CAPITULO 21
Lluvia. Charity posó la cabeza en el vidrio y miró por la ventana al paisaje vestida gris . Siempre llovía en los peores días de su vida. Debía ser un presagio en relación a su casamiento... Un anuncio de los años venideros, tristes, sombríos. Levantó el mentón y enderezó los hombros. Salió del cuarto por la última vez como soltera.
Lady Margaret se encontraba de pie en lo alto de la escalera, el semblante marcado por las noches sin dormir . El chal en sus hombros estaba mojado por la vigilancia que se había impuesto , al subir y bajar los escalones de la vieja torre a la espera de un señal del vizconde. Había tenido tanta certeza de que él vendría, que él amaba a su nieta... Qué podría haber pasado?
Charity disminuyó el paso, evitó los ojos de su abuela y los fijó en el amuleto de la luna creciente en el cuello de la vieja señora.
- Cambiaste de idea? Me vas a acompañar? - ella preguntó.
- No. No veré como estropeas tu vida . Por favor, niña, no hagas esto!
- Qué mejor manera de extraer algún beneficio de algo tan... terrible? Si me mantengo lejos de la gente buena y puedo hacer que mi jettatore funcione para quien no lo es .
- Pero ... eso es una tontería .
- Entonces, muéstrame un otro modo de manejar las cosas! Dime cómo anular esta maldición! Dame un amuleto o enséñame un nuevo método, un ritual para practicar . Dime que hay esperanza para mí en las señales de la luna, abuela... y no me casaré con él !
Lady Margaret se sintió sofocar. Durante años había intentado todo; nada había funcionado . No tenía más argumentos , ni pociones , ni respuestas. Y ahora, ni siquiera esperanza.
Las puertas del frente se abrieron y la voz do barón hizo eco en el pesado silencio. Los ojos de Charity brillaron con desesperación. Había llegado la hora. Tenía que irse. Estaba en la mitad de la escalera cuando lady Margaret corrió detrás de ella.
- Espera, niña! No puedes usar ese vestido! Una novia no puede casarse de negro. ? Es la peor suerte !
Charity miró a su abuela con ojos tristes. Mala suerte, su mirada decía, era precisamente lo que buscaba.
Sullivan Pinnow fue encontrarla al pie de la escalera y se detuvo al verla en traje de luto.
- Es mi mejor vestido - ella murmuró, ante ese escrutinio. - Y todos saben que estoy de luto por mi padre. Puedo cambiármelo más tarde, Después dos votos, si quieres.
La explicación pareció tranquilizarlo. Se apresuró a meterla en el carruaje que había alquilado.
Lady Margaret se arrastró a su cuarto, abatida, destrozada, sintiéndose impotente. Desde la ventana, vio el carruaje partir y tomar el camino sinuoso hacia la capilla de Standwell . Qué tragedia!
Se sentó en el banco al pie da ventana, y sus ojos se llenaron de lágrimas. No se dio cuenta de cuánto tiempo pasó ... minutos, media hora tal vez. La aparición de un carruaje tirado por caballos negros la trajo de vuelta a la realidad. Seis caballos al galope, notó . Luego , saltó de su asiento . El vizconde!
Corrió hacia las escaleras y llegó al zaguán cuando Douglas Austen irrumpía por las puertas.
- Fueron a la capilla!
- Va a casarse con Pinnow? - él preguntó , los ojos brillando en su cara cubierta de polvo.
- Ella piensa... que está haciendo lo correcto. Pero es a usted a quien mi nieta ama. Y si nos quedamos aquí hablando, será demasiado tarde ! Ellos ya deben estar en la capilla! - lo agarró por la manga y lo arrastró a la puerta. - Olvídese del carruaje! Si cortamos camino por el campo, podremos llegar más rápidamente !
Corrieron por el campo bajo la garúa constante y pronto estaban empapados hasta los huesos. Douglas tenía el mentón tenso con sólo pensar en lo que podría encontrar al final de esa loca jornada. Charity ya pertenecería a otro hombre en el momento en que llegase a la capilla?
No se había notado que Wolfram los seguía hasta que los ladridos lo alertaron. Cuando el animal se aproximó , Douglas se detuvo y lo miró , furioso.
- Por qué no haces algo , útil de mierda ? Ve por Charity y clávale los dientes a ese maldito Pinnow hasta que yo llegue para rescatarla!
Lady Margaret también se detuvo y llevó las manos a su corazón, jadeante.
- Wolfram! Esta es tu misión más importante , de ella depende tu vida! Busca a Charity! En la capilla! Vamos!
El perro levantó las orejas atentamente , y pareció entender. Corrió en la dirección a la que lady Margaret apuntaba y pronto desapareció de vista.
- No ... no lo vamos... a conseguir - a vieja murmuró, casi desfalleciendo. - Charity está perdida!
Ninguna otra frase podría haber producido un efecto más devastador en Douglas. Su determinación creció, y él salió disparando , siguiendo la senda de Wolfram. Corrió con los puños cerrados, las piernas estiradas, los brazos balanceándose como cuando era adolescente en Barbados, cuando huía de los barqueros por la selva . Y de nuevo era una carrera por la supervivencia, sólo que de un tipo muy diferente.
Delante del altar, Charity tenía el corazón oprimido; era como si la muerte la reclamase, la muerte de sus sentimientos, de sus esperanzas y sus sueños. Miró a al barón a su lado y se estremeció. Pronto estaría a la merced de ese hombre... y por el resto da vida. Enterró las uñas en las palmas. De repente, sus oídos registraron un sonido distante, casi inaudible, que venía afuera.
Instantes después, algo pesado envistió contra la vieja puerta de la capilla, que tembló. Un murmullo de espanto recorrió los bancos. Un golpe y otro más otro, y la puerta se abrió. Un perro enorme invadió la capilla y avanzó hacia Sullivan Pinnow.
Fue una caos. Las mujeres chillaban, los hombres gritaban, el sacerdote balbuceaba, mientras Pinnow pateaba y se debatía para librarse del perro. Finalmente, Charity pudo empujar a Wolfie afuera, arrastrándolo por el cuello. Sucio con barro y baba, Pinnow estaba estallando de odio. Y cuando Charity se reunió nuevamente con él en el altar, la miró con una mirada sombría.
El sacerdote enderezó los hombros y recomenzó la lectura del libro de oficios. Pero tras la primer frase, la puerta de la capilla se abrió una segunda vez. En la entrada, surgió la figura jadeante, mojada y embarrada de Douglas Austen.
- Padre ! - su voz llenó la capilla de piedra y reverberó en el corazón vacío de Charity. Ella levantó la cabeza, atónita. - Le pido disculpas por la intromisión. No puede proseguir con la ceremonia antes que lady Margaret llegue. Después, quedará a su criterio continuar o no.
- Oxley! - El barón lo miró , se enrojeció de odio. - Como se atreve... esto es un ultraje!
- Exactamente lo que pienso, Pinnow! - exclamó Douglas. Le hizo un gesto al sacerdote para que saliese y esperó al sacerdote en la puerta.
Desde dentro de la capilla, podían ver que conversaban en voz baja, en el patio, y que el clérigo empalidecía. parecía horrorizado. Entonces , lady Margaret apareció corriendo, con la mano en la garganta, jadeante. Con gestos de cabeza, confirmó las palabras de Douglas. El sacerdote , rojo como pimentón , marchó de vuelta hacia la capilla y llevó a Pinnow a un rincón para informarle del problema.
El barón, con el rostro enardecido , lanzó una mirada a Charity y, en seguida, a Douglas, en el fondo de la capilla. Después, con pasos duros, fue rumbo al altar.
- Puta sucia! - gruñó al oído de Charity. - Si lo hubiese sabido , jamás habría ensuciado mis manos con vos! Y ahora, me humillas públicamente! - Pasó por al lado de ella y caminó por la capilla. Temblando de odio, miró al vizconde.
- Me las va a pagar por esto, Oxley! Lo juro por Dios, le haré pagar por esta humillación. - Salió por la puerta, dejando un silencio de asombro en la capilla.
Charity parecía petrificada en el altar, los ojos fijos en Douglas. Al verlo entrar, fue invadida por una oleada de placer y alivio . Cuando él se detuvo a su lado y la miró con una mirada amorosa, todo lo que pudo hacer fue impedirse abrazarlo.
- Debo hablar con vos.
La agarró por la muñeca y la arrastró afuera de la capilla, haciendo un gesto a la platea aturdida para que todos continuasen en sus asientos. Sólo entonces Charity recuperó la capacidad de razonar. El había irrumpido como un vendaval en su casamiento, le había dicho algo al sacerdote , quien se lo había transmitido al barón, dejando a ambos estupefactos y horrorizados... Algo que había hecho que el sacerdote se negase a proseguir con la ceremonia y que había dejado Pinnow loco de furia.
Se libró con un tirón y lo miró furiosa.
- Qué les dijiste ?
- Les dije ... que era muy probable que cargases mi heredero en tu vientre en este exacto momento.
- Ohhh! - Horrorizada, Charity se quedó muda por un instante.
l Y sugiero que me permitas hacer lo que es decente para vos. .. y para nuestro futuro hijo
- Có .. cómo te atreves! No estoy embarazada!
- Estás segura ?
- Claro que si . Cómo tienes el atrevimiento de decir algo así ? Qué clase de hombre vil...
- De acuerdo con tu abuela, es posible. Y como yo te deshonré, insisto en que te cases conmigo aquí y ahora.
Casarse con él. allí. En ese instante. Charity tragó en seco. Todo su cuerpo reaccionó a la idea. Los rodillas se aflojaron , el corazón se aceleró, su cabeza giró en un torbellino . No! No podría ni siquiera permitirse pensar en eso
- No! No me casaré con vos, no importa que me hayas difamado o humillado. Si piensas que puedes forzarme a eso, no me conoces. No soy uno de los sus frágiles lirios de Londres que se marchitan al menor soplo de escándalo. No estoy embarazada... y no tengo una reputación que proteger. Y no necesito un marido!
- Pero aceptaste casarte con Pinnow. Por qué? No puede ser por dinero, pues él no tiene ni un centavo. Jadeas cuando lo besas... no puedes desear a ... eso como hombre!
Douglas vio que ella continuaba con un aire terco, y la frustración lo dominó. - Vas a casarte conmigo o iré a las autoridades y contaré la verdad sobre las actividades ilícitas de tu padre , Gar Davis y Percy Hall. Ellos estaban metidos en el contrabando. Y sé que Gar y Percy son los hombres que me balearon. - Echó mano a su última y desesperada carta . - Si te niegas , los denunciaré y haré con que sean castigados por la ley .
- No harías algo así . - Charity lo miró con los ojos desorbitados.
- Lo haré, si me rechazas.
- Por favor, no me obligues a esto.
Había una carga tan grande de dolor en ese murmullo que Douglas recibió un golpe . Charity parecía tan tensa, tan desgraciada . Qué contraste con la mujer que se había entregado a él, amorosa y tierna, de ojos radiantes. quería verla así nuevamente , con su espíritu alegre.
- Casete conmigo, Charity - se trataba de una súplica, no de una orden.
Era la tercera vez que le pedía en casamiento. Y la tercera vez, como todo buen gitano sabe, es la vencida.
Volvieron a la capilla y a aproximarse al altar bajo los ojos muy abiertos de la gente de Mortehoe. Douglas conversó en voz baja con el sacerdote , y Charity asintió , cabizbaja, cuando le preguntaron algo. El clérigo disimuló su vergüenza y anunció a los invitados que la ceremonia proseguiría con un "pequeño" cambio: la señorita Standing iba a casarse con el vizconde de Oxley. Lady Margaret, quien se había sentado en el banco de la familia, dejó escapar un suspiro de alivio.
El sacerdote comenzó una vez más la ceremonia. Pero fue Interrumpido por un grito de aflicción :
- No! Espere! Pare! - Lady Margaret corrió hacia el altar. - Ella está de negro! No puede casarse de negro!
- Basta de tonterías ! - Douglas exclamó. - Continúe, reverendo!
- No, pare... - Lady Margaret temblaba de ansiedad. se aferró a su nieta. - Niña, no puedes usar este vestido! ? Es un mal augurio ... y este casamiento va a necesitar toda la suerte del mundo. Tienes que usar cualquier otro vestido. Un vestido prestado.
Todo buen gitano sabe que una novia debe usar algo prestado en el día de su casamiento, para traer suerte. Charity leyó los pensamientos de su abuela y concordó con una expresión apesadumbrada. Afligida, lady Margaret se dio vuelta y se encontró con la bata blanca que el padre usaba encima de la sotana . Bajo las protestas del clérigo, ella se lo hizo sacar y empujó a Charity hacia atrás de una columna , en los fondos de la capilla , para que quitase el vestido negro .
Y así, o visconde de Oxley y la señorita Charity Standing hicieron sus votos eternos; él, empapado y embarrado, y ella, vestida con una bata blanca sacerdotal , que le llegaba hasta las cadera, y con las anaguas a la vista. Douglas la miró a los ojos, prometiendo amarla , respetarla y serle fiel en la alegría y en la tristeza, convencido de cada palabra que pronunciaba . A su vez, Charity juró amarlo, honrarlo y obedecerle. Y, en su interior , se prometió cualquier cosa que fuese precisa para protegerlo. Si no se acostase con él, se mantendría la vida en común tan separada cuanto fuese posible, y tal vez eso pudiese impedir el desastre .
Finalmente, el padre, con un suspiro nervioso de alivio, los declaró marido y mujer. Y ni siquiera se oyó una respiración en la capilla cuando Douglas sujetó a Charity por los hombros, la acercó y bajó a cabeza hacia esa boca temblorosa.
La caricia húmeda y caliente de los labios de Douglas la llenó de consuelo y tormento. Si sucumbiese, sellaría el destino de Douglas con las cadenas de la pasión.
Lo empujó. Douglas retrocedió un paso, tomado de sorpresa. La miró con una expresión sombría, intentando descubrir qué había debajo ese rechazo inimaginable de su beso de casamiento. Sin entenderla, la agarró por la muñeca y la arrastró hasta el altar para firmar los documentos. Sólo después se volvió hacia los invitados. Había una nueva dureza en su semblante y en su voz.
- Sé que deben estar esperado una celebración . Pero con el cambio de novios, también cambiaron los planes. Tengo obligaciones en Londres, y partiremos dentro de una hora.
Con eso y un brillo en los ojos, tomó a Charity en sus brazos, avanzó por la capilla y salió l.
- Ponme en el suelo , idiota ... Espera! Mi vestido!
La voz irritada de la novia llegó a los invitados, todavía inmovilizados de asombro. Una risa ruda y una respuesta más chocante los dejó todavía más perplejos.
- No vas a usarlo esta noche, mi ángel. Y mañana te compraré muchos vestidos !
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