sábado, 2 de enero de 2010

JETTATTORE - CAPITULO 7 - BETINA KRAHN

CAPITULO 7



Por tres días y tres noches, Charity cuidó del herido, negándose a ser desalojada de su puesto. Era "una joven decente y virtuosa", decía, repitiendo las palabras de su abuela. Considerando que las cosas no podían desembocar en grandes desastres, lady Margaret permitió que ella se quedase al lado del forastero.
Charity comenzó a pensar en él como "su forastero". Y más y más la inesperada propuesta de casamiento se le hacía un poco menos chocante, aunque más enigmática, cada vez que la recordaba.
Casamiento. La palabra sonaba intrigante y hacía su imaginación volar. Una bella casa, reluciente platerías y cristales... criados que la llamaban señora o madame y hasta incluso mi lady. Bailes y fiestas... vestidos y zapatos forrado de seda y guantes elegantes... y un hombre... casamiento quería decir un hombre en la vida de una mujer.
Miró soñadoramente a su paciente. Cabellos negros, una boca con bordes firmes que parecían delimitar el terciopelo de sus labios. Líneas finas que hablaban de risas , acompañadas de arrugas de expresión en los ángulos de sus ojos. Imaginó una sonrisa dulce, dientes muy blancos...
Suspiró, con una extraña opresión en el pecho . Un hombre en su vida?
Su forastero no era solamente "un hombre", ella se dio cuenta. Era el hombre que la había besado y le había pedido casamiento, aunque se encontrase delirando . Y ese hecho lo hacía especial.

Entonces, construyó una personalidad para él y una vida con el tejido de su imaginación: un carácter sereno, un hablar dulce, y una persona tan noble como su nariz recta , tan bellamente esculpida. Generoso, bien educado y de modales impecables. Tenía negocios en Londres y propiedades, vastas propiedades. Era, naturalmente, soltero. Y buscaba una esposa...


Austen entreabrió los ojos y vislumbró un trecho de lino blanco.
Se encontraba en una cama, acostado de bruces. Vislumbró una cara de ojos castaño dorados, coronada por gloriosos cabellos rubios. Le era extrañamente familiar. Sintió un vago aroma a rosas y lavanda. Era un ángel que ya había visto antes en algún lugar.... En dónde?
Sintió dolor en la espalda y jadeó . Unas manos le levantaron el mentón. sintió un roce en los labios. Un líquido amargo le llenó la boca, y tuvo que tragarlo para poder respirar. Un segundo trago... y un tercero. Y luego fue tragado por una bruma oscura.
Cuando despertó de nuevo, su cuerpo latía de dolor , sobretodo la nalga izquierda. En la boca, un gusto asqueroso.
Nada de lo que veía le era familiar. El cortinado viejo, la puerta en arco, las molduras oscuras. Rodó de costado y controló el dolor que el movimiento había causado . Llevó la mano a la nalga izquierda. Cielos, le dolía el culo !
Algo le rozó la cabeza. Encontró una formas oscuras que colgaban, oscilantes.
Mi Dios... arañas!
Austen se encogió . Y se cayó al piso , cayendo sobre la nalga herida.
- Mierdaaaaaaaaaaaaaa!

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