miércoles, 6 de enero de 2010

JETTATTORE - CAPITULO 13 - BETINA KRAHN

CAPITULO 13



A la mañana siguiente, Charity entró en el cuarto de Douglas con una sonrisa radiante.
- Te traje algo para hacerte compañía. - sacó del bolsillo del delantal dos bolas peludas. La levantó , una en cada mano. Eran gatitos. - La madre, aparentemente, los abandonó, y yo los he estado alimentado. Pensé que tal vez...
- No me gustan los gatos. Detesto los gatos.
Charity anidó los gatitos contra su pecho , entristecida. Cómo se le podía ocurrir pensar que un noble rico y mundano podría disfrutar de la compañía de algo tan simple y provinciano como gatitos... o de una pobre muchacha del interior con manos estropeadas?
Douglas se dio cuenta de que Charity solamente había querido confortarlo y agradarlo. La idea lo sorprendió. La miró conmovido.
De repente, Charity se olvidó de los gatitos , de mantener la distancia adecuada para una dama y de las reprobaciones de su abuela. Era prisionera de las poderosas corrientes de la fascinación y , cuando Douglas le extendió la mano, no se resistió.
El miró la mano que sujetaba, uñas rotas, marcas rojas de uso de jabón en la piel. Le vinieron a la mente varias impresiones que había recogido de la casa: los muebles viejos y en necesidad de restauración , la comida sencilla. Standwell era, hacia tiempo, una propiedad en decadencia. Le preguntó :
- Trabajas mucho?
La pregunta resonó dentro de Charity, haciéndola volver a la realidad. El le sujetaba la mano y leía en ella la cruda evidencia de la limpieza doméstica , impropia para una dama.
- Mantener la casa es un trabajo demasiado pesado para Melwin y Bernadette, ahora que están viejos. La abuela y yo ... los ayudamos.
- Y cuando no estás ayudando? - Douglas insistió, empujándola más cerca. - A quién tienes para llenar tus otras horas... o tu futuro? Visitantes? Un novio? Un marido prometido, tal vez?
- No, no hay ... nadie - Charity admitió, bajando los párpados.
- Difícil de creer. Los hombres de Devon deben ser ciegos o tontos .
Un novio? Un futuro? Douglas Austen parecía creer que ella podía tener un pretendiente, a pesar de la evidente falta de recursos económicos .
- No tengo tiempo para eso . Hay muchas cosa que hacer.
- Apuesto a que si - él murmuró, y la trajo más cerca. Charity Standing no parecía estar comprometida con nadie, Douglas notó . Y eso le trajo una sonrisa a la cara.
- Parece que tenemos algo en común, el trabajo. Qué más podríamos compartir?
- Ninguno de nosotros está ...
- Qué ... qué?
- Casado - ella murmuró neutralmente .
- No, es cierto . - Por primera vez, su estado civil le agradaba.
Charity tragó en seco al verse sentada en el borde de la cama, al lado de él , mirándolo con el corazón a los saltos. Cuando sintió el contacto de esa mano en el hombro, se estremeció . Los ojos de Douglas brillaban peligrosamente y la boca estaba entreabierta en un invitación sensual... tan cerca de la suya ...
- No quiero gatitos como compañía.
- Qué quieres ?
- A Vos .
Una oleada caliente de placer la inundó cuando él la besó. Y se derramó como miel, cálida, envolvente, incitándola a querer más. Apenas se dio cuenta de que se inclinaba hacia atrás . Sólo notó que estaba acostada de espaldas y que Douglas se encontraba sobre ella cuando los maullidos de los gatitos casi aplastados lo hizo retroceder.
Gentilmente, él sacó la primer bolita de entre los dos, la colocó en algún lugar de la cama y , después, a la otra.
Entonces, Douglas la envolvió en sus brazos. Y Charity entreabrió los labios, sorprendida al sentir que él trazaba el contorno de su boca con la lengua, bien lentamente , en una torturante caricia. Se entregó a la sutil coacción , estupefacta por la intimidad de las bocas abiertas y por el contacto de las lenguas.
Sus manos se levantaron para acariciarlo, en un gesto instintivo, y comenzaron a deslizarse por la tela de la camisa de dormir . Y lo rodearon en un abrazo contra sus pechos enardecidos. Douglas ahora la besaba con leves toques en la cara , el mentón y en el costado del cuello, besos que se transformaron en suaves mordidas que lanzaban flechas de fuego a través sus nervios. Su piel ardía y los pechos dolían, ansiando algo más.
Charity dejó escapar un gemido ronco cuando Douglas le tocó los pechos, una invitación muda a mucho más. Y él cerró los dedos sobre la piel expuesta, acariciando y explorando la pálido seda que lo había obsesionado desde el primer instante. El frente de la pechera se abrió, y Douglas gimió de placer cuando la mano se deslizó por sobre el montículo firme de carne .
Nuevas y poderosas sensaciones asumieron el control de los movimientos y reacciones de Charity. Ella se arqueó temblorosamente, apretándose contra Douglas, con la consciencia de que esos estremecimientos deliciosos eran provocados por esas manos. Douglas la tocaba, y ella se incendiaba; él la acariciaba, y su cuerpo vibraba en respuesta. Era la magia nocturna? Eran esas sensaciones que le cortaban el aliento y que le causaban el ansia loca de fundirse con él.
Lo Abrazó con fuerza y buscó su boca, en una irresistible exigencia. Y Douglas atendió ese pedido, besandola con renovada intensidad, explorando las profundidad húmedas con avidez, cada vez más osadamente.
De repente, se puso rígido . Aunque obnubilada por la pasión, ella abrió los ojos.
- Ah ! - él murmuró, retorciéndose cuando uno de los gatitos se subió por los hombros y le clavó las garras a través de la camisa de dormir.
Charity emergió de ese capullo de placer. Se deslizó a un lado y se sentó en la cama, sintiendo una puntada de frustración. Tomó el animalito de la espalda de Douglas y lo puso en su regazo. El también se sentó. Los dos se miraron, las caras muy próximas, los hombros tocándose.
Ese momento de asombrosa intimidad se había desvanecido . Charity se levantó , sujetando el gatito en sus manos temblorosas.
- Por lo menos esta vez no fue ese perro del tamaño de un toro - Douglas murmuró, con voz ronca.
- Menos mal que Wolfie no está aquí. El ... también detesta a los gatos - dijo Charity.
Douglas tenía un caos dentro de si, excitado más allá de lo soportable, frustrado más allá de palabras... y de repente agradecido por la intrusión providencial del animalito. Sus instintos estaban totalmente fuera de control , la lujuria lo dominaba. Y no lograba avergonzarse de su propio comportamiento absurdo.
Charity continuaba mirándolo con restos de deseo a brillando en sus ojos. La había besado y a acariciado de un modo que ella no conocía; y ella se lo había permitido, y lo había alentado. Qué estaría pensando Douglas de ese comportamiento impropio para una dama?
"Wolfie detesta los gatos, creo que no puedo culparlo. Pero podría comportarse mejor. Y yo también . Sobre todo con una dama ."
Los ojos grises le decían que él no se arrepentía por haberla besado. Charity se ruborizó intensamente. Y, con la esperanza de que ese nuevo placer descubierto no fuese tan obvio, se dio vuelta para salir. Pero la voz de Douglas la llamó de vuelta:
- El otro gatito, señorita Standing. - extendió el gatito hacia ella.
Charity volvió para buscarlo. Antes de entregárselo, él la miró dentro a los ojos.
- Volverás esta noche? Prometo comportarme ...
Una sonrisa iluminó el semblante de Charity. Sus ojos chispearon .
- Volveré.


Poco después del crepúsculo, ella apareció en la puerta con una pila de libros, un candelabro apagado... y lady Margaret y Wolfram por compañía. Douglas procuró disimular su decepción. Pero cuando Charity comenzó a leer tramos de sus libros favoritos de poesía, clásicos y relatos de viaje, él se olvidó de lady Margaret, quien dormitaba tranquilamente en la silla, y de Wolfram, echado en la alfombre entre los dos.
Se concentró en la expresión facial y corporal de Charity, en la voz que daba vida a cada personaje. Era una inesperada satisfacción para sus ojos y sus oídos. Y cuando ella terminó el último pasaje, él todavía la miraba fascinado.
Charity se ruborizó .

- A papá le gustaba leer... y viajar. No estaba en condición de recorrer el mundo y , entonces ... él trajo el mundo a nosotros... por medio de libros. - Su expresión se nubló con los recuerdos. - El tiene ... tenía una biblioteca maravillosa. - Charity se enderezó y sonrió. - Puedes usarla cuando quieras. Probablemente has viajado mucho, verdad ?
- Conozco la mayor parte de las Indias Occidentales y de las Américas. Y, pocos años recorrí el continente europeo.
- Podrías contarme ? A dónde fuiste , qué viste ? La catedral de Nôtre Dame, los canales de Venecia, las ruinas de los templos de la Grecia Antigua? Los conoces?
Reticentemente , Douglas comenzó a describir en pocas palabras algunos lugares que había conocido, sin gran entusiasmo. Había viajado solamente para agregar un barniz de refinamiento y cultura a sus modales groseros adquiridos en el salvaje Barbados. Había usado mucho tiempo y había gastado mucho dinero solamente para subir un escalón más en la escalera de la aceptación social.
Pero ahora al revivir la propia experiencia por intermedio de los ojos de Charity Standing, él se percibía cuan ciego y superficial había sido . Charity jamás partiría de Venecia protestando por la humedad, o dejaría París con el recuerdo de la suciedad y los mendigos en las calles y de los prostíbulos refinados . Súbitamente , descubrió que había un mundo entero por ser visto... por medio de los ojos de ella.
Cuando, finalmente, Charity despertó a su abuela y ambas se fueron , Douglas se sentía invadido por nuevas ansias. Cómo sería ver ese otro mundo con ella a su lado ? Cómo sería experimentar la alegría y la ansiedad y hasta incluso la tristeza... con ella? Jesús, por qué esa idea ya no le asustaba tanto?

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