preguntó George, serenamente.
- Rso no viene al caso - protestó Janey. Mostrarle la carta a George, era una cosa, pero el guión ... eso no.
- - El problema es que rompí la relación con Comstock en el casamiento de mi hermana, cuando descubrí que él estaba novio con otra . Y francamente, no volvía a pensar en ese tema hasta que recibí la carta. - Janey bajó la voz para que George necesitase aproximarse para escucharla.
- - Vos sos un hombre rico y poderoso, George. No sabes lo que es ser una mujer soltera. Este tipo de cosa sucede todo el tiempo , y una mujer soltera no tiene quien la defienda. Yo sólo podía enterrar mi tristeza y dar vuelta la página.
- Entendí - dijo George.
- Comstock no logró soportar el hecho que yo me haya casado. Y que soy feliz - continuó Janey. - Cuando lo encontré la noche en que él fue premiado como el Filántropo del año, él llegó a tener el descaro de decir que quería volver a acostarse conmigo. Naturalmente, me le reí en la cara , mas después empecé a recibir estas cartas!
- Entonces crees que él te está chantajeando ?
- Claro que me está chantajeado - respondió Janey. Y cuando las palabras salieron de su boca, ella se convenció de que eran la pura verdad. - No me importaría tener que luchar con él sola - dijo ella acercándose -. Porque sé que tengo razón . Pero , si hiciera eso, van a aparece notas en la prensa, y creo que a Selden no le va a gustar nada eso.
- Claro que no - dijo George concordando. - Harían que la esposa de él apareciera como una prostituta.
Janey abrió la boca espantada . Hasta ese momento, no había considerado lo que los otros podían pensar, sólo que todo aquello era muy inconveniente para ella. Y de repente, sus ojos se abrieron enormemente , y ella se dio vuelta hacia George con una expresión de shock mientras dos lágrimas corrían por su rostro.
George se quedó sin saber qué pensar. Sospechó que eran lágrimas de cocodrilo, pero notó que la representación de Janey estaba consiguiendo emocionarlo.
- El caso es el siguiente, Janey - comenzó él. - Por peores que sean las motivaciones de Comstock, él probablemente tiene razón en enviarte esa carta, y el mejor modo de librarte de él es simplemente indemnizarlo. Finge que fue un préstamo que él te hizo ...
El rostro de ella empalideció, y Janey llevó su mano a su estomago, como si hallase aquello demasiada repulsivo para ser considerado . Inspiró profundamente, y se levantó .
- Eso estaría muy bien ... si te chantajean a vos - dijo ella acusadora. - Pero hecho es que no tengo ese dinero.
- Vamos, Janey - replicó George, con la mayor calma. - Cómo es que no tienes ese dinero? Sos una modelo famosa, debes tener 30 mil dólares disponibles ...
- No tengo dinero "disponible" - dijo ella, fríamente. - Las Modelos no ganan tanto como se piensa. Mi agencia se queda con el 25%, y después el gobierno se lleva la mitad. Tengo suerte de llevarme 150 mil por año... Y , en caso que lo hayas olvidado, eso apenas alcanza para pagar un alquiler en New York .
- Pero tienes a Selden - dijo él con voz mansa.
- Considero una degradación que una mujer dependa totalmente de su marido para todo - retrucó Janey, lanzándole una mirada penetrante.
Ay ¡ La puta madre que la parió . pensó George , pasando una de sus manos por sus cabello. Si ella tiene ese tipo de orgullo, jamás le va a devolver el dinero. Y mientras Janey se exhibía tomando la carta y metiéndola en su cartera, él se vio tironeado entre el deseo de ayudarla y el deseo de lavarse las manos y salir de esa situación.
- Si es por los 30 mil... - dijo él.
Janey giró sobre sus talones .
- No voy a aceptar dinero del marido de mi mejor amiga - desdeñó ella, impresionada por la ironía, pues en el pasado ciertamente lo habría aceptado. Pero no era una cuestión de dinero, era una cuestión de principios. Ella ya estaba saturada de los Comstock Dibble que andaban sueltos por la vida. - Además - prosiguió ella - no ves que si yo le pago lo que demanda, nada le impedirá hacerme alguna otra queja en el futuro? - Y entonces Janey se dirigió a la puerta.
- El problema es el siguiente - dijo George a su espalda .
- Si ? - ella se detuvo , pero no giró .
- Una cosa es que yo tenga una pelea personal con Comstock Dibble - explicó él. - Y otra completamente diferente es que me involucre en los problemas ajenos ... Si lo llamase por teléfono, él probablemente me diría que me vaya a la mierda, y con razón.
Janey giró su cuerpo de perfil, mirándolo sobre el hombro.
- Entiendo perfectamente - dijo ella, con voz fría. - Sólo me gustaría que me hicieses un pequeño favor . Si no te importa , puedes fingir que nunca tuvimos esta conversación?
George de repente empezó a reírse. Janey no era como él se imaginaba después de todo. Ciertamente tenía más dignidad de lo que él creía . George Se levantó y dio un paso en dirección a ella, diciendo:
- Entonces admítelo . Sólo quieres que le haga una llamada a ese bastardo.
Sus ojos se encontraron, en un gesto de comprensión mutua.
- Eso - concordó ella, inclinando la cabeza.
- Deberías haberlo dicho desde el principio - dijo George, groseramente.
- Lo habría dicho - explicó ella -. Pero no me diste la oportunidad.
- Bien - dijo él, poniendo la mano en su bolsillo y buscando las llaves, un gesto que mostraba que él ya estaba pensando en irse - Voy a mandar a mis abogados a tener una conversación con los abogados de él.
Por un momento, ningún de los dos dijo nada; dentro de un segundo más - él se convenció - ella iba a caer en sus brazos, lo que tal vez fuese un problema, porque comenzaba a gustarle Janey mas de lo que convenía.
George fue en dirección al ascensor, y ella lo siguió, los pasos haciendo eco en el apartamento vacío.
_ No puedo imaginar cómo sería vivir en un lugar así - comentó ella, mirando a su alrededor .
_ Mimi probablemente es una de las pocas mujeres en e; mundo que podría hacer eso - dijo él. - No es que vos no pudieses, pero ...
_ Ah, yo no entiendo nada de este tipo de casas ni de decoración - comentó ella modestamente. - Sólo sé desfilar ropa interior .
Si su intención era hacerlo acordarse de sus pechos, ella ciertamente lo había conseguido, pensó George , al entrar al ascensor. Intentando cambiar de tema , él dijo :
_ Puedo pedirte que me hagas un pequeño favor? - Y pensó en pedirle que guardase secreto del apartamento, que no contara nada a Mimi.
Pero Janey aparentemente entendió que él le estaba queriendo algún otro tipo de favor , porque se aproximó en el espacio minúsculo del ascensor . Ellos casi se tocaban y girando la cabeza de modo que su boca llegó a rozar el oído de él, Janey murmuró :
_ Claro que te hago un favor, George. Estaré eternamente agradecida ... sólo necesitas pedírmelo .
Y entonces la puerta del ascensor se abrió y ellos casi cayeron en el vestíbulo .
Buswell estaba sujetando la puerta hacia la calle.
- Buenas noches, Señor Paxton - se despidió el portero.
_ Buenas noches, Buswell. Vuelvo la semana que viene - le comunicó George,
Cuando ya estaban en la calle , George extendió la mano para despedirse:
- Muy bien ...
Pero Janey lo empujó hacia adelante , ofreciéndole su rostro para un beso. Cuando él se aproximó para besarle la cara, ella inclinó la cabeza a un lado de forma que el beso fue parar - George estaba seguro que era intencional - cerca de la boca de Janey.
- Hasta pronto, George - dijo Janey alegremente. Y cuando se apartó, dándose vuelta una vez para saludarlo , George entendió contrariado, que había acababa de ser total y completamente manipulado.
“Hay dos teorías respecto a cómo discutir con una mujer. Ninguna de las dos funciona”.
- No sé qué se debe usar en un cena en Greenwich - dijo Selden.
- Qué pasa con esto ? - Janey respondió , mirando su vestido con una inocencia calculadora. - Qué hay de malo con este vestido ? - preguntó ella, aproximándose al espejo mientras inclinaba la cabeza para prender un enorme aro de argolla en el lóbulo de oreja.
- Es que es un poquito... - dijo Selden, medio afligido, sin saber como describir el vestido.
- Un poquito, qué ? - preguntó Janey. - Es increíblemente chic .
- No es vestido que se usa en una disco ? - preguntó Selden.
- Creo que si - respondió Janey, frunciendo el ceño . - Pero la verdad es que lo estaba guardando para una ocasión especial.
- Lo sé - dijo Selden, sacudiendo la cabeza mientras salía del baño . No quería pelear con a mujer por un vestido; Por otro lado, tampoco quería que ella lo acompañase a un cena de la empresa en Greenwich pareciendo una prostituta rusa.
- Tal vez podrías cubrirlo un poco, con un chal o un saco de lana , qué tal? - sugirió él.
- Ay, Selden, que cosa más ridícula - dijo ella, saliendo del baño. - Cómo puedes imaginar que un saco de lana puede combinar con este vestido ? Les daría a tus amigos la impresión de que tengo vergüenza de usarlo.
Que es exactamente lo que me pasa a mí, pensó Selden, pero en seguida se sintió culposo.
El vestido en cuestión era un mini vestido de vinilo de que Janey le había pedido al diseñador Michael Kors algunos días atrás . Era una prenda que se había pasado en un desfile de alta costura ( a mediados de la década de 1980) y sólo había cinco de ellos (Gracias a Dios) . Pero Janey lo vio y simplemente se enloqueció , y aun contra las protestas del pobre Michael ( un amor de persona) ,ella resolvió probárselo.
El efecto fue arrasador - era como si el vestido hubiese sido hecho para ella - y Michael, naturalmente, no tuvo mas opción que "prestárselo " ( En la cabeza de Janey, eso significaba quedárselo permanentemente).
Según ella pensaba, admirándose en el espejo de cuerpo entero del armario ese vestido era el arma perfecta para acabar con las otras esposas de Splatch Verner, con él nadie conseguiría olvidarse de que ella era la famosa y seductora Janey Wilcox, modelo de Victoria Secret. Los maridos iban a babearse, mientras que a las mujeres les crecerían los dientes de envidia .
Si al menos Selden no fuese tan conservador, pensó ella, abriendo el armario para buscar un par de botas. Por otro lado, era tan divertido... Encontrando las botas debajo una enorme pila de cajas de zapatos, ella reflexionó sobre cuan fácil era escandalizarlo, y cuanto placer eso le causaba , pues significaba que ella estaba al comando y que dominaba la relación.
- Qué piensas de estas botas? - ella preguntó, mostrándole un par de botas blancas Gucci. Sin esperar respuesta, Janey se sentó en la cama y se calzó las botas, cerrando los cierres laterales sobre sus pantorrillas. - Las compré en 1994... Creí que estaban tan caras en esa época ... me costaron 800 dólares, y yo estaba muerta de hambre , pero ahora me siento satisfecha por haberlas comprado... son piezas de colección, sabías ?
- Ah, si ? - indagó Selden. Él no sabía qué decir, pues jamás se había interesado en la moda y la ropa , pero parecía que Janey sólo sabía hablar sobre ese tema últimamente.
Ella se puso de pie , para exhibir el modelo completo. Con las botas de charol , ella tenía la misma apariencia de una puta de la Sexta Avenida, pensaba Selden, cada vez más contrariado. Había estado esperando esa noche con mucha expectativa - quería exhibir a su esposa y mostrarle a ella el tipo de vida que podían tener - y una vez más Janey había logrado estropear todo, sin querer. Él quería que ella vistiese algo más normal, algo romántico... por qué ella siempre ponía sus propios deseos delante de los de él ? Su comportamiento parecía deliberado , como si ella supiese, pero no le importase como sus acciones podrían afectarlo.
Como no era capaz de expresar lo que pensaba Selden se limitó a preguntar:
- Cuánto te costó el vestido? - Era una pregunta legítima - él había acababa de recibir el resumen de la tarjeta American Express, y casi se había infartado al ver la cantidad que ella había gastado en Milán : casi cuarenta mil dólares. Era imposible, pensó él, que alguien pudiese necesitar tanta ropa , y aún así ella fue y se compró un vestido más.
- Sos tontito - dijo ella. - Por qué estás preocupado? Fue gratis , si quieres saber la verdad. El diseñador me lo regaló.
- Ah, que bien - Fue todo lo que él dijo, pensando que, una vez más, ella había conseguido hacerlo parecer un idiota . Necesitaba cambiar el humor, Selden pensó . Y mirando el reloj de reojo , le avisó :
- Debemos irnos ... El automóvil ya está esperando allá abajo.
En ese momento, Janey debió haber comprendido que él estaba enojado con ella, porque dando un paso adelante y levantando la cabeza de un modo sumiso, ella dijo :
- Qué pasa , Selden? Cuál es el problema? - Y entonces, cambiando de táctica, ella preguntó: - No quieres que parezca sensual? - La voz era provocativa y sexy .
- Si , pero ... - comenzó a decir él, pensando que esa tal vez fuese una oportunidad de convencerla de cambiarse la ropa sin lágrimas, pero Janey de repente se arrodilló y , con los dedos hábiles de una especialista, le abrió la bragueta.
Janey lamió sus labios con placer. Desde que había salido del apartamento de George, ya estaba excitada. De repente se dio cuenta que la amenaza de denuncia por parte de Comstock Dibble se evaporaba ; y ahora liberada, veía que su vida podía continuar como debería ...
Con un suspiro que parecía de placer, Selden puso las manos en la cabeza de ella, deseando que el acto terminase pronto y que ellos no llegasen atrasados a la cena. Pasó un minuto, y él gimió involuntariamente. Pero qué idiota él era! Casi todos los hombres en los Estados Unidos darían el brazo derecho por estar en esa posición - dueño de una esposa que no sólo era un objeto de deseo sino que una ávida practicante del sexo, dispuesta a dar satisfacción sin que el hombre lo pidiese.
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