miércoles, 20 de enero de 2010

ARREBATADAS !! CAPITULO 2 - JILL BARNETT

Capítulo 2


Me pregunto si repentinamente podría

ver un caballero brillante

cambiando de azul a verde

Tal como podría haber ocurrido

Muchos .. , muchos años atrás

Quizá podría, uno nunca sabe.

A A.. Milne



Para Amelia Emerson, era uno de esos días brillantes en los que el cielo era tan azul como tazón que el cocinero usaba para hacer la mezcla de la masa del pan cada sábado a la mañana .

Amy volteó su cara hacia el calor del sol de agosto y cerró los ojos. Se imaginó a Dios en los cielos por encima de ella , vistiendo
una bata blanca y un delantal, Y se lo imaginaba pintando para darle a la gente de la Tierra el regalo de un día perfecto.

En junio había habido un día de cielo tan azul como ese . El día cuando William De Pysters la había llevado a dar un paseo en canoa por el Río Kennebunk . Ese día había estado muy cerca de
Ser un día perfecto tal como ella lo recordaba ; sonrisas, algo de charla , y un beso dulce más tarde. Amy había dejado la canoa con su mano sobre el fuerte brazo de William. Llevaba una flor roja colocada detrás de la oreja y un anillo de compromiso con esmeraldas en su dedo.
Era extraño como la vida podía cambiar. Sus padres habían muerto tres años antes y había sido por eso que ella la había pasado los veranos en Maine. Uno de sus albaceas había sugerido que el aire de mar la podría ayudar , y los demás habían estado de acuerdo.
La veraneantes venían de muchos lugares - Boston, Filadelfia, Nueva York, grupos de gente rica de la "buena sociedad." Todos veraneaban en Maine. Allí navegaban y socializaban en un mundo idílico un mundo de azul sangre y dinero.

Amelia Emerson tenía dinero, y mucho . Dinero de sobra. Suficiente dinero como para hacerla aparecer en lo alto de lista Beach - una guía social que clasificaba la cantidad y el origen de cada fortuna Norteamérica . Suficiente dinero para se le abriesen las puertas de la aristocracia norteamericana . Suficiente dinero como para que Amy reciba las invitaciones apropiadas de apellidos como Cabot , Livingston, Dearborn Y Winthrop, viejas familias de dinero. Ella asistía a sus fiestas, incluso después que
Se dio cuenta que verdaderamente no era bienvenida, sino que era una paria porque su familia había tenido el descaro de ganarse los millones en vez de heredarlos de algún bisabuelo .
Amy todavía no entendía cómo una riqueza que había sido ganada con trabajo arduo e ingeniosidad podría ser considerada de menor valor social que dinero se generaba en inversiones en bancos o bonos . Nunca había comprendido el debate entre viejo dinero versus dinero nuevo .
Pero Amy entendía poco de personas. Había sido muy cercana a sus padres, quienes la había preservado dentro del seno de la familia pequeña donde ella se sentía amada.
Su padre le había enseñado a apreciar la belleza de los árboles , las flores, el canto de un pájaro y la brillantez de un cielo de verano. Él había tenido un claro sentido de distinción entre el bien y el mal y de lo que er importante para él.
La madre de Amy le había hecho sentir una persona integra y amada . Ella tenía un don natural para saber el momento exacto en que Amy necesitaba un abrazo, un consejo, o simplemente una caricia de confortación. Sabía con una simple mirada cuando Amy tenía fiebre , sin tener que ponerle una mano o los labios sobre su frente.
Amy no podría contar el número de veces ente ella repentinamente se había dado cuenta que tenía hambre, y sólo necesitaba atravesar la puerta de su cuarto para encontrar a su madre parada
con un tazón con frutas o con un plato con bollos y té.
Cuando apenas tenía siete años , ella y su madre habían visto una muñeca con un hermoso ajuar en la vidriera de Schwarz. Y Amy podía recordar haberse parado en puntas del pie para poder mirar esa tienda.

Para la Navidad de ese año Amy recibió una muñeca , la ropa era exactamente la que había visto en la muñeca de Schwarz , pero había sido cosido a mano por su madre.
Sus padres sencillamente podrían haber comprado las ropas en la tienda - su padre ya era exitoso económicamente para ese entonces - pero no lo habían hecho . Su madre había pasado horas cosiendo esas ropas para la muñeca de Amy, lo cual la había hecho más preciada para Amy. . Cada perla en los adornos, cada cinta y cada alforza había sido cosida con el amor de una madre.
Amorosos como habían sido , sus padres habían cometido un error: Nunca la habían expuesto al mundo real , solamente " al mundo que habían creado para ella" - un lugar donde Amy era amada y protegida, un lugar donde los valores con los que había sido criada no tenían nada que ver con el dinero.

Su infancia había sido un mundo especial, muy centrado en su familia, un mundo que , repentinamente, en un instante trágico, ya no había existido . Porque desde el momento en que sus padres habían muerto , el único mundo que Amy alguna vez había conocido también se había desvanecido.
Amy había quedado en las manos prácticas de sus albaceas de la herencia , quienes realmente eran desconocidos para ella . Su padre podía haber confiado en ellos, pero para ella solamente eran hombres de la ley que no podían entender lo que ser una jovencita y repentinamente quedar completamente sola en el mundo. Y era por eso que la despachaban a Maine cada Junio.
Callada , tímida , y fuera de lugar era como se sentía cuando estaba en un grupo grande, especialmente en el grupo social que cada verano asistía a la costa Maine. Para ellos, los valores eran
activos comerciales , el costo de los bonos , los lingotes de oro y el dinero .
Todos siempre parecían distintos a ella, tan apropiados adecuado en las situaciones sociales, como una sala de estar decorada en una gama de colores pasteles que combina a la perfección.
Entre ellos Amy se sentía llamativa y distinta como un color rojo shock en un cuarto lleno de colores rosados suaves.
Y sin embargo , algo mágico había ocurrido después ese paseo en canoa en un día fino de junio. Amy casi había sentido que era parte de alguien. Había empezó, lentamente , a sentirse integra nuevamente. En su corazón y su cabeza ella había creído que tendría el poder del apellido De Pysters respaldándola en vez de la mancha burguesa del " dinero nuevo" . Ya no sería ese rojo furioso.
Por William, el fuerte y maravilloso William, Amy pronto sería un color rosado suave, el mismo color sutil de todos los demás.
Para Amy , los días como ese sábado de agosto eran días para dar inicio a algo especial. Un día en que sucedían acontecimientos que cambiarían la vida de alguien para siempre. En un día de cielo radiante como hoy uno de los sueños de Amy se había hecho realidad.
Fue por eso que con algo renuencia desvió la cara del sol brillante y observó el mar verde azulado y calmo. A lo lejos vio la
Isla delineándose contra el cielo . Por un instante esa isla de rocas escarpadas se pareció a un castillo de un cuento de hadas, alto
gris y majestuoso. Se podía imaginar caballeros en caballos blancos cruzando la isla en busca de dragones para matar , para ganarse el corazón de una dama.

Pero los únicos dragones en la vida de Amy eran las libélulas brillantes que revoloteaban a su alrededor.


Canturreando una melodía alegre, Amy se arrodilló entre unos arbustos altos donde los arándanos agrestes ya estaban tan maduros .
Como perlas que cae de una hebra, los arándanos cayeron sobre la palma su mano. Los tuvo allí sólo un segundo antes de llevarlos a su boca.
Estaba hambrienta, porque en la prisa por dar paseo para recolectar frutos , una prisa que se había tenido que
Inventar para que los demás no tuviesen la oportunidad para dejarla sola , Amy no había desayunado .
Con las rodillas hundidas en la tierra , escogió más bayas y las colocaba en una canasta de mimbre que estaba al lado de sus zapatos y sus medias. En algunos minutos, la canasta estaba medio llena .
Sonido de voces masculinas y pisadas de botas sobre grava la hicieron callar . Amy se paralizó ante el sonido de risas, dudaba si debería decir algo o simplemente permanecer callada. A través
de las hojas de los arbustos, sólo podía ver un par de pantalones.

" Dudo que cualquier cosa podría ser tan mala , Drew. Pero no tengo el estómago para semejante sacrificio ".
Jonathan Winthrop tenía una voz bien definida y distintiva que Amy inmediatamente reconoció
Y "Drew " era Andrew Beale. Ambos eran amigos de William. Amy escuchó silenciosamente mientras contaba piernas a través de las hojas. Había seis hombres.

"A esta altura , lo mejor que puedes hacer ... por todo ese dinero, " dijo uno ellos,
Y los hombres se rieron nuevamente.
" Yo preferiría exiliarme en la Isla Arrant con esa grupo de escoceses locos antes que atarme de por vida con esa ".
"Las telas de estampado escocés nunca te han sentado , Drew". Hubo más risas. " Y tu familia no necesita todos esos millones ".
"Aun si mi familia los necesitase , dudo que me aceptaría convertirme en cordero para el sacrificio ".
" Lo harías. Si necesitases el dinero tanto como William ".
Amy se paralizó en el momento en que ella entendió que hablaban de ella. Contuvo la respiración y escuchó.

¿"cuándo se supone que el cordero de sacrificio, o mejor dicho el carnero, debe ir al matadero "?
Hubo más risas. "En algún momento de Diciembre".
"Diciembre". Alguien se rió. " Diciembre será la devastación para De Pysters ".
"Parece un trabalenguas. Repítelo ".

Amy se quedó sentado allí y casi podía sentir sus entrañas desintegrarse , así como sus esperanzas y la felicidad simplemente le fue succionada hasta que no quedó nada más que un vacío en su ser . Los hombres se rieron otra vez y repitieron el trabalenguas como un insulto. Ella se ruborizó de vergüenza.

" Sabes lo que dicen, uno puede casarse con una mujer por dinero y por sexo y encima se puede tener ... el amor ... Gasta su dinero, usa su cuerpo, y amarás cada segundo de ese goce !"

Con cada estallido de risas y con cada nueva broma, sus mejillas cse ponían más caliente,
Sus ojos ardieron con humillación. Amy se quedó allí escondida y llorando silenciosamente mientras escuchaba a los amigos de William burlándose de ella. Esas eran personas que
no se detenían a observar a un pájaro volar, o a ver una puesta de sol, o a oler una rosa. Y ropas de muñeca cosidas a mano no significaban nada para ellos. Las cosas que ellos necesitaban tenían que tener un precio cara o una etiqueta con una marca renombrada .

Y Amy no tenía el apellido adecuado , solamente la cantidad de dinero adecuada para comprar las marcas renombradas. Fue debajo del arándano que ella dejó de ser una persona - no para ser media persona o una mala persona - sino para ser
algo mucho peor: una cuenta corriente.
Amy cerró los ojos por la que parecía ser la milésimo vez en los últimos rres años, y deseó que sus padres estuviesen vivos. Deseó que su madre estuviera allí con su pañuelo de encaje para las lágrimas que no podía detener.
Deseó poder sentir los brazos de su madre alrededor de ella, aunque fuese simplemente un vez, para hacerla sentirse integra, para que su propia persona le gustase nuevamente. Deseó que su padre estuviese vivo para poder mirarlo a los ojos y ver que - para alguien - ella era especial.
Deseó estar en cualquier lugar menos allí, y deseó que e tener el brazo fuerte de William en donde apoyarse firmemente .

Cuando los hombres dejaron de reírse, Amy abrió los ojos y espió entre los arbustos del arándano . Y se dio luego cuenta de que realmente no querría que William, el único hombre que la había cuidado , oyese las bromas y risas de sus amigos . No podría tolerar para que él fuese testigo fr la vergüenza que ella estaba sintiendo. Una vergüenza que ella no sabía como superar, vergüenza que cargaba por no haber nacido con el apellido correcto.
Algunos minutos más de chistes crueles y los hombres se movieron por el camino hacia la casa Cabot, donde una comida al aire libre d sería servida en los jardines de rosas formales de Chassy Cabot antes que todos asistiesen al último acontecimiento social del verano, la gala anual en la mansión Bayard .
Amy se movió de los arbustos y se levantó lentamente,
sin importarle la suciedad y los arándanos aplastados que se pegaron a su cabello rubio y a su falda de seda
Una profunda voz masculina llegó hasta ella traída por el viento - una voz diciendo algo acerca de merecer una medalla al valor por ser el cordero de sacrificio.



Ella se dio vuelta rápidamente, aturdida e incrédula, y observó el cabello castaño de William De Pysters, el hombre que Amy había creído la cuidaba .
Sintió como si estuviera teniendo uno de esos momentos lúcidos y horribles previos a una caída o de un accidente , el momento en que una revelación de lo que está ocurriendo nos abofetea en
la cara.
Su garganta se cerró. Ella tomó varias respiraciones profundas para no hacer algo estúpido como estallar en un llanto que
no podría controlar. Su mano cubrió su boca mientras observaba a los hombres continuar su camino .
En el interior su pecho, su corazón simplemente pareció morirse. Su mundo, su pequeño , tonto y optimista mundo, un mundo que realmente no existía, repentinamente llegó a su final.

Porque era la voz de William la que ella había oído, afirmando que se merecía una medalla. Entonces Amy observó que él estaba en el centro del grupo de amigos crueles .

Amy había pensado que ese era el hombre que mataría dragones por ella . Pero mientras levantaba el mentón y se tragaba el nudo grueso de su garganta , en su corazón, Amy vio la verdad: era su William quien se reía más fuerte.

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