CAPITULO 28
La vida en la mansión de los Oxley gradualmente había tomado un ritmo más previsible y , gracias a la determinación férrea de Douglas, las cosas también parecían haber entrado en una rutina. Sin embargo, con la invitación del duque y la competencia resultante entre lady Catherine y lady Margaret, el aparente sosiego se acabó. Invitaciones y más invitaciones llegaban, y Charity las colocaba en una pila sobre el escritorio de Douglas, como si le quemasen los dedos.
Día a día , la pila creció, impulsada por la determinación de lady Catherine y por la visita que la pareja le había hecho al duque y a la duquesa de Clarendon.
El duque los había recibido con una sonrisa amplia, mientras que la duquesa no podría haber se mostrado más gentil. En la sala, fueron presentados a un pequeño grupo de amigos íntimos.
Entonces comenzaron los incidentes: el conde de Albermarle colocó su taza de té y el plato con la torta sobre una silla de al lado mientras hablaba algo respecto a sus perros de caza; lady Priscilla Granville se aproximó y fue sentarse exactamente en esa silla. La taza se rompió ,por supuesto, y el té y la torta de crema mancharon el vestido de lady Priscilla y el tapizado del asiento. Lady Margaret inmediatamente murmuró que la vieja había tenido suerte de no haberse perforado el trasero.
Douglas notó que Charity se había puesto pálida y se culpaba, atribuyendo a la influencia jettattore el desgraciado incidente. Le tomó las manos y le levantó el mentón, obligándola a mirarlo.
- Charity. Esto no tiene nada que ver con vos. Fue un descuido de Albermarle.
Ella tragó en seco y desvió la vista confundida y con una sensación dolorosa de culpa. Douglas tomó a su esposa por el brazo y fue hasta pararse al lado del duque. Se despidieron, expresando su gratitud y, en seguida, Douglas, Charity y lady Margaret partían, después de confirmar que volverían a ver a los nuevas conocidos en el baile del duque de Sutherland, el día sábado.
Durante el camino para casa, Charity se quedó en silencio y, al llegar, anunció que tenía un horrible dolor de cabeza y fue directamente al cuarto.
Douglas la observó alejarse, sintiéndose frustrado e impotente. Pensó en irrumpir en el cuarto y aturdir su mente y sus sentidos con otra tórrida sesión de sexo. Eso parecía ayudar, haciéndola olvidar de esas tonterías del aura de mala suerte . Pero solamente por algún tiempo. Algo siempre sucedía para recordárselo . Cuánto amor sería necesario para liberarla? Alguna vez que Charity se liberaría?
Douglas salió a la calle . Precisaba tomar un poco de aire y aclarar sus pensamientos.
En el cuarto, Charity continuaba viendo la desesperación en la expresión de Douglas y deseó de todo corazón poder compartir las certezas y el escepticismo de él respecto a la suerte . La tregua que había habido en los últimos días en la casa de Douglas le había traído un poco de paz, pero había bastado con aventurarse afuera para ser recordada de su aura de mala suerte .
Se puso a vagar por el cuarto, deseando darle a su marido la vida que él quería al lado de ella. Cuando el sufrimiento y la confusión se hicieron insoportables, salió del cuarto y pronto estaba en la puerta del estudio, saludada y festejada por Wolfram al entrar. Abrazó al enorme animal como a un viejo y querido amigo y admiró la elegancia de su nueva correa... Luego , sin poder contenerse más , fue hasta al escritorio y miró la pila de sobres.
Una oleada de ansiedad creció en ella . Cuando había pensado en ayudar Douglas a conseguir la invitación y la admisión a la alta sociedad que él tanto quería, no había pensado en el hecho de que debería acompañarlo. Cada uno de esos sobres significaba, probablemente, un desastre por suceder. Pero era lo que Douglas deseaba. Era la aceptación que él precisaba.
Seu corazón comenzó a martillar, y su boca se secó. Extendió la mano hacia un sobre y rompió el lacre. La marquesa de Weymouth los invitaba para cenar en dos días. Con dedos temblorosos, abrió otro. El conde de Brainerd los convocaba a una velada íntima... . Al romper el lacre del tercero, sus rodillas flaquearon y Charity podía sentir la sangre huir de su cabeza. La colocó sobre la mesa, sin leerla, y fue rumbo a la puerta, atontada. La abrió y se chocó con su marido, quien retornaba de una larga caminata y una visita al club .
- Charity? - la agarró antes que ella se cayese. Vio la palidez y los ojos sombríos. - Mi ángel, cual es el problema, qué sucedió ?
- No es nada. - ella esbozó una sonrisa poco convincente. - Bajé para responder algunas invitaciones... pero debo haberme levantado demasiado rápidamente de la siesta. Estoy adormilada.
- Charity - Douglas la sacudió -, Mírame . - Ella lo miró después de un largo instante. La inseguridad y el miedo en esos ojos color miel fueron como un golpe al estomago de Douglas. Miró la pila de invitaciones y se dio cuenta que eso tenía algo que ver con esa reacción. - Dime . Qué pasa ? - Aun antes de preguntar, ya lo sabía.
- Douglas... yo no puedo ir. Van a suceder cosas... cosas terribles. Voy a avergonzarte , o vas a salir lastimado de alguna forma.
El observó el amor atormentado en los ojos de Charity y se dio cuenta que precisaba liberarlo, romper las defensas de su esposa por medio de emociones y un bombardeo a sus sentidos. La tomó en sus brazos y fue por el hall hacia las escaleras. Cada jadeo, cada rezongo de protesta encendía todavía más su determinación. Maldita Superstición! Tendría que borrársela de la cabeza!
- Douglas, por favor...
Pero él estaba mucho más allá de cualquier argumento, de cualquier palabra. Abrió la puerta del cuarto con una patada y ordenó a la asombrada criada que se fuese. Arrojó a Charity en la cama y se quedó parado, con las manos en la cadera, con un aire sombrío y feroz... y hambriento. Un escalofrío de un nuevo miedo recorrió la espalda de Charity, mezclado con una sensual excitación.
- Quitate las ropas, mi ángel - Douglas ordenó, con una amenaza en su voz ronca. Una sonrisa lasciva le frunció la boca al verla abrir enormemente los ojos . - Quiero ver tu piel blanca bajo mis manos. Y sentir tu cuerpo bajo mi calor de Barbados.
Cuando ella vaciló, él la arrastró hacia el borde de la cama y comenzó a deshacer los lazos del vestido. Pronto la levantaba de la cama y le sacaba el resto de la ropa , dejando a Charity solamente con medias .
- Ahora, quítame mis ropas - él ordenó .
Ella temblaba de excitación y ansiedad. Los dedos nerviosos comenzaron a desabotonar la camisa. Al llegar el pantalón, él comenzó a jadear. Y cuando su miembro fue liberado, le apretó la mano contra el falo erecto .
Luego , la levantó y caminó con ella hasta un espejo en la pared .
- Douglas! Qué está...
- Mira - ordenó, haciendola volverse y mirar los dos cuerpos en el espejo.
- No puedo , trae mala suerte que dos personas se miren juntas en un espejo! - ella gimió, cerrando los ojos con fuerza.
- Es solamente un vidrio revestido de plata que refleja lo que quiera que se le presente delante de él. - Douglas comenzó a susurrarle al oído. - Alguna vez has visto tu cuerpo desnudo, mi ángel? Sabes que eres linda? Míranos , Charity... mira el contraste de nuestras pieles. Mira tus pechos adorables, tu cuerpo... y el mío . Mira.
El aliento caliente se deslizó por el costado del cuello y flotó sobre los senos desnudos . Charity abrió los ojos a su propia desnudez, Flanqueada por la figura mas grande y más oscura.
Cuando Charity dejó de resistirse, las amarras del los brazos de Douglas se aflojaron y él deslizó las manos por las curvas de sus nalgas hasta los muslos. La caricia era como fuego líquido, y la imagen de los dedos quemados de sol que la tocaban parecía imprimirse a fuego en su mente. Con el corazón acelerado y los sentidos alerta, ella observó las palmas acariciar su vientre y subir para abarcar los pechos . Con la respiración contenida en la garganta, viendo y sintiendo, se estremeció cuando los dedos comenzaron a apretar y a acariciar los pezones .
Sus manos se cerraron sobre las de Douglas, exigiendo más. Y sus dedos delgados y blancos incitaban a los de él, dirigiéndolos. Un suspiro ronco brotó de sus labios, y Charity se apretó contra el cuerpo moreno, ondulando las caderas.
Douglas la giró en sus brazos para que los cuerpos quedasen de perfil . Las curvas de las espaldas y las nalgas salientes... La línea donde la piel clara se unía a la oscura... La curva de los pechos presionado contra las costillas firmes... la fuerza de los muslos apretados . Era una visión erótica... indecente... sensual.
- Mira el modo en que encajamos, como nos complementamos - él murmuró, jadeante, abrazándola . Tomándola por las nalgas la levantó , anclándola en sus piernas fuertes y colocando su pelvis entre las piernas de ella. - Oh, mi ángel - gimió - ábrete para mí. Fuiste hecha para amar.
- Douglas... yo ... quiero ... vos. Quiero vernos ... unidos . -. Instintivamente, Charity inclinó su pelvis, y él encontró el pasaje húmedo . El reflejo de los cuerpos unidos en el espejo se grabó en la mente de Charity mientras Douglas la llenaba . Sombra y luz, ángulos duros y curvas suaves.
Douglas ya no podía esperar más. La llevó a la cama y se desplomó sobre ella, penetrándola .
Transcurrió algún tiempo antes que Douglas la colocase de costado y le acariciase las mejillas rosadas por la pasión.
- Te amo, Charity. Pretendo pasar toda mi vida con vos y darte todo mi amor. Pero preciso tenerte conmigo todo el tiempo. No negociaré por menos. Invitaciones, diversiones, viajes y trabajo, sea lo que fuera lo que la vida nos depare , preciso que estés conmigo.
- Y se te avergonzase públicamente? Y si la calamidad me sigue a cada lugar que vayamos? Y si... - ella se calló, reuniendo coraje. La voz sonó cargada de miedo: - Y si algo terrible te suceder por mi causa, como a mi padre?
- Charity, yo no puedo prometerte vivir para siempre, ni tu padre podía. Y no me avergonzaré de vos, mi ángel, jamás. - Douglas respiró profundamente . - La única cosa que podría separarnos está dentro de vos. - Vio que ella se ponía tensa. - Tus miedos, Charity.
Ella intentó apartarse, pero él se lo impidió.
- Ser jettattore está solamente en tu mente , pero tu miedo tiene poder sobre vos. .. sobre nosotros. Casi hizo que te casases con el hombre equivocado; y te impide hacer cosas que quieres y precisas hacer. Impide que me ames plenamente y que tengas una nueva vida conmigo, aquí y ahora. - Lágrimas se escurrían de los ojos de Charity, pero Douglas continuó: - Qué decía tu padre El miedo empequeñece a las personas. Me dijiste eso una vez, cuando yo necesitaba escucharlo . Y, por Dios, que él tenía razón. Es miedo es como una mano helada que sofoca a la gente por dentro.... que hace que nos sintamos inútiles e insignificantes.
Era verdad. ella podía oír las palabras de su padre, su voz, más allá de las fronteras de la existencia. El miedo le robaría la vida a quien se lo permitiese; era la herramienta del demonio, él solía decir. Y el miedo en si era siempre peor que la cosa temida. solamente ahora, Charity entendía por qué el padre la había protegido contra la creencia de ser jettattore... y del miedo que eso introduciría en su vida.
Lágrimas de dolor y tristeza corrieron por sus mejillas, y ella se anidó en el pecho de su marido, quien la abrazó con fuerza.
- Yo también tuve miedo, Charity. Miedo a las arañas. Miedo de no ser suficientemente bueno . De quedarme solo por el resto de mi vida. - Rezó para que algo de lo que le decía la convenciese.
Cuando Charity se calmó y suspiró profundamente , le levantó el mentón y la miró a los rojos.
- Cree en mí y en mi amor por vos. O cree en vos misma y en tu propio corazón , tan compasivo y generoso. O solamente cree en la magia que hacemos juntos. El amor es una magia poderosa, mi ángel, suficientemente fuerte como para enfrentar la mala suerte.
- Creo en vos. - ella lo miró a través de los prismas de sus lágrimas. - Creo en tu fuerza, en tu bondad y en tu amor. Y creo que me amas . Deseo compartir tu vida y tu magia. Douglas ,lo intentaré, realmente lo intentaré. Iré al baile , a las cenares y las veladas... suceda lo que suceda. Y no tendré miedo. .. si vos estás conmigo.
El dejó escapar un suspiro de alivio y la abrazó . Ella lo amaba también. Y cada vez que la poseyese con amor, destruiría un poco más de su "jettattore" y conquistaría un centímetro más de su corazón.
Algún día, se juró, lo tendría por entero.
Esa misma noche, lady Margaret hizo una segunda visita. Bastante después del crepúsculo y antes que la luna apareciese, ella se apresuró a llegar hasta un pequeño distrito en las afueras de Londres, un lugar donde ala ciudad y el espacio abierto de la naturaleza se encontraban en un campamento gitano semi permanente. En medio de un campo, justo al lado del camino, había un círculo de carromatos. Y, en el centro de ese círculo, ardí una hoguera comunitaria que lanzaba sombras danzantes sobre las árboles y los carromatos a su alrededor . Olores familiares a grasa y humo de de leña verde y a ajo llenaban el aire, reavivando los distantes recuerdos de lady Margaret.
Ella estaba buscando a la renombrada ocultista gitana, la princesa Janov, reputada como autoridad indiscutible en señales de la luna y fenómenos lunares. Uno de los niños, por una moneda, la llevó hasta un carromato separada de los otros. Fue recibida por una niña, la bisnieta de la vieja gitana, y le explicó lo que buscaba. Después de establecido un donativo adecuado en agradecimiento por la ayuda de la princesa, lady Margaret fue llevada adentro del carromato. Y se descubrió entrando nuevamente en el mundo distante de su infancia, llena de respeto y fervor.
La vieja princesa estaba sentada sobre almohadones, a la luz parca de un lampára de aceite , y parecía bastante mayor y muy sabia . EN las paredes de lona a su alrededor , había pinturas de signos y símbolos de la suerte, y lady Margaret se puso un poco nerviosa al reconocer algunos de ellos. La princesa Janov levantó una mirada sombría hacia lady Margaret, mientras la escuchaba contar la historia y los problemas. Y cuando la palabra "jettattore" fue mencionada, hizo varios señales con la mano que lady Margaret apenas comprendió. Después, por un largo tiempo, la vieja continuó pensativa, las arrugas se profundizaron en su frente , los ojos cansados mirando el vacío. cuando, finalmente, cuando habló, hubo poco consuelo en sus palabras.
- Un verdadero jettatore es un fen?meno infrecuente y terrible. Solamente nace uno cada cien años o más. Y siempre la luna habla de ese acontecimiento. - Sus ojos se estrecharon, y le pidió a la niña que encendiese su cigarro.
- Bien , yo... estoy segura que mi nieta es una. Intenté todo lo que sabía... - La desesperación quebró la voz de Margaret . - No hay nada que pueda ser hecho para quebrar esa aura de mala suerte ?
La vieja princesa adoptó un aire extremamente serio y se inclinó hacia adelante .
- Hay solamente un modo... para un verdadero jettattore. Una vida por una vida. - Las palabras bruscas cayeron como un martillo sobre el corazón de lady Margaret. - Una vida dada con amor. Un sacrificio del corazón. Es el camino natural, para restaurar el equilibrio de la suerte.
Lady Margaret salió del carromato horrorizada, deseando jamás haber estado allí. Una vida por una vida. Habría sido mucho mejor no saber eso! Apretó el chal contra sus hombros helados y volvió estupefacta hacia el camino donde el cochero la esperaba.
La vieja princesa se arrastró hasta la puerta del carromato y se quedó observando la figura de lady Margaret desaparecer en la oscuridad.
- Principiantes... - ella bufó. - Vienen a nosotros y se quedan con nosotros por algún tiempo... y se van pensando que pueden leer la luna. Lleva una vida entera para aprender a conocer a ese astro astuto... y encima le esconde cosas a la gente. - Hizo un seña cabalística en el aire y escupió l suelo . - Detesto a los principiantes!
La niña le entregó el cigarro a su bisabuela y lo encendió, observando el humor sombrío de la vieja con ojos respetuosos.
- Crees que esa muchacha realmente es una jettattore ?
La gitana soltó un suspiro profundo y se sentó en el umbral de la puerta.
- Quién puede decirlo? La vieja afirma que si. Afirma que su mera presencia desencadena fenómenos extraños.
Miró el rostro intrigado de la niña y le ordenó que se sentase en los escalones da carromato.
- Una vez que una persona o una cosa es declarada como siendo de un cierto modo, las personas comienzan a verla de esa manera, sea o no lo en verdad. Y, después de algún tiempo las creencias y los hechos lo hacen verdadero. Vas a aprender eso , niña, cuando empieces a leer las palmas de las manos y las cartas. Las personas ven lo que esperan ver... y oyen lo que quieren escuchar. - ella giró a cabeza para mirar en la dirección por donde lady Margaret había desaparecido.
- Esa vieja aspirante a gitana creyó haber visto una la luna que marca el nacimiento de un jettattore. Y ahora, probablemente, ha creado una jettattore.
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