viernes, 20 de marzo de 2009

LA TREPADORA - CANDACE BUSHNELL - CAPITULO 38

CAPITULO 38

Una verdadera dama sólo aparece en los periódicos tres veces en su vida , cuando se anuncia su nacimiento , el día de su boda y el día de su funeral.


Mimi Paxton se movió incómodamente sobre el papel fino, sintiéndolo arrugarse debajo de su trasero desnudo.
Sobre la silla de plástico donde la paciente anterior lo había dejado, el periódico Post parecía estar llamándola, suplicándole que fuese a tomarlo y lo leyese. Hasta allí, ella había logrado resistir las ganas... pero si al menos la médica viniese, ella pensó impacientemente. Si había una regla en New York , era esa: Por más rico que se fuese, un paciente todavía era obligado a esperar al médico...
Levantó una de las nalgas, intentando acomodar la toalla de papel debajo de ella, y al hacer eso su mirada recayó en el Post otra vez. Dos semanas habían pasado desde que la historia había estallado, con ese titular chocante : “MODELO , GUIONISTA Y MERETRIZ?” Algunas personas decían que rivalizaba con el más famoso titular del Post: “Cuerpo Degollado Encontrado en Bar para Mujeres sin la Parte superior .” Pero esta nota tenía lo que los reporteros llamaban “ganchos” - se trataba sobre dinero, sexo, poder y personajes del mundo del espectáculo . Los periódicos todavía publicaban algo sobre ese escándalo todos los días, como una novela en capítulos, y por eso el público ya no se estremecía con los detalles . Pero esa era otra regla de New York : la desgracia de alguien era el triunfo de otra persona y la vergüenza de un hombre podía ser la diversión de millones de personas.
En general la tapa de una revista o la primera página de un periódico incluían una foto de Janey - parecía haber una cantidad inagotable de ellas, tanto que un día ellos habían hecho una página central entera sólo con fotos de ella, desde el principio de su carrera, lo que, según Mimi pensó , probablemente todavía era más vergonzoso para Janey . Pero hoy la tapa mostraba un muchacho negro con anteojos a la moda. Mimi entrecerró los ojos para leer el nombre,- Scooter Mendelsohn.
No necesitaba leer el Post para saber de que se trataba la nota, transfiriendo el peso de cuerpo de una nalga a la otra. George le había contado todo, alegando que aquello había sido “uno de los grandes momentos de la historia empresarial”. Bien, pensó Mimi, ciertamente había sido un gran momentos para él. El verdadero héroe era ese insignificante Scooter Mendelsohn, de Brooklyn, y George ya lo había promovido a un nivel ejecutivo Junior en la Paramaount Pictures, lo que fue un tremendo golpe para Scooter, considerando que sólo tenía 21 años. Pero George tenía grandes planes para él ; le había dicho que Scooter ejemplificaba exactamente el tipo de moralidad que hacía falta en la Paramount desde hacía años...
No era - le explicó George - el hecho que Comstock le hubiese pagado a mujeres para escribir guiones que lo había hecho caer , sino la forma con la cual había procurado encubrir el asunto. Extrañamente, había dicho George, si Comstock hubiese pagado un valor más alto a esas mujeres - si les hubiese ofrecido 100, 200 o 300 mil dólares , la cifra no habría llamado la atención , no era infrecuente que una empresa le pagase eso a un guionista y después no recibiesen el guión . Pero cuando Comstock decidió vender parte de su empresa, y los contadores comenzaron a revisar los libros contabilidad , se extrañaron con esa precio anormal para un guión (30 mil dólares en vez de 300 mil), y entraron en pánico. El departamento jurídico empezó a enviar cartas documentos , y, naturalmente, ninguna de las mujeres respondió . Y por qué responderían ?, se preguntaba George . Después de todo , creían que había recibido el pago a cambio de favores sexuales...
Yluego , continuó explicando George, Janey le había mostrado la carta documento , y fue eso había sido lo que le había dado la idea de comprar él mismo la empresa de Comstock - después de todo, los mejores negocios siempre se cerraban cuando el comprador poseía información secreta que el vendedor no quería que fuese divulgada . George le aseguró a Mimi que eso era una parte de la historia que jamás se haría pública - George ciertamente no quería que las personas pensasen que él se había aprovechado de una bobalicona como Janey Wilcox, quien incluso parecía contar con una cierta simpatía por parte de la opinión pública. Por lo tanto , las únicas personas que sabían que Janey lo había ido a busca eran la propia Janey, él mismo y, ahora, Mimi...
Si Comstock Dibble hubiese admitido esa transgresión en vez de creerse capaz de trampear a George Paxton, nada de eso habría sido divulgado a la prensa.
De acuerdo con Scooter Mendelsohn, quien le contó todo a George, dos días antes de la grande reunión para cerrar el negocio de la compra de la empresa, Comstock Dibble llamó a Scooter - en esa época una especie de asistente de asistente - a su oficina.
Comstock Dibble estaba tan sudado que prácticamente había una caja entera de pañuelos de papel pegados a su cabeza.
- Cómo es tu nombre? - preguntó Comstock.
Scooter trabajaba en la empresa hacia seis semanas, pero el miedo que sentía por Comstock era demasiado grande como para sentirse ofendido.

- Scooter - él respondió .
- Puedes armar una carpeta para un guión? - le ladró Comstock.
- Claro... - concordó Scooter, preguntándose qué estaría tramando él.

- Perfecto. Quiero que le pongas estos nombres y esos títulos - dijo Comstock, entregándole una lista de nombres de mujeres y una lista de títulos de películas. - Después coloca dentro de las carpetas estos guiones - indicó una pila de papeles en su mesa -, arranca las carpetas originales , y reemplazarlas con las nuevas carpetas. Entendiste?
Scooter, naturalmente, no entendió nada, pero tuvo miedo de decir eso.
- Es necesario que las nuevas carpetas sean de formas y colores diferentes! - le gritó Comstock a Scooter quien, después de tomar la pila de guiones, salió rápidamente de la oficina.
Volviendo a su mesa, Scooter hizo exactamente ;o que Comstock le mandó, y al principio no pensó mucho en aquello , principalmente porque todos allí ya había llegado a la conclusión de que Comstock era un loco de mierda. Pero entonces él vio el último nombre, Janey Wilcox, seguido del título “Historia de una Modelo” - justamente cuando estaba a punto de colocar en esa carpeta el guión de “Chinatown”. Él conocía ese nombre, Scooter pensó . Janey Wilcox no era esa Modelo da Victoria Secret? Ella no era guionista - de eso estaba seguro . Colocar el nombre el guión de una excelente película como “Chinatown” en una carpeta llamada “Historia de una Modelo” era una burla a la industria del cine. Fue eso lo que realmente lo dejó muy inquieto.
Al final del día, Scooter dejó los guiones adulterados sobre la mesa de Comstock y se fue a su casa. Chinatown no se le salía de la cabeza, por eso compró una caja de mini pizzas congeladas y alquiló una copia de la película. Sólo entonces comenzó a pensar. Toda su vida había sido moldeada por el cine. Las películas eran muy importantes para él . Las películas eran sagrados, hacían que las vidas de las personas valiesen la pena. Él siempre había deseado entrar a la industria del cine. Y ahora que formaba parte de ella no conseguía librarse de la sensación de que de alguna forma había cometido un crimen... no conseguía dejar de notar que Comstock le había pedido que hiciera algo... ilegal.
El había visto suficientes películas para saber que necesitaba tomar una decisión. En las películas, cuando las personas no actuan correctamente, algo malo siempre sucede con ellas. Podría ser despedido... o algo peor, tal vez nunca más trabajase en la industria del cine otra vez. Y entonces decidió que tenía que contárselo a alguien... pero a quién?
Mientras veía Chinatown, de repente se acordó de que la Paramaount Pictures estaba siendo vendida; debía ser un secreto, pero todos en la empresa sabían eso porque todos tenían miedo de ser despedidos. No conseguía recordar el nombre del hombre que iba a comprarla, pero se acordaba do nombre de la empresa - Smagma - un nombre que le pareció tenebroso, como algo salido de un película de James Bond...
Pasó toda la noche despierto , y a la mañana siguiente se levantó temprano, y llamó a la sección información. Había una empresa llamada Smagma Enterprises en New York , y él anotó el número telefónico . No creía que fuese encontrar a alguien en la oficina tan temprano, pero resolvió llamar .
Y entonces, para su sorpresa, una señora muy educada atendió el teléfono, diciendo:
- Smagma Enterprises.
- Yo... necesito hablar con el presidente de Smagma - dijo, nervioso.
- Es el Señor George Paxton - informó la señora. - quién lo llama, por favor?
Le dio su nombre sin mucha esperanza.
- Un momento, por favor - pidió a señora. Era sorprendente él, Scooter Mendelsohn, estaba llamando a George Paxton...
Y cuando George Paxton en persona, atendió el teléfono , Scooter le contó toda la historia...


Mimi suspiró y consultó de nuevo su reloj , preguntándose cuánto tiempo más tendría que quedar sentada allí. Ya estaba allí hacia media hora... Abriendo el delantal lentamente, ella se miró la barriga. Estaba comenzando a aparecer, y pronto tendría que contarlo. Finalmente estaba embarazada de tres meses y, aunque a su edad no se debería contarlo a nadie antes de la primer ecografía (en caso hubiese algo errado con el bebé y fuese necesario abortar ), Janey lo había descubierto dos semanas antes cuando ambas habían puesto las cartas sobre la mesa en pleno Christian Dior.
Mimi se quedó mirando la puerta , deseando que se abriese. No se abrió , por supuesto, y empezó a estudiarse las uñas. No había visto a Janey desde aquella tarde en París, pero había oído decir que ella estaba en la ciudad. Era típico de Janey, Mimi pensó : cualquier persona sensata ya se habría ido de la ciudad - como Mauve Binchely, por ejemplo. Mauve se había ido a Palm Beach, donde se encontraba asilada en la casa de su madre, y tanto ella como su madre estaban histéricas. La madre había crecido oyendo que una dama sólo aparece en los periódicos tres veces en su vida , cuando se anuncia su nacimiento , el día de su boda y el día de su funeral. Y en apenas dos semanas, Mauve ya había aparecido diez veces . En calidad de (ahora ex) novia de Comstock Dibble, había sido mencionada en casi todas las notas, y el Post la denominó de "La cornuda Furtiva". Eso había enloquecido a Mauve loca , tanto que todavía continuaba preguntándole a las personas qué le querían decir exactamente con ese apelativo. En opinión de Mimi el periódico estaba siendo bondadoso, considerando lo que Mauve realmente parecía.
Se recostó en la camilla y cerró los ojos. La persona que mejor había salido de todo el escándalo había sido Janey Wilcox: el periódico pasó a llamarla de "La Meretriz Modelo" y, aunque no fuese completamente verdad, no había nada que ella o Selden pudiesen hacer al respecto. Janey ahora era una figura pública, obligada a aceptar todo que lo que viniese.
Aún así - Mimi no podía dejar de sentir un poco de pena por ella. Nadie merecía ser llamada puta en la prensa todos los días, a menos que esa fuese una profesión que uno hubiese escogido por propia voluntad. Pero era mucho mejor ser llamada de "Madame" que prostituta, porque al menos implicaba que la persona tenía algún capacidad para hacer negocios - y en el fondo , el problema de Janey, era que ella no poseía esa capacidad ...
Eso era lo que Mimi le explicaba a las personas, cuando le preguntaban cómo era realmente Janey Wilcox.
Conociendo a Janey, pensó Mimi, no podía estar ligada a algo tan turbio .
De cualquier manera, durante esos pocos minutos pasados en la tienda Christian Dior, ella ciertamente no se había comportado como una persona normal se comportaría, pensó Mimi, mirando el reloj nuevamente. Pero dadas las circunstancias no había una manera "normal" de actuar. Pero si ella hubiese estado en el lugar de Janey, si hubiese acabado de enterarse , por boca de Harold Vane, que estaba siendo llamada puta por el New York Post, la última cosa que habría hecho sería tomar un taxi e ir a Christian Dior. Hubiese estado demasiado histérica como para hacer eso. Y al principio, Janey le había parecido aterrorizada. Pero después sus ojos se pusieron extrañamente vacíos, como si ella hubiese desaparecido en otro mundo, y algún tipo de organismo cibernético hubiese entrado en su cuerpo...
“Mimi”, había dicho Janey, con su voz melodiosa al entrar en el probador.
Perpleja por ver a Janey allí, Mimi miró su reloj y exclamó : "Janey ... !"
Y entonces se quedaron mirándose, ambas imaginando lo que la otra ya sabría...
Fue una escena horrorosa, y Mimi se estremecía de sólo recordarla. Podría haberle perdonado cualquier cosa a Janey, cualquier cosa, pensó Mimi, tocando su vientre , menos ese incidente con Zizi. Le habría perdonado el escándalo del guión, hasta le habría perdonado Janey haber estado con George, cosa que, según ella sospechaba, si no hubiese sucedido ya estaba por suceder. Pero Zizi era algo completamente diferente. Zizi era el hombre que ella amaba...
Una noche antes que el escándalo estallado, Mimi se había encontrado secretamente con Zizi en el hotel de ella, en el Plaza Athénée.
Mimi se había jurado que nunca mas hablaría con Zizi, pero debido a su embarazo, era una cuestión de honor revelarle que él podía ser el padre. No quería nada de él, ni planeaba abandonar a George. Pero la noticia hizo que Zizi se sintiese mal, y él finalmente reveló por qué había terminado la relación.
- "Gígolo", Janey Wilcox le había dicho que era. Y él sólo conseguía pensar que no quería terminar siendo igual que ella ...
Y mas tarde Zizi acabó contándole toda la historia de como Janey había tramado entrar en el apartamento de él, y había intentado seducirlo. Mimi se quedó horrorizada. No por el hecho de Janey sintiese ganas de acostarse con Zizi, sino por la forma calculadora con que había tramado todo .
Mimi se quedó sorprendida de descubrir que Janey podía ser tan vengativa. Al principio, no conseguía aceptar aquello. Debía haber algún tipo de error. Pero su intuición femenina le decía que era verdad, y sus pensamientos recorrieron toda una amplia gama de emociones, desde el puro odio - creyendo que Janey era capaz de prácticamente cualquier cosa, inclusive de matar - hasta el arrepentimiento por haberla adoptado como su protegida. A pesar de que la gente la habían alertado contándole que Janey aceptaba dinero de los hombres, y que había destruido algunos hogares , Mimi había desafiado esos rumores asegurando que Janey era una buena muchacha, que sólo era una víctima infeliz de rumores maliciosos, siendo que su único crimen era el hecho de ser bella. Y Mimi había caído en la trampa como una idiota. Desde niña, siempre había escogido a alguna muchacha ligeramente anormales para ser su mejor amiga. Y así había tenido amigas cleptómanas , alcohólicas, drogadictas y ninfómanas. Y ahora Janey Wilcox, que tenía un currículum una reputación de terror. Mimi hasta se acordaba de haber oído decir que Janey había pasado una temporada en un yate de un árabe muy rico... Pero sería verdad ? Los defectos de Mimi eran el orgullo y la determinación : era como si, escogiendo esas mujeres como amigas, ella quisiese probar que todos estaban equivocados y que ella tenía razón, que esas mujeres, en verdad, tenían sus virtudes.
Pero Mauve y Pippi eran sus amigas hacia años, y a pesar de sus obvias “excentricidades” , eran amigas leales. Pero Janey había deliberadamente intentado perjudicarla, y Mimi se sentía tan amargada como si hubiese sido traicionada por un amante. Peor todavía, porque nadie esperaba un comportamiento así de una mujer - mientras que con un hombre era siempre existía esa posibilidad. Y pensar que la había dejado entrar en su esa...
Entonces Mimi había decidido lavar la ropa sucia con Janey y acabar con la amistad. Ah, era cierto iba a tener que soportar a Janey de vez en cuando por cuestiones sociales , pues Janey estaba casada con Selden , pero el fin de la amistad era inevitable. Aunque el encuentro en Dior no había salido exactamente como Mimi esperaba.

Cuando Janey entró al probador la primer cosa que pasó por la cabeza de Mimi fue que, por algún motivo, Janey no sabía nada todavía y que ella iba a tener que contárselo .
- Janey! - Mimi gritó.
Janey la miró desorientada.
- Dónde vas a usar ese vestido? - ella preguntó.
- En el espectáculo de gala del ballet de New York - respondió Mimi. Janey no debía saber de nada, ella pensó , sino por qué estaría preguntándome por el vestido? - Iba a pedirte para formases parte del comité...
- Ah, si ? - preguntó Janey, levantando las cejas con sorpresa. - Es extraño, considerando la situación...
Entonces lo sabe, pensó Mimi nerviosamente . Y como para confirmar ese hecho, Janey continuó :
- Ah, si . Ya lo sé todo.
Pero su comentario siguiente casi derrumbó a Mimi.
- Vos encontraste el modo de arreglar todo esto para sacarme de París - Janey afirmó con una voz extraña y misteriosamente calma.
- Janey! - gritó Mimi, perpleja.
- Para poder quedarte a solas con Zizi ! Lo quieres todo para vos! - agregó Janey, triunfalmente.
Mimi retrocedió asustada, casi cayéndose al piso. Cuando recuperó el equilibrio, vio que todo su cuerpo temblaba de miedo y repulsión...
- Acabo de hablar con Zizi - dijo Janey. - Y él me contó todo.
Mimi levantó una de sus manos temblorosamente, hasta su pecho, preguntándose si Janey de alguna forma había perdido el juicio. Cómo era que Janey le estaba diciendo las mismas palabras que ella planeaba decirle?
- Y yo pensé que vos eras mi amiga - prosiguió Janey. - Ah, todos me decían que eras mimada y muy egoísta, que siempre querías hacer las cosas a tu gusto y conveniencia ; que harías cualquier cosa para tener lo que deseabas. Pero yo no les creía. - Janey se acercó a Mimi, sus ojos chispeando como safiros negras. - Sabes cuantas veces tuve que defenderte de las cosas que dicen de vos ? Sabes cuantas veces tuve que afirmar que en el fondo eras una buena persona ?...

- Janey! - gritó Mimi aterrorizada. - De qué estás hablando?
- No puedo creer que me hiciste esto - exclamó Janey, avanzando algunos pasos en dirección a Mimi . - Primero me obligas a venir a Paris con vos , para encubrir el hecho que estabas intentando reconquistar a Zizi y luego cuando hablas con él y él te rechaza , lo llamas a George y le ordenas que invente toda esta historia...
Mimi llevó las manos a su boca como si fuese soltar un grito. En ese momento, supo sin la menor duda que cada palabra que Zizi había dicho era verdad. Janey simplemente había modificado el guión y cambiado los diálogos de los personajes, colocándose en la posición de víctima. Pero era posible que ella realmente estuviese creyendo que lo que decía era verdad ?
Mimi la miró cuidadosamente . Los ojos de Janey estaban brillando, pero vacíos, como si las luces altas de un automóvil que no tenía a nadie al volante. Ella dio un paso adelante, y Mimi se encogió de miedo.
- Pero esto no te va a funcionar, Mimi - le aseguró Janey. - Me cuesta creer que hayas armado un plan tan primario... Me acusas de sacarle dinero a Comstock Dibble. Pero la verdad es que yo realmente escribí un guión. Y cuando la prensa lo sepa, se van a volver en contra de vos...
Mimi cayó de rodillas. Gritos de pavor que parecían una tos salían de su boca. Colette corrió hasta ella, su inglés no era tan bueno como para entender lo que pasaba, pero sabía reconocer cuando alguien estaba pasándola mal.
- Madame Paxton! - Colette gritó. - Vous êtes...
- De l’eau, s’il vous plait... - pidió Mimi, jadeante.
Colette salió corriendo del probador mientras Janey la observaba retirarse. Después que la muchacha salió Janey avanzó un paso más. Estaba con sus guantes en la mano y comenzó a golpearlos contra su muslo, dando la impresión de que iba a atacar a Mimi...
- Janey - jadeó Mimi. - Debes saber que ninguna palabra de lo que dijiste es verdad. Sólo me enteré de este escándalo hace cinco minutos, cinco minutos antes que vos entrases . Y en cuanto a Zizi, hablé con él anoche , y él me contó...
- Qué te dijo ? - preguntó Janey amenazadoramente . - Que yo había intentado seducirlo? - ella giró la cabeza y se rió. - Claro que él iba a decir eso. Es lo que cualquier hombre dice cuando alguien los rechaza...
- Vos lo llamaste de gígolo - afirmó Mimi jadeante.
- Y por qué no lo llamaría así ? - preguntó Janey. - después de todo , es eso lo que es , verdad ? Un hombre que se vende sexo por dinero ?
Mimi se levantó temblorosamente . Sólo conseguía pensar que debía buscar una forma de sacar Janey de allí. Se obligó a parecer calma y habló :
- Tal vez tengas razón, Janey. Tal vez todo lo que estás diciendo sea verdad...
- Claro que lo es - aseguró Janey. El hecho que Mimi estuviese concordando con ella pareció apaciguarla un poco. - Sé que no debe ser fácil para vos, Mimi; sé lo que sentías por él - dijo. - Pero cuando hablé con Zizi una hora atrás, en el Ritz, él me dijo que vos lo estabas siguiendo, que habías venido a París por él, y que se vio obligado rechazarte . La verdad es que él me quiere a mí... Me dijo que estaría conmigo, si yo no estuviese casada con Selden.
Mimi casi se rió. Eso, ella pensó , sería la última cosa que Zizi diría. Pero Janey estaba poniéndose los guantes como preparándose para irse.
- Entiendo - dijo Mimi, asintiendo con la cabeza. - Y Selden , qué va a ser de él ?- Mimi preguntó, como si estuviesen teniendo una conversación perfectamente normal sobre hombres y relaciones amorosas.
- Ah, Selden - repitió Janey, encogiendo los hombros . - él quedaría arrasado si yo lo dejase... y eso fue lo que le dije al Zizi.
- Naturalmente - dijo Mimi, tragando en seco para disimular su repugnancia. Lo peor de todo, ella pensó , es que si las personas no conociesen a Janey, tal vez hasta llegarían a creer en ella.
- Sólo vine aquí a alertarte - dijo Janey, comenzando a dirigirse hacia la puerta . Y entonces , con una mirada triunfante de desdén , los ojos de Janey bajaron hasta el vientre de Mimi. - Pero estoy viendo que ya es demasiado tarde .
Mimi asintió sin nada decir.
La mano enguantada de Janey tocó la manija de bronce de la puerta.
- Soy tu amiga verdadera, Mimi. Siempre te adoré, desde que era niña, y veía tus fotos en las revistas. Siempre quise ser exactamente igual que vos cuando creciese. Y deseo que, después que todo esto pase, todavía podamos ser amigas...
La sonrisa de Mimi fue forzada.
- Por supuesto, Janey - concordó cautelosamente. - Siempre seremos amigas, sabes eso.
Janey comenzó a salir por la puerta. Y después se dio vuelta . con un brillo malicioso en los ojos, preguntó con la mayor inocencia:
- Hablando de eso , quién es el padre ?
- Madame! - llamó Colette, entrando en el probador apresuradamente , con un vaso de agua en la mano, antes que Mimi pudiese responder. Le lanzó una mirada enojada a Janey y sacudió la cabeza; Janey se encogió de hombros y comenzó caminar por el pasillo. Colette le entregó o vaso a Mimi.

- Ces’t tout d’accord?
- Non, Colette - respondió Mimi fatigada, tomando algunos tragos. - Je suis très fatiguée. Je prendrerais un’autre appointement demain…
- Mas oui, bien sûr - declaró Colette. - Ces’t naturellement. Ces’t lê bébé.
- Oui - concordó Mimi. - Le bébé...

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