jueves, 7 de enero de 2010

JETTATTORE - CAPITULO 14 - BETINA KRAHN

CAPITULO 14



En el octavo día, lady Margaret inspeccionó la herida del vizconde y declaró que él ya estaba en condiciones de ponerse de pie por breves períodos.
Charity entró en el cuarto y se detuvo al verlo, estaba impresionada. El era tan grande, tan imponente, tan diferente de pie ! Se quedó muda por un instante.
Desde lo alto de su estatura, Douglas también estaba sorprendido . Ella parecía delicada, tímida y frágil. Y eso lo impactó. Las cosas que venía pensando y deseando de repente le parecieron propias de ese su antiguo "yo salvaje " de Barbados.
Charity había ido a invitarlo para hacer una visita a Stephenson, en el piso inferior . Encontraron a un Stephenson irritado como un animal enjaulado. Ni siquiera la presencia de su patrón logró mejorar su humor o su lenguaje.
Douglas se vio reflejado en la furia impotente de Stephenson y se enrojeció al acordarse que había actuado de la misma forma, inclusive había usado el mismo lenguaje sucio . Al salir del cuarto, la consciencia le pesaba.
Había actuado como un patán con Charity. Se había aprovechado de cada oportunidad para tocarla, besarla, arrastrarla a la cama, acariciarla como si fuese una puta de taberna. Y , la noche anterior, la había manoseado en frente de la abuela dormida, y había estado a punto de... Oh, Douglas, sigues cayendo bajo !
- El no es así normalmente - Douglas procuró disculparse al detenerse en el corredor.
- Lo sé. Están sufriendo en su cuerpo y en su orgullo - Charity murmuró.
Douglas se dio cuenta que ella se refería a él y al criado.
- Eres muy bondadosa al cuidar a Stephenson... a pesar de esas actitudes.
Charity sonrió, sintiendo que él no hablaba solamente por Stephenson.
- Cuando sufren , las personas hacen y dicen cosas que normalmente no harían o dirían. La abuela me enseñó a separar esas cosas.
Charity era realmente un ángel, un ser cálido dotado de inmensa paciencia. Y Douglas decidió rescatar su lado caballeroso que lo había abandonado ante la secuencia de desastres que habían sucedido. De ahora en adelante, la trataría con el respeto y la consideración que ella se merecía.
Al llegar de vuelta al cuarto, él se detuvo en el umbral, impidiéndole entrar.
- Debo agradecerte, señorita Standing, por cuidar de Stephenson y de mí.
- Eso tiene sus compensaciones. - ella se forzó a esbozar una sonrisa. - comenzaba a entender muy bien lo que o señor Stephenson llamaba el "francés de Barbados".
Extremamente avergonzado, Douglas murmuró un buen día y cerró la puerta.
Charity continuó parada en el corredor. Esa mirada arrepentido que acababa de ver... El vizconde parecía avergonzado o estaba contrariado por la conducta de ella, una conducta impropia de una dama . El se lamentaba de haber compartido besos e intimidades con una provinciana entrometida, sin fortuna, sin futuro y sin modales?
No se había comportado como una dama, lo reconocía, pero él tampoco había sido un perfecto caballero. Y deseaba sus besos, sus abrazos y sus caricias tanto cono ella quería los de él. Podría una cosa tan simple como poder salir de la cama afectar tanto los deseos de un hombre?
Después de un instante de duda, sus ojos color de miel brillaron con nueva determinación. Douglas la había deseado mientras había estado en cama, luego solamente tendría que hacerlo desearla ahora que estaba de pie.


Al día siguiente, Charity lo invitó a conocer la vieja fortaleza. Douglas aceptó con cierta inquietud, y la siguió .
- Cuidado donde su pisas. Los escalones están gastados y flojos - ella le avisó, encendiendo una vela.
El no respondió . Al observarla subir las escaleras delante suyo , Douglas sintió su control flaquear. Hacía ya tres largos días desde que la había besado , y la abstinencia en nada había amainado su necesidad. La lujuria amenazaba con dominarlo ante el balanceo rítmico de las caderas femeninas.
No notó el estrechamiento del pasaje entre los arcos. Y su frente chocó de frente contra el bloque de piedra del friso , y Douglas se tambaleó hacia atrás , llevando la mano a su cabeza.
Charity se dio vuelta , con los ojos muy abiertos, a tiempo de ver a Douglas perder el equilibrio muy cerca del borde del escalón. Soltó el candelabro y lo agarró con ambas manos. Lo empujó con todas sus fuerzas. Douglas se balanceó hacia adelante y la hizo caer de espaldas contra la pared . Por un largo momento, se quedaron paralizados. Luego, en medio de la oscuridad, las sensaciones reprimidas irrumpieron libres.
La boca de Douglas buscó la de Charity, y él la abrazó, sujetándola entre la piedra fría de la pared y su cuerpo en llamas. Y ella lo apretó por la cintura, al arquearse, entregándose a la pasión . Guiada por los instintos, apretó su ingle contra el miembro erecto , meneando las caderas, ofreciendo la promesa de más.
- Juré que no haría esto de nuevo - él murmuró.
- Las personas juran cosas ridículas todo el tiempo - ella retrucó jadeante.
- Crees que no puedo comportarme como un caballero con vos? - Douglas deslizó los labios por el cuello de Charity para posarlos en la piel del hombro.
- Estoy diciendo que... no es necesario.
El gimió, y sus manos recorrieron febrilmente su espalda , acariciando las curvas que se habían convertido en la obsesión de su pasión. Charity era la perfección hecha mujer, tan suave en sus brazos y tan tentadora en ese insistente roce contra su miembro erecto. Douglas sintió que las piernas le temblaban , el falo amenazaba con derramarse. La agarró por las nalgas firmes. La levantó para encajarse mejor y arrojó las cadera hacia adelante , forzándose a entrar en el nido de su femineidad.

Aturdida con las nuevas sensaciones, Charity se arqueó hacia atrás mientras Douglas se frotaba contra su sexo en llamas, con movimientos duros y ondulantes. Toda la existencia pareció quedar suspendida y una intensa oleada de placer se esparció por su cuerpo. Un serie de espasmos nacidos de su entrepierna se irradió hacia el resto del cuerpo de Charity . Ella gimió buscando más proximidad, buscando un completamiento que no comprendía. Sus muslos se abrieron , y Charity jadeó al sentir una envestida más fuerte. Se arqueó y gimió.
- GRrrrrrr...
El sonido surgió de la distante realidad para invadir sus consciencias. Ambos se pusieron rígidos, todavía abrazados, todavía rozándose.
Wolfram avanzó hacia los dos, salido de la nada, y se lanzó contra la pared .
- Perro del demonio! - Douglas, vociferó en voz alta.
- Wolfie! - gritó Charity. - Basta ! Vete! Quién diablos te dejó subir aquí ?
- Señorita Charity? - un llamado y un tenue halo de luz avanzaban por la escalera . Una vela... y la voz del barón de Pinnow. - Dios Santo , señorita está bien ? Qué le sucedió ?
Wolfie corrió hacia lo alto de la torre y Charity se llevó la mano a la garganta antes que pudiese responder.
- Wolfie nos asustó. .. dejé caer la vela...
- Estaré ahí en un instante. - Y pronto el halo de luz se aproximó y creció para revelar la cara de Sullivan Pinnow. - Qué feliz coincidencia ... ! - el barón se detuvo al ver a ambos .
- Si puede correrse, por favor, y dejar espacio , barón... - Douglas hizo un gesto y los tres subieron en silencio el resto de los escalones hasta lo alto de la torre.
Charity alisó su vestido con gestos bruscos. Sus rodillas temblaban y todo su cuerpo latía. Pero ni la vergüenza ni la frustración podrían borrar la alegría por haber derribado las murallas de la reserva de Douglas.
Detrás de ella, Douglas intentaba poner un orden en sus pensamientos caóticos. Por más irritado que estuviese con el perro, sabía que sin la intervención del animal, probablemente le habría hecho el amor a Charity!
Wolfram los recibió en la sala de la torre y esperó que los tres subiesen hasta el mirador para después seguirlos.
Charity se cubrió los ojos, usando el sol fuerte como excusa para recomponerse antes de mirar al barón y a Douglas. Después, los llevó por las almenas, comentando detalles del panorama que se veía desde allí.
- Por más encantador que sea todo esto, vine hasta aquí por una cuestión oficial! - el barón exclamó, después de finalmente colocarse entre Charity y el viZconde. - Sus conocidos... los amigos de su finado padre, Gar Davis y Percy Hall, no han sido vistos en Mortehoe hace algún tiempo, y ciertos acreedores se han mostrados preocupados con dar con el paradero de ellos dos. Vine para saber si tiene noticias de ellos.
- Gar y Percy? Desaparecidos? - Charity se acordó de que los había visto por última vez en el entierro. - No. No los veo hace una semana o dos... desde del funeral de papá. Espero que no les haya sucedido nada malo. - Abrió los ojos al acordarse de la caída de Gar en la sepultura.
- Es improbable, pero estoy obligado a investigar todas las posibilidades. tal vez me pueda acompañar hasta mi caballo. - l barón se volvió hacia Douglas: - Su señoría no necesita apresurarse. Quédese aquí y disfrute un poco más de la vista.
Douglas hirvió con furia silenciosa mientras Pinnow desaparecía dentro de la torre oscura con Charity. Fue necesario reunir cada gramo de su determinación y su racionalidad para impedirse salir corriendo detrás de los dos. Rengueando, caminó por el pasadizo y se forzó observar el plácido paisaje del campo.
Minutos después, Charity y Sullivan Pinnow salían de la sombría fortaleza a la luz del zaguán de Standwell. Y el barón insistió en que ella lo acompañase hasta su caballo, amarrado en la cerca del establo , fuera de la vista de la entrada principal.
Una vez allá, la encaró. La empujó más cerca de su cuerpo , aunque ella se resistiese, recorriendo con sus ojos libidinosos los hombros y el escote de Charity.
- Ya debe haber notado mi profunda admiración por usted . Su gracia y belleza me quitan toda elocuencia, me dejan pasmado y sin palabras . No obstante, debo declararme de la mejor manera que pueda.
Charity se quedó paralizada de espanto. El la agarró por los hombros
y aplastó su boca contra la de ella. El susto le impidió reaccionar y Pinnow tomó eso como un señal de aceptación . La rodeó con los brazos, empujándola contra su cuerpo delgado.
Charity comenzó a debatirse y a empujarlo. Finalmente logró librarse con un tirón brusco y , con la cara ardiendo y el pecho jadeante, corrió a la casa.
Sullivan Pinnow alisó su saco arrugado. Miró las murallas de piedra y el viejo caserón de Standwell. Con las tierras que pertenecían a la mansión, el lugar tenía mucho potencial. Y los encantos de Charity Standing en su cama serían un extra delicioso cuando la desposase y Standwell le perteneciese.
Un obstáculo surgió en su mente. No tenía por qué preocuparse por el visconde de Oxley; por lo que había averiguado , el visconde no era del tipo que pretende mantener la colmena... sólo quiere comerse la miel. Sin embargo, recibir las sobras de otro hombre, aunque fuese un noble, no le hacía parte la menor gracia y no estaba en sus planes. Tenía que comenzar a proteger sus intereses en Standwell, visitar más frecuentemente a Charity para asegurarse que el visconde no llegase a la "miel" .
Desde lo alto de la torre , Douglas se inclinó sobre una de las almenas y su mirada recayó sobre algo , alguien , en la cerca del establo.
Eran ellos ! Charity y ese barón abominable . Y estaban... parpadeó y estiró el cuello, buscando otro ángulo de visión . Besándose !
Se volvió hacia Wolfram, quien estaba sentado nos escalones.
- Qué carajo estás haciendo aquí ? Ese pedazo de hijo de puta está besando a tu ama! Cada vez que yo la beso, intentas comerme vivo! Por qué no bajas y castras a ese hombre?
Se dio vuelta a tiempo de ver que Charity hacía movimientos bruscos y después se apartaba en una carrera. El barón continuó parado por un momento antes de montar.
- Ella nunca sale corriendo cuando yo la beso. - Douglas se estremeció de alivio. - Ella no gusta de él ! - Y un confuso sentimiento de indignación lo dominó. - Por supuesto que no gusta de él ! Ese bastardo insolente es más feo que pisar mierda descalzo... qué diablos piensa que está haciendo, besándola? Cómo se atreve?! Ella es ...
Ella es mía ! Se apoyó contra el muro , la frase resonaba en su mente, más alto y con más insistencia con cada repetición. Ella es mía !
Deseaba a Charity Standing. Quería ese cuerpo sensual y su impetuosidad, su irresistible lógica y su encanto quijotesco. Estaba medio loco . O tal vez completamente loco, tan loco como su padre y su abuelo . La obsesiva atracción por mujeres inaccesibles había llevado a ambos a la penuria y al exilio voluntario lejos de Inglaterra.
Cerró los ojos y sintió el fluir de la presencia de Charity dentro de su propia sangre. Rememoró el gusto dulce de esa boca, como el néctar de flores tropicales. La suavidad y turgencia de sus pechos, como la tierra rica de la isla . Y se acordó de su gemido sofocado de placer cuando ella había descubierto su propia sensualidad por las caricias de sus manos.
Charity también lo deseaba; eso era evidente en cada temblor de sus hombros, en cada toque de esas manos curiosas, en cada avance de la lengua caliente. Ella había enfrentado su carácter irritado y sus defensas y había llegado a conocer al hombre que había dentro de él. Y minutos antes ella había declarado que él no precisaba comportarse como un caballero impecable para poseerla ; solamente tenía que ser un hombre.
Un fulgor brilló en sus ojos. Su deseo por Charity Standing no era una locura ! Ella era de él. Todo lo que tenía que hacer era tomarla.


Charity huyó a la privacidad de su cuarto. Sentía sus labios violentados, y su rostro ardía . No podía respirar. Por qué el asqueroso del barón había tenido la osadía de besarla y agarrarla de ese modo? Estaba tan furiosa que podría arrancarle los ojos! Siempre lo había detestado . Esas miradas extraños, el aprieto posesivo d esas manos siempre húmedas... él deseaba para los servicios nocturnos! La mera idea la hizo estremecerse .
No se sentía así con Douglas. Los besos de él eran caricias provocadoras y ella los adoraba. Su contacto le arrancaba chispas de la piel. Su cuerpo y sus abrazos eran firmes y al mismo tiempo suaves y gentiles. Douglas Austen le daba cosas como... intimidad, placer, alegría. Sullivan Pinnow solamente tomaba.
Se sorprendió con ese súbito discernimiento. Era esa a diferencia entre tarea nocturna y magia nocturna: entre "tomar" y "dar"!
Douglas Austen creaba o placer, daba placer. Charity sonrió, todavía más determinada que nunca a tenerlo. Douglas Austen tenía la magia nocturna en sus manos.

Durante los días que siguieron , lady Margaret notó las miradas elocuentes que Charity y Douglas intercambiaban durante el día. Y, de noche, consultaba la luna que estaba cerca de estar lleba . La tragedia que leía en la convergencia de los dos fenómenos se aproximaba. Las pasiones crecientes, bajo la influencia perturbadora del plenilunio, eran la receta perfecta para el desastre. Debía buscar nuevas maneras de mantenerlos separados.
Charity se dio cuenta de las maniobras de su abuela y suspiró, irritada. Lady Margaret ahora se había hecho fanática de las supersticiones. Esparcía carbones debajo de cualquier silla en la cual Douglas se hubiese sentado en la sala, cazaba arañas en el granero para soltarlas por la casa... supuestamente para atraer buena suerte. Esta última manía perturbaba particularmente a Douglas . Era obvio que su abuela desaprobaba su creciente afecto por Douglas y hacía lo imposible para mantenerlos apartados. Y Charity no lograba entender la razón. Douglas era soltero. Un hombre honrado. Y ella iba a desposarlo, aunque no contase con nada con lo cual basar esa certeza.
Decidió ir con él hasta las viejas ruinas de la abadía. Pero Lady Margaret, rápidamente recurrió al barón y lo invitó a acompañar a Douglas y a Charity.
Se detuvieron para apreciar la vista. Pinnow se quitó el sombrero y sacó un pañuelo para secar su frente sudada y luego lo colocó sobre una piedra . Un instante después, Wolfram surgió allí cerca y se detuvo a una cierta distancia. Douglas miró el sombrero y después al animal. Con una expresión disimulada, tomó el sombrero y lo escondió en su espalda . Se dio vuelta hacia Wolfram y agitó el sombrero con un floreo seductor. Wolfram levantó las orejas atentamente , sus ojos fijos en ese objeto masticable . Douglas lanzó el sombrero al aire ... y Wolfram acompañó el vuelo en medio de una excitada persecución.
- Por Dios, Pinnow! Ese perro insoportable tomó su sombrero ! - Douglas gritó, fingiendo indignación .
Pinnow salió corriendo.
- Vuelve aquí ! Suelta inmediatamente ese sombrero!
Wolfram vio al barón aproximarse y sus ojos chispearon con excitación. Jugar a perseguir era su entretenimiento predilecto.
Douglas sofocó una risa y tomó a Charity por la mano. Le hizo una seña para que se mantuviese en silencio y la llevó por la senda de pasto hasta las ruinas.
Ella miró de reojo por encima de su hombro.
- Quieres que él venga con nosotros ? - Douglas preguntó, y ella negó con la cabeza . La sonrisa de él se ensanchó . - Vamos, entonces !

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