sábado, 9 de enero de 2010

JETTATTORE - CAPITULO 17 - BETINA KRAHN

CAPITULO 17


Douglas se dio vuelta con el ruido, los hombros se tensaron en un instinto defensivo. El corazón de Charity estaba a los saltos al ver que los ojos de él se iluminaban y su postura relajaba. Se dio cuenta que él la examinaba, el camisón leve, los cabellos sueltos, los pies descalzos. Y esperó no decepcionarlo. No tenía idea de lo que las damas usaban en tales circunstancias.
- No podía dormir - ella confesó, pasando sus ojos por la camisa abierta. El era tan alto, tan moreno, tan fuerte...
- Ni yo - Douglas admitió, la mirada perdido en el juego de luz de la única vela que sombreaba los dos pezones de Charity .
- Bien , siendo así... tal vez podamos no dormir juntos - Charity sugirió , con perturbadora sinceridad.
El se rió.
- Creo que a idea de "no dormir juntos" es que lo que no nos permite dormir. Por qué todo lo que dice parece tan razonable y adecuado... ?
- No tengo idea - ella retrucó. - no me parece que me esté comportando de manera adecuada en este momento. No adecuado para una dama venir hasta aquí.
- Y si yo fuese un caballero, no te dejaría estar aquí . Pero no siempre me comporto como un caballero . Estaba pensando en atravesar el corredor, mi ángel.
Charity estaba al alcance de sus manos, ansiosa y dispuesta , pidiendo ser acariciada. Douglas pasó sus dedos por los hombros desnudos, y ella se estremeció. No lograba moverse ni tragar, apenas podía respirar. Y él percibió esa tensión, el brillo de la inseguridad en la mirada , y sonrió al pensar en la inocencia que ellos traían...
- Cierra los ojos - él pidió , y Charity obedeció.
La tomó por la mano y la llevó a la ventana. Apagó la vela en el camino.
- Ahora, mira.
Ella se encontró con el paisaje nocturno de la bahía debajo de Standwell. Era familiar y extraña a la vez. Las colinas parecían una alfombra negra de terciopelo sobre las aguas. El medallón dorado de la luna llena se reflejaba en el mar oscuro. Los brazos de Douglas la envolvieron , empujándola su espalda contra el pecho, protegiéndola del frío de la brisa.
- Yo estaba mirando esta vista cuando llegaste . Es muy linda.
- Hace años que no miraba la luna . La abuela dice que es peligroso. Hace que uno ...
- Se enloquezca ? Demasiado tarde . Ya estoy "loco", te acuerdas? - él la giró y la empujó contra si, abrazándola por la cintura. - No puedo dormir de noche, no puedo concentrarme . Siempre me estoy cayendo, tropezando, golpeando ... y lo más loco de todo es que el dolor parece desaparecer cuando vos estás presente . - Pasó los dedos por los cabellos sedosos con ternura. - No me importa si nunca más vuelvo a Londres o si mis negocios se van ala diablo . Ya no me siento el mismo hombre. Y todo es por vos, Charity Standing. Charity lo miró emocionada.
- Todo lo que tengo que hacer es mirarte y cada dolor, cada tormento en mí desaparece. Tenerte cerca altera mis percepciones y reorganiza mis pensamientos. Y agudiza mis sensaciones.
- Creo que... es un poco de magia. La abuela me habló sobre eso, de la necesidad y del deseo entre un hombre y una mujer. Y sobre los placeres que pueden compartir, que hacen los huesos se derritan y la sangre hierva.
- Tu abuela te habló de los... placeres? - él sofocó una risa. - Dios, esa mujer nunca deja de sorprenderme .
- Creo que estaba intentando impedir la relación con vos.
- Ah... eso si me suena más propia de ella! Placeres? Cuéntame que te dijo - Douglas pidió con una expresión traviesa. - Ella te habló sobre esto? - Deslizó las manos de la cintura y tomó los pechos de Charity por encima de la camisón. Dedos calientes, firmes, y acariciantes.
- No ...no... no exactamente. - ella se estremeció cuando Douglas apretó los pezones sensibles entre sus dedos.


- Humm... - él murmuró y se inclinó para pasar la lengua por el lóbulo de esa oreja rosada. Después siguió por el costado del cuello , susurrando: - Y de esto? Te habló de esto? - La Mordisqueó .
- Nn ...no... - Charity sintió sus piernas aflojarse y se apoyó en Douglas, abrazándolo por la cintura. El la apretó y frotó su cuerpo lentamente por el de ella, .
- O de esto... - apretó su miembro erecto.
- En verdad... creo que tenía más que ver con las ma ...manos... - Charity murmuró temblorosamente.
- Manos? - Douglas la miró , asombrado.
- La abuela vivió con los gitanos cuando era niña y aprendió muchas cosas. - Charity sentía que todo en su cuerpo se hacía caliente y líquido, una lava que incendiaba y derretía sus huesos. - Me habló sobre la manera en que las manos de un hombre pueden transformar el "servicio nocturno " en "magia nocturna". Aunque no todos los hombre tienen esa magia en sus manos.
- Y crees yo puedo tener esa "magia"?
- Creo que si . - le tomó la mano y la besó . Y Douglas se dio cuenta que ella se recordaba los placeres que le había dado esa tarde... con las manos. - Me gustan tus manos; son tan fuertes y morenas. Me gustas todo vos . - Se apretó contra él, con un movimiento ondulante. - Sos tan firme y tan fuerte. Tienes un cuerpo muy bello.
En un gesto brusco, Douglas se apoderó de los labios de Charity. Y ella lo abrazó por la cintura, entregándose. Un momento después, él se apartó, jadeante, las manos nerviosas buscando los lazos del camisón.
- Quiero verte, mi ángel - él pidió, arrancándole su consentimiento con besos apresurados. - Tu piel es tan blanca y sedosa, tan diferente a la mía. - Las manos deslizaron por el camisón abierto , bajándolo por los hombros. La tela se resbaló, desnudándola. Douglas pasó las palmas por los contornos desnudos, los ojos acompañaron cada caricia, hasta que se fijaron en los senos redondos.
Charity se elevó en puntas de pie . Douglas gimió, cerrando los dedos en los pezones erguidos, haciéndola jadear.
En medio de estremecimientos, un calor irrumpió dentro de ella, preparándola para el placer que vendría a continuación , para el acto de amor que estaba a punto de ser consumado. Era el momento , Douglas se dio cuenta , y la tomó en sus brazos. Y la cargó hacia la cama y la acostó suavemente sobre las sábanas. Bañada por la luz de la luna , Charity parecía hecha de alabastro. Los largos cabellos se esparcían sobre las almohadas como una flor exótica. Enceguecido de pasión, él comenzó a quitarse la ropa .
Los ojos de Charity recorrieron cada centímetro de los músculos oscuros de la espalda de Douglas en el momento en que él se agachó para quitarse el pantalón . Luego siguieron hasta la cintura estrecha, para entonces concentrarse en la palidez contrastante de las nalgas. Cuando él se acercó a la cama, devorándola con la mirada , ella murmuró, ansiosamente :
- Ven... haz magia conmigo.
Douglas se lanzó en sus brazos, apretándola contra las sábanas, cubriéndola con su cuerpo tenso por el deseo. Besó sus labios, los lamió , los mordió entre sus dientes , para después sumergir la lengua en la cavidad caliente da boca.
Un espiral de placer creció dentro de Charity. Un flujo de anticipación lubricó el pasaje de su sexo, y espasmos que se cerraban sobre un vacío, como si buscasen algo.
Las manos de Douglas se deslizaron por el vientre de Charity, después por las piernas, descubriendo lugares sensibles en la cara interna de los muslos que la hacían gemir y jadear . Luego , lentamente, Charity se aventuró a devolverle el placer.
la "magia nocturna" estaba siendo ejecutada. Con caricias y murmullos de ansiedad, los dos exploraron sus cuerpos . Iniciaron la lenta danza del placer, abriendo las puertas a la pasión . Cuerpos entrelazados, sentidos a flor de piel y gemidos roncos siguieron el patrón de la compleja tela del destino, visible solamente para el ojo celestial.
Charity se entregó, dándole la bienvenida , haciendo de la fuerza de Douglas la suya propia cuando él envistió contra el velo de la castidad. Embarcados en un ritmo instintivo, la carne dura invadió el orificio pulsante, forzando su pasaje, llenándolo, y rasgando la resistencia.
Un gemido brotó de esa boca jadeante de la Charity y murió en la de él. .. . Un gemido de rendición y de alegría.
Douglas se arqueó, y Charity lo envolvió con sus piernas. Murmuró su nombre y sintió que alzaba vuelo a planos desconocidos, hasta que su cuerpo y sus sensaciones estallaron y todo se puso muy blanco y silencioso ... como si estuviese en un universo vacío. Sintió a Douglas arquearse y contraerse, al alcanzar el punto del orgasmo y reuniéndose con ella en ese mismo universo inconmensurable de sensaciones.
Era como su abuela le había dicho... placeres indescriptibles.
- Es la magia - ella murmuró.
- Exactamente, mi ángel. - Douglas se retiró suavemente y se recostó de costado, con una extraña sensación de haberse expandido, de sentirse demasiado grande como para ser contenido dentro de su propio cuerpo. . - Aunque la magia involucre un poco más que solamente las manos.
Ella se volvió para mirarlo.
- Corazones también?
El dio una sonrisa cautivante.
- Corazones también.
Charity le devolvió la sonrisa y pasó los dedos por el terciopelo de esos labios. Douglas Austen le pertenecía ahora, como ella le pertenecía a él. Douglas le tomó la mano y la besó .
Y , juntos, se sumergieron en el sueño, sudados y deliciosamente extenuados.
Mucho tiempo después, Charity se despertó.
Douglas. El era todo lo que ella precisaba. Su presencia la había arrancado de una tormenta de sufrimiento y dolor. Al ayudarlo, ella había descubierto la mujer escondida en si misma y que había crecido al experimentar nuevos sentimientos. El había expandido su mundo y ahora la había introducido al poder de la magia nocturna... y del amor.
No comprendía todavía todas las cosas maravillosas que le habían sucedido. Por un momento habían compartido sensaciones, sentimientos, cuerpos. Ella se había entregado a él, sin retener nada, abriéndose, ofreciendo todo lo que poseía. Cerró los ojos, disfrutando la delicia de tenerlo contra su cuerpo, y se volvió a dormir.
En ese acto, la trama del amor que habían comenzado a tejerse , Charity realmente había compartido su cuerpo , sus placeres y su creciente amor por Douglas. Pero , sin saberlo , en esa unión, también había compartido otra cosa... su suerte.
Charity escapó de los brazos posesivos de Douglas y le lanzó una mirada amorosa antes de correr hacia la puerta, abrirla y salir al corredor. Lo atravesó rápidamente . Pequeñas puntadas de dolor recorrían sus músculos , recuerdos deliciosos ejercicios nocturnos . Iba a lavarse y , con suerte, podría... se detuvo al entrar en el cuarto .
Sentada en la silla , al lado de la cama, en penumbras, estaba lady Margaret. su cara era una máscara de tristeza, y sus ojos oscuros mostraban la falta de sueño. Se levantó , mirando el camisón arrugado de Charity, luego los cabellos despeinados, la boca hinchada, los ojos brillantes. Había en ellos un brillo de amor, un brillo de quien se entrega de corazón.
- El ... - La voz de lady Margaret se estranguló. - ... te hizo su magia anoche ?
Charity se mordió el labio y miró el rostro triste de su abuela.
Aquello era peor que cualquier reprimenda o castigo. Asintió mudamente . Y sólo pudo agregar en un susurro:
- Tiene magia en las manos, abuela, tiene magia nocturna. Como me dijiste ... y mucho más .
Lady Margaret se aproximó con los ojos brillantes.
- El fue gentil con vos, niña?
Charity bajó la cabeza.
- Oh, por favor... no me avergüences , abuela.
La cara de la vieja se llenó de ternura. Una lágrima rodó de sus ojos, y envolvió a Charity en un abrazo y la apretó contra el pecho por un instante. Luego , salió sin decir palabra.


Douglas despertó y se desperezó feliz. Sonrió. Ella era de él ahora, su ángel, su amor y , en breve, su esposa. Todo lo que precisaba hacer era... convencer a la abuela a dejarlo actuar de la forma correcta.
Se afeitó y se vistió con cuidado antes de bajar para el desayuno. Melwin le sirvió té , gachas de avena y pan con manteca fresca. Después de la comida, el viejo mayordomo lo condujo hasta la biblioteca donde lady Margaret se encontraba.
Douglas entró y se detuvo cerca del escritorio, algo tenso.
- Lady Margaret, me gustaría hablarle como la tutora de Charity... formalmente. Debe haber notado que durante las última semanas he llegado a conocer su nieta muy...
- Demasiado bien - ella le gritó. - Canalla! La llevó a la cama! - lo miró acusadoramente .
- perfecto, seré franco. - Muy enrojecido, Douglas fue directamente al punto, ya que era como ella lo prefería. - Quiero casarme con Charity. estoy bien económicamente y no existen razones legales o morales que me impidan desposarla. Puedo proveerle cuidado y su bienestar - Lanzó una mirada de reojo a la biblioteca decadente - Mucho mejor de lo que usted puede hacer aquí.
- Ni pensarlo! Nada bueno resultaría de eso. Usted... no sirve.
Douglas la miró , golpeado en el punto vulnerable de su sensibilidad. El no servía? Ni siquiera allí, en esa casa decadente, no era suficientemente bueno?! Sus defensas se armaron . Avanzó un paso con los puños cerrados, forzando a la vieja a encogerse en la silla. Era nuevamente el "Bulldog " Austen.
- Soy un noble con educación y de una moral impecable, un hombre de alguna fortuna y posición sólida en la vida... y no soy despreciable en la apariencia física! A quién diablos espera como marido de su nieta... al Príncipe de Gales?
- Usted es el hombre de más mala suerte que jamás haya conocido !
Douglas se espantó. Mala suerte ? Ella estaba preocupada con esa mierda de la suerte ?
- Y qué tiene que ver eso ?
- Algo podría sucederle... y eso le partiría el corazón a mi nieta.
- Qué ? Tiene miedo que yo "remonte vuelo" y la deje viuda ? Nada me va a suceder, su vieja agorera. Su nieta considera que le sirvo perfectamente. Voy a casarme con ella... y voy a acostarme con ella y a tener hijos con ella y disfrutar la vida con ella... y vivir hasta que sea un viejo de mierda . Y lo haré con o sin su bendición. - Douglas se contuvo con dificultad. - Pero por el bien de Charity, le voy a pedir una vez más .
Lady Margaret notó su ferocidad, el fuego de la pasión en los ojos grises, y supo que las cosas habían escapado de su control . Exhaló un suspiro profundo.
- Si ella lo aceptar, yo concordaré.
Douglas salió de la biblioteca con una expresión determinada. Solamente debía encontrar a Charity y pedirle casamiento. Dios ... estaba transpirando como un cerdo con sólo pensar en eso!
Melwin le informó que había visto a la joven en la huerta no hacía mucho tiempo. Charity, Pero no estaba allá cuando la buscó. Decidió intentar en el establo.
Al entrar, vio a un hombre, un sujeto esmirriado con ropas oscuras que venía de los fondos. Algo en su postura medio encorvada y en su s movimientos cautelosos lo hacía parecer furtivo. Douglas resolvió seguirlo, sin saber bien por qué. Al salir, vio que había otro hombre . Mierda ! Claro que conocía a esos dos!
Eran los bastardos que lo habían baleado! Sintió su sangre hervir en las orejas. Se había Jurado que los encontraría y que acabaría con esas vidas inútiles! Y ahora los tenía en sus manos. Qué diablos estaban haciendo allí, en Standwell?
Los siguió por una cañada cortada por un riacho. Sin sospechar nada, los dos se metieron por una senda que conducía a la boca de una caverna. Douglas se detuvo, jadeante, esperando que entrasen. Tenía a las ratas acorraladas en una trampa.
Desde la ventana del segundo piso , Charity había visto a Douglas entrar en el establo. Había bajado las escaleras corriendo. Ansiaba verlo.
Al llegar al establo, lo había visto caminar con pasos rápidos por el campo que llevaba al riacho. Frunciendo la frente intrigada, había resuelto seguirlo.

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