CAPITULO 15
Tomados de las manos, Douglas y Charity entraron a la vieja capilla. No pasó mucho tiempo para que oyesen la voz del barón, llamandolos, haciendo eco en las ruinas.
Douglas empujó a Charity para esconderse detrás de un pilar y la apretó contra su propio cuerpo. Con los alientos contenidos, se deslizaron hasta el confesionario, sofocando risitas como niños traviesos. Después de algún tiempo, el llamado se detuvo , y ellos corrieron hasta una ventana. Vieron a Sullivan Pinnow, todavía sin su sombrero , caminando por la senda de vuelta a Standwell. Detrás suyo iba Wolfie con un pedazo de tela negra en su boca.
Risas sonoras llenaron el frío y sombrío edificio con calor humano. Douglas se inclinó y besó a Charity en la punta de la nariz, en el mentón y después en la boca. Luego la soltó, tomándole la mano.
- Muéstrame las ruinas.
La inesperada ternura de esas leves caricias las hicieron - de cierta forma - más íntimas que cualquier otro beso anterior. Y los envolvió en un nuevo y complejo sentimiento, ella lo llevó de la mano por la abadía, contándole la historia del lugar.
Cuando llegaron a las celdas de clausura, Douglas súbitamente se detuvo.
- Te Importa si nos vamos ? - dijo entre dientes .
Telas de araña, decenas del ellas, Charity notó . Salieron por la puerta y caminaron en un profundo silencio por algunos minutos hasta la terraza que daba a la bahía.
- Discúlpame . Honestamente, no pensé que... Por qué tienes tanto terror a las arañas?
Douglas la miró , perturbado, y, súbitamente, sintió unas ganas inesperadas de contar lo que nunca le había contado a nadie.
- Me ... quedé atrapado una vez... con centenas de arañas. Grandes, como la mano de un hombre. Tarántulas. - Douglas tragó en seco con una sensación de pánico. - Cuando era niño, en Barbados, subí a bordo de uno de los barcos con otros chicos para robar bananas... y me quedé atrapado en la bodega de carga con las bananas y ... arañas, muchas arañas. Estuve allí por horas con esos malditos bichos caminándome por encima . - Su voz sonó con el familiar tono sarcástico. - Creo que debe ser gracioso ver a un hombre así de grande... con tanto ... tanto ...
- Miedo a las arañas? No. Todos tienen miedo a algo . Yo le tenía miedo a la oscuridad cuando era chica. La abuela le teme a la mala suerte y... y la mayoría de las personas tienen miedo a morir. Mi padre siempre decía que lo importante era no dejarse dominar por los miedos. No permitir que ellos nos impidan hacer las cosas que deben ser hechas o que queremos hacer.
Douglas le acarició la cara, un poco perturbado. Siempre que el padre de Charity era mencionado, podía sentir esa puntada de sufrimiento y añoranza dentro de si mismo. Era como si compartiese esos sentimientos.
- Tu padre debe haber sido un hombre muy sabio . Me gustaría haberlo conocido.
La leve sonrisa que ella le dio tenía una aura melancólica. Douglas la sujetó por los hombros y dejó que su cabeza fuese hacia su boca. Charity se elevó en punta dos pies para encontrarlo, ansiosa por ese dulce consuelo . Un leve roce, una presión sutil, una ligera y estimulante masaje de sus manos en su espalda y cintura disolvieron la tristeza y dieron paso al deseo .
Cuerpo ardiendo . Douglas se apartó . Se sentía atormentado por impulsos conflictivos. Quería poseerla, satisfacerse a si mismo y a ella como ningún otro hombre podría. Pero también quería escucharla y contarle cosas, observarla y protegerla. La tomó por la mano y comenzaron a caminar a lo largo de uno de los viejas terrazas.
De repente, el piso cedió bajo sus pies.
- Ohhh... Ohhhu!
- Su señoría ! - ella bajó por los escombros y se arrodilló al lado de él. - Estás bien?
- Yo... no estoy seguro ... - Douglas se levantó .
Afligida, Charity lo examinó de arriba a abajo y luego su mirada recayó sobre un corte en el pantalón .
- Oh, no ... de nuevo no... Te lastimaste la ... el .. - Le tocó la nalga.
Charity intentó quitar la mano pero la descubrió presa debajo de él , apretada contra su nalga. Por un instante bajó los ojos, incapaz de pensar en como disculparse por ese comportamiento atrevido. Luego , Douglas le levantó el mentón y la miró .
Con la mano libre, la tomó por la nuca. Y cuando Charity entreabrió los labios para recibir los de él, Douglas deslizó la mano por su cuello . Se detuvo en el borde del escote. Los sentidos de ambos se agudizaron con el contacto de las lenguas. Los cuerpos se apretaron , moldeando los contornos conocidos solamente en la oscuridad. Por encima de las ropas, ella podía sentir cada línea y curva del pecho de Douglas contra sus senos, eñ vientre plano y firme, el bulto pulsante de su miembro contra sus muslos.
Douglas sintió las manos de Charity deslizarse por su saco, subir por la espalda , palpar sus músculos, y gimió. Cada toque, cada caricia vacilante aumentaba la presión de su falo. La besó en el mentón y , por el maxilar, hasta la oreja, murmurándole su nombre en un murmullo ronco y sensual.
- Charity, quise abrazarte así desde el primer minuto en que te vi. Quería tocarte ... sentirte contra mí. ..
La besó otra vez, un beso posesivo que, cuando terminó, la dejó aturdida y vacilante. Al abrir los ojos, Charity vio que Douglas se sacaba el saco y lo extendía en el suelo . Luego la hizo recostarse allí.
- Quiero amarte, mi ángel - él murmuró -, pero un caballero no va a donde no es invitado...
- Tómame.
Era la invitación más puro que él jamás hubiese recibido. La levantó ligeramente y le desató los lazos de la espalda del vestido. Le bajó la pechera . Sus dedos morenos recorrieron la tez clara y sedosa, el escenario de sus sueños más eróticos.
Frotó a cara contra la piel blanca y temblorosa, liberó los pezones de su confinamiento para trazar con la lengua el contorno de los botones rosados.
Charity jadeó cuando la lenta corriente de placer subió por sus pechos . Se arqueó para ofrecerle más, en busca de una sensación más intensa. Y cuando esa boca se cerró sobre un pezón , chupandolo, se vio arrojada a un nivel más alto de excitación y erotismo.
Douglas, entonces , presionó el miembro hinchado contra sus muslos entreabiertos e insinuó una rodilla entre las de ella. Charity se arqueó y deslizó su miembro sobre la carne sensible de us sexo.
Aún por encima de las ropas, cada investida lanzaba a Charity en un nivel mas alto de excitación, y ella se retorció en un espasmo del mas puro placer. Su cuerpo ahora se arqueaba para acompañar la cadencia y la sincronía con las caderas de Douglas .
Una de las manos de Douglas abandonó el hombro y los cabellos de Charity para recorrer sus curvas y subir la falda. La tela subió , revelando los muslos suaves.
Sus dedos vagaron, acariciantes, gentiles al principio, después más firmemente cuanto ella seguía agitándose y jadeando . Charity sintió los dedos calientes tocando la entrada de su sexo. Y un nuevo torbellino de sensaciones la invadió . Las manos de Douglas eran mágicas... El le daba placer con ellas.
Magia. Charity se quedó inmóvil, con la respiración contenida, mientras los espasmos del orgasmos se diluían .
- Es magia - ella murmuró, mirando sus ojos .
- Si , lo es - él dijo, sonriendo -, Y hay más, mi ángel... mucho más .
Douglas la besó otra vez, y una nueva ansia, un deseo de unirse a él, de tenerlo en su propio cuerpo la consumió .
De repente, Douglas alejó su cuerpo, dispuesto a luchar contra ese ángel seductor.
- Noooooooo... - él gimió. - Nooooo maldito...
Wolfram avanzaba por el declive, fijo en la misión de proteger a su ama. Lo habían distraído con el juego del sombrero , pero ahora estaba atento y en enfocado en su misión . Y con furia vio a la señorita Charity acostada en el suelo debajo del cuerpo de su señoría.
- Sarnoso de cuatro patas... acércate un paso más cerca y te juro que ... - Douglas gritó, furioso -, te arranco la única oreja que te queda . - El era el "Buldog " luchando contra un perro lobo .
- Por favor! Sólo está celoso y piensa que me está protegiendo. - Charity había recobrado el juicio y sujetaba Douglas por la camisa. - Wolfie, para! Mira, yo estoy bien . Basta ! Wolfie!
- Escúchame perro descerebrado . - Douglas temblaba de frustración. - Vos le perteneces a ella... pero ella no te pertenece ! - Wolfram gruñó en respuesta. - No estoy lastimándola , sólo quiero amarla. - Douglas cerró los puños e gritó: - Estoy loco por ella! Igual que vos, perro demente!
Charity se levantó de un salto , sujetando la pechera contra los pechos .
- Estás loco por mí ?
- Completamente loco. No se me nota ?
Una lenta sonrisa cubrió la cara inocente de Charity , y Douglas se vio sonriendo en respuesta. Por alguna razón, ya no más parecía sentir la presión exigente de su erección.
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